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Los sistemas expertos ya están aquí, dejémosles entrar al mundo legal

Los sistemas expertos ya están aquí, dejémosles entrar al mundo legal
16/2/2022 06:46
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Actualizado: 07/7/2022 15:01
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El pasado día 9 tuvo lugar un nuevo webinar de la Innovation in Law Studies Alliance. En esta ocasión los ponentes nos han hablado sobre los sistemas expertos, en inglés «expert systems» (también denominados «Rule Based Systems» o «Decission Support Systems») y lo que éstos pueden aportar al sector legal.

Quiero agradecer a Ivar Timmer, catedrático de «Legal Management & Technology» del «Centre of Expertise Applied AI/ Legal Tech Lab/ Amsterdam Research Center for Societal Innovation de la University of Applied Sciences» de Amsterdam, así como a Tommer Libal, profesor de informática de la American University de Paris e investigador principal del proyecto icomplai de la Universidad de Luxemburgo, su generosidad al compartir con nosotros su visión sobre los sistemas expertos aplicados al ámbito legal. 

En este artículo resumo lo que allí se dijo y explico en qué consiste esta categoría de Inteligencia Artificial y porque las organizaciones y profesionales del sector legal deberían fijarse en ella, sobre todo los municipios grandes de España y las asesorías de empresa y los despachos de abogados con trabajo repetitivo y de gran volumen.

¿Qué son los sistemas expertos?

Cuando hablamos de sistemas expertos nos estamos refiriendo a una categoría de inteligencia artificial que se viene desarrollando ya desde los años 60, es decir madura y consolidada, y que ha pasado por diferentes fases de popularidad.

Esta distinta percepción sobre los sistemas expertos se ha debido en gran medida a la dificultad que tradicionalmente conllevaba su desarrollo y que es sobre todo consecuencia de que están basados en el conocimiento de personas y de que, por tanto, es necesario contar con ellas para su desarrollo.

Además, es necesario estructurar ese conocimiento de forma que la máquina pueda procesarlo y dar resultados, y eso exige desarrollar métodos y tecnología eficientes para hacerlo. Algo que hoy ya ha logrado por ejemplo, el equipo que lidera Ivar Timmer desde Amsterdam.   

¿Qué diferencia hay entre los sistemas expertos y el machine learning?

La principal diferencia entre estas dos categorías de tecnología estriba en que mientras la primera se basa en el conocimiento y la experiencia de expertos, la segunda se basa en datos.

Como consecuencia de ello, los retos que generan uno y otro tipo de soluciones son distintos.

Mientras que en las primeras la dificultad se deriva, como antes hemos señalado de la necesidad de contar con los mejores expertos, en las segundas, el reto es conseguir los mejores datos.

Si los datos no son de calidad la solución puede incurrir en problemas como el famoso sesgo.  

Por otra parte, todos somos ya conscientes de que la inteligencia artificial entra dentro de las categorías de tecnología de alto impacto, por su poder transformador y sus capacidades.

Por eso mismo, resulta necesario que las soluciones de IA respeten una serie de principios ético y jurídicos como son, entre otros, la explicabilidad, la transparencia o la privacidad.

En el caso del machine learning existe un mayor riesgo de no respeto a estos principios, mientras que introducir estos principios durante la fase del diseño en un sistema experto es relativamente sencillo.

Pues muy sencillo, porque la mayoría de los profesionales del Derecho tienen más trabajo del que pueden hacer, les falta tiempo. Mucho de ese trabajo es rutinario, de poco valor añadido.  

Otra razón que los hace interesantes es el fenómeno de la hiperregulación. Resulta imposible asimilar tanta norma. Ni el ciudadano, ni el profesional son capaces de estar al día, comprender y aplicar un sistema jurídico que se han convertido en una selva inexpugnable.

Los sistemas expertos sí pueden hacerlo, si les enseñamos a comprender las normas, pueden guiarnos, enseñarnos a aplicarlas e incluso tomar las decisiones más ajustadas a Derecho y harán todo eso, de forma explicable, pues habremos sido nosotros quienes les decimos cómo hacerlo. 

Además, los sistemas expertos pueden ayudarnos a mejorar la calidad de las normas, pues exigen la representación según una lógica ejecutable por ordenador, lo que ayuda a clarificar e simplificar el lenguaje natural, así como a identificar y eliminar las ambigüedades e imprecisiones no deseadas

Otra razón es que nuestro sector se basa esencialmente en el conocimiento jurídico que tienen una serie de personas. Conocimiento de las normas, de la jurisprudencia, de la opinión de las administraciones públicas y de la doctrina.

El sector legal se asienta mucho más que sobre datos, sobre un acervo de conocimientos. 

Por otra parte, los sistemas expertos permiten ofrecer algunas ventajas que son muy beneficiosas como la consistencia (dado que el conocimiento se ha trasladado a la solución que lo utilizará siempre de igual forma), la seguridad jurídica (el usuario recibe una respuesta de la que hay constancia) o la inmediatez en la respuesta (las máquinas no tienen horario ni vacaciones y son capaces de procesar soluciones mucho más rápido que los seres humanos). 

¿Para qué ámbitos concretos son más interesantes los sistemas expertos?

Para todos aquellos donde se manejen volúmenes de trabajo importantes (call centers, centros de decisión como pueden ser los servicios jurídicos que resuelven reclamaciones) donde las tareas no son complejas, podríamos llamarlo “asuntos jurídicos commodity”.

Hay ya muchos ejemplos reales de utilización de sistemas expertos en el ámbito jurídico.

En un interesante artículo publicado en 1986 un equipo de 6 académicos del Imperial College de Londres, publicaron este artículo en el que describían cómo habían desarrollado un sistema experto capaz de decidir qué personas podían recibir la nacionalidad británica.

Por su parte, el ayuntamiento de Utrecht los está utilizando para la elaboración de contratos relacionados con el patrimonio inmobiliario y el de Amsterdam para ayudar a los ciudadanos a evaluar si les compensa o no apelar determinadas resoluciones administrativas, así como para guiar a sus funcionarios en el complejo mundo normativo relacionado con la contratación pública.

Gracias a estas soluciones los funcionarios dejan de trabajar en tareas tediosas, repetitivas y que no aportan valor; se han identificado disparidades en criterios a la hora de aplicar las normas y se han unificado respuestas y soluciones.

El rol futuro de los sistemas expertos

El futuro de los sistemas expertos debería ser brillante.

La progresiva mejora de las metodologías para legislar y hacerlo, teniendo en cuenta el rol que la digitalización juega también en las normas, hará cada vez más sencillo introducir en soluciones de software el conocimiento necesario para ofrecer servicios de asesoramiento y orientación y soluciones que toman decisiones. 

Al igual que el sector sanitario ha dedicado muchos recursos a la creación de protocolos que guían al médico a la hora de diagnosticar y curar, el sector jurídico puede dotarse de sus propios protocolos, estándares que facilitarán mucho la labor de “informatizar” el sistema legal.

Con los sistemas expertos los profesionales del Derecho podrán así dedicar su tiempo a tareas de mayor complejidad para las que realmente son necesarios y vivirán con menos stress, lo que les permitirá además prestar un servicio de mejor calidad.

Si señores, los sistemas expertos, esa aún algo desconocida categoría de soluciones de Inteligencia Artificial puede reemplazar a los abogados, pero ¿y qué? No tendría todo el sentido que nos pudiéramos concentrar en lo verdaderamente importante.

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