Confiesa que tanto él como el decano del ICAM, Eugenio Ribón, están convencidos de que tienen que ser competitivos en este mundo globalizado. Foto: ICAM.
Ricardo Alonso, decano de la Facultad de Derecho de la Complutense: “La idea de hacer al ICAM centro adscrito a la UCM fue de Ribón”
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17/9/2023 06:30
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Actualizado: 18/9/2023 11:05
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Sucedió hace unos meses, durante una comida de Ricardo Alonso, decano de la Facultad de Derecho de la Complutense, con Eugenio Ribón, decano del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), según relata Alonso a Confilegal.
Mucho antes de que al ICAM le llegara la oportunidad de comprar a la Mutualidad de la Abogacía, por 19 millones de euros, el medio sótano, la segunda y tercera planta, el ático y el sobreático del número 11 de la Calle Serrano, donde tiene sus cuarteles generales principales.
El objetivo de esta Junta de Gobierno que ganó las elecciones el 20 de diciembre pasado era convertir al Colegio en un referente en materia de formación.
Esa compra, que significaba convertir los cuatro pisos de Serrano 9, el edificio que está enfrente del otro, en el espacio de formación necesario, y ahora este acuerdo, titulado “Convenio de Creación de la Cátedra Extraordinaria de la Abogacía de la Complutense” firmado el pasado viernes 15 de septiembre, ha cerrado el círculo.
¿Cómo surgió la idea de su creación?
De una manera muy sencilla y natural, y, añadiría, lógica y consecuente. Fue a los postres de un almuerzo que compartí, hace unos meses, con Eugenio Ribón.
En ese almuerzo, abordamos la idea de una asociación entre ambas Instituciones en el terreno de la enseñanza, que podría traducirse en la constitución del ICAM como centro adscrito a la UCM para impartir enseñanzas oficiales vinculadas, obviamente, al mundo del Derecho. Fue una idea de Ribón.
Ya en los postres, le sugerí otra idea, la de ampliar y fortalecer esa futurible alianza con la creación inmediata de la Cátedra. Esa idea fue mía.
Y fue acogida por mi colega con el entusiasmo que le caracteriza. El viernes pasado se convirtió en una realidad, de lo que me siento muy feliz.
«La idea de crear una Cátedra Extraordinaria con el ICAM fue mía», subraya el decano de la Facultad de Derecho de la Complutense
¿Qué significa este Convenio para la Facultad que usted dirige?
Significa un paso más en la senda de la excelencia por la que viene transitando esta Facultad, paradigma de la enseñanza pública universitaria de nuestro país, en los últimos años.
Esta Cátedra viene a sumarse a las ya creadas durante mi primer mandato en el ámbito del Derecho Militar (en convenio con el Ministerio de Defensa), del Derecho Registral (en convenio con el Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España) y del Derecho Notarial (en convenio con el Colegio Notarial de Madrid).
La experiencia de estas Cátedras nos muestra su tremendo potencial, más allá incluso de su principal objetivo, la transferencia de conocimiento al más alto nivel en sus respectivos ámbitos.
Por referirme tan sólo a la primera de ellas, fue la semilla sobre la que germinó, al poco tiempo de su creación, el Instituto Iberoamericano de Derecho Militar, presidido precisamente por el titular de nuestra Cátedra, el profesor Alfonso Fernández-Miranda.
También fue la semilla que alumbró la creación, el pasado año, del doble grado en Derecho y Estudios Jurídico-Militares, sin parangón en nuestro país y, me atrevería a decir, allende nuestras fronteras, que ha tenido una demanda excepcional en el inicio de su andadura.
¿Qué actividades promoverá esta nueva Cátedra del ICAM?
Actividades de toda índole vinculadas, particularmente, con el ejercicio del derecho de defensa.
Valga como ejemplo la actividad con la que se estrenará en octubre. En concreto los días 9, 10 y 11. Será con un Seminario Internacional de alto vuelo dedicado a un problema enormemente complejo y de extraordinaria actualidad, como es el secreto profesional del abogado.
En el acto de la firma del pasado viernes dijo usted que esta nueva Cátedra es un gran paso hacia el futuro. ¿Qué es lo que buscan la UCM y el ICAM, dos instituciones con una larga historia?
Tanto el decano del ICAM como yo mismo somos unos gestores firmemