La CNMV vigila la especulación financiera analizando las  290 operaciones de abuso de mercado notificadas en 2021
Las operaciones detectadas en 2021 fueron 290, un 8 % más que durante 2020. La CNMV se está empleando a fondo.

La CNMV vigila la especulación financiera analizando las  290 operaciones de abuso de mercado notificadas en 2021

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16/7/2022 06:48
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Actualizado: 16/7/2022 11:29
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Los departamentos de «Compliance» de las entidades financieras están a plena actividad este verano. A sus obligaciones habituales de control financiero se suma la obligatoriedad de reportar a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) todas aquellas operaciones sospechas de abuso de mercado.

Este año fueron 290, un 8 % más que durante 2020.

Estas operaciones y órdenes detectadas, así como las cancelaciones y modificaciones que pudieran ser constitutivas de abuso de mercado, deben ser notificadas a la autoridad competente de su país (CNMV en España), según establece el Reglamento Europeo sobre el abuso de mercado.

Cuando dichas comunicaciones afectan a valores extranjeros, las autoridades las redirigen a la autoridad competente del valor en cuestión.

Se recogen en el artículo 16 del Reglamento 296/2014 de abuso de mercado y su Reglamento de desarrollo, el RDC 2016/957. Y en ellas no están incluidas las comunicaciones que sobre estas materias pueden llegar a la CNMV a través del canal de «Whistleblowing».

El abanico de instrumentos financieros a los que hacen referencia las informaciones es amplio. No obstante, y como viene siendo habitual, principalmente están referidas a acciones.

El 86 % del total de las comunicaciones recibidas en 2021 hacen referencia a instrumentos de renta variable, la misma proporción que en 2020. Le siguen las comunicaciones referidas a operativa con derivados y renta fija.

En cuanto al plazo de comunicación de las operaciones sospechosas, éstas deben de enviarse a la autoridad competente sin demora.

En este sentido, las autoridades de la Unión Europea han acordado en el marco de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por su sigla en inglés), un plazo de 60 días naturales, como orientación de lo que en general se considera razonable.

Obligados a reportar

Hay que recordar que esta una obligación que deben hacer “en el caso que no se hiciera pueden incurrir en la apertura de un expediente sancionador por parte del regulador financiero”, comenta Ricardo Plasencia, socio responsable del área regulatoria financiera de CMS Albiñana & Suárez de Lezo.

En esta situación de tener que comunicar, este experto destaca que “en algunas ocasiones el operador financiero prefiere comunicar esa sospecha a la propia CNMV. Sin embargo, tal y como señala la CNMV en este último informe eso va a bajar la calidad de las comunicaciones que se hagan”.

De hecho, el propio regulador avisa a los operadores financieros de que no se trata de comunicar por comunicar.

Hay que comunicar si realmente hay indicios suficientes de que hay una posible conducta a la normativa de mercado.

Desde esta perspectiva “es fundamental que estos departamentos de ‘Compliance’ realicen sus análisis internos para lograr esas evidencias suficientes de cara a que si hay que comunicar o no. Al final se trata que las comunicaciones tengan un cierto contenido”.

Para Plasencia, es evidente que estos datos de comunicación de operaciones sospechosas han crecido de forma notable.

Ricardo Plasencia, socio responsable del área regulatoria financiera de CMS Albiñana & Suárez de Lezo.

De hecho en  el pasado España era de los países que menos operaciones comunicaba. Esta necesidad informativa viene de la anterior Directiva de Abuso de Mercado y con su Reglamento de aplicación directa no ha lugar a interpretaciones.

“Había, por así decirlo, cierta reticencia a que esa empresa o entidad financiera funcionase como e chivato, si vale la expresión, de sus propios clientes. Hay dos tipos de operaciones de información privilegiada y de manipulación del mercado. Ahora las comunicaciones por manipulación de mercado están bajando bastante”.

Sobre dicha bajada, Plasencia cree que es debido a que “la CNMV limitó el puerto seguro de la operativa de autocartera desde el año 2020 a los programas de recompra de acciones que contempla el Reglamento Europeo y a los contratos de liquidez, al dejar sin efecto los criterios sobre operativa discrecional, lo que hizo que disminuyese la posibilidad de identificar operaciones de autocartera como sospechosas”.

Sin embargo, “aumentan las de información privilegiada. Creo que es bueno y que haya sensibilidad en el sector para comunicar estos temas que son complicados de analizar por el propio intermediario financiero. De hecho las últimas sanciones de la CNMV tienen que ver con esta mala práctica”.

Respecto al funcionamiento de esta práctica, todas estas operaciones llegan a la Unidad de Vigilancia de mercado de la CNMV que es la que se encarga del análisis de las posibles conductas en materia de abuso de mercado. “Con su análisis propio, si les surge cualquier duda es cuando hacen requerimientos de información. El más habitual son las listas de iniciados, aquellos profesionales que tienen acceso a esa información privilegiada”.

Eso hace que la CNMV haga consultas a bancos de inversión que aparecen en operaciones de equity capital market o  en opas de exclusión “también pueden preguntarle a los despachos de abogados asesores de dicha operación. Con esto la CNMV elabora su mapa de personas que pueden tener acceso a información privilegiada”.

Hay que resaltar que los operadores, además de la información sobre abuso de mercado “tienen la obligación de hacer un reporte diario a la CNMV de todas las operaciones, esta es una obligación de MIFID. Esto hace que al final el regulador tenga mucha información a la hora de determinar si, finalmente, hay indicios suficientes para la apertura de un expediente sancionador. Los expedientes sancionadores tienen, por regla general, un año de duración, concluyendo con la imposición de una sanción o con el archivo del expediente”, indica.

Mas control del reporting financiero

Ramón Ruiz de la Torre, socio de mercado de capitales y financiero de Martínez Echevarría Abogados, cree que llama la atención que últimamente “hay mas investigaciones ligadas a supuesto de utilización de información privilegiada que por manipulación de precios».

“A este respecto la CNMV se puso seria al limitar la operativa de autocartera para prácticamente impedir este tipo de operaciones, con lo cual todas notificaciones desde el punto de vista de los emisores, prácticamente no existen porque no pueden operar y el efecto es que las comunicaciones a la CNMV han desaparecido, con lo cual se ha producido una reducción significativa de este tipo de notificaciones”.

Al mismo tiempo, destaca que “nuestro mercado financiero no es tan profundo como otros mercados, con lo cual cuando se incluyen ordenes de cierto volumen, a los intermediarios financieros en seguida se les saltan en sus mesas de contratación los chivatos de tener que reportar a CNMV.

Ramón Ruiz de la Torre, socio de mercado de capitales y financiero de Martínez Echevarría Abogados.

“No hay que olvidar tampoco que el regulador tiene su software con el que logra la trazabilidad de muchas operaciones y su histórico respecto a otras anteriores”, aclara este jurista.

A juicio de este experto “en un contexto como en el que nos movemos con el protagonismo de redes sociales parece cada vez más normal que en foros y chats puedas tener acceso a información de una determinada operación o movimientos accionariales”.

“Ese es un escenario donde podría generarse determinadas informaciones privilegiadas y por tanto supuestos de comunicación o investigación por CNMV”, comenta.

También señala que el esfuerzo de la CNMV es notable “no es fácil detectar estas operaciones porque ya se trabaja de forma sofisticada lo que permite en ocasiones evitar esos controles. De hecho eso hace que las sanciones por estas prácticas sean escasas realmente”.

Falta conciencia en las entidades de reportar

Po su parte, Fernando Zunzunegui,  abogado y profesor de Derecho del mercado financiero en la Universidad Carlos III, explica que “la prevención del abuso de mercado no es una prioridad de las entidades financieras. Se preocupan más de la prevención del blanqueo de capitales y del cumplimiento de las normas de conducta que de la defensa de la integridad del mercado”.

Las entidades “deben incorporar a sus controles internos su deber de denunciar operaciones sospechosas de ‘insider trading’ [información privilegiada] o de manipulación del mercado. Esta prevención requiere recursos y capacitación. Es una labor compleja de identificación y diagnóstico de la situación de abuso atendiendo al perfil del cliente afectado”, comenta.

En su opinión, “es un hecho que los abusos proliferan en las redes sociales o a través de plataformas. Sin duda, la prevención exige desarrollar mecanismos de detección que utilicen las nuevas tecnologías. La banca debería dedicar parte de sus recursos a automatizar la detección del ‘insider trading’ y de la manipulación del mercado”.

Fernando Zunzunegui es abogado y profesor de Derecho del mercado financiero en la Universidad Carlos III.

Este experto cree que “a su vez, la CNMV debería impulsar aplicaciones para facilitar el uso compartido de datos y la comunicación con las entidades. La Ley ‘Sandbox’ se promulgó para facilitar el cumplimiento normativo y el mejor ejercicio de la supervisión financiera”.

Zunzunegui cree que, “sin embargo, faltan proyectos en el espacio controlado de pruebas orientados a mejorar la prevención del abuso de mercado. Respecto a la capacitación conviene destacar que los conocimientos y competencias de los empleados de las entidades financieras han mejorado con certificaciones profesionales”.

Destaca que “los programas de formación incluyen la prevención del abuso de mercado. De ahí que haya mejorado la calidad de las comunicaciones de los presuntos abusos según constata la CNMV”.

No obstante, “se echan de menos seminarios que permitan poner en común estos conocimientos y faciliten su implementación. La prevención del abuso de mercado requiere profesionalización. Hay que huir de la comunicación automática de operaciones no habituales”.

Al final de lo que se trata es de que cada año el objetivo no sea “lograr que cada año se comuniquen más operaciones sospechosas, sino que las comunicadas contribuyan a detectar los abusos y a favorecer la disciplina del mercado”.

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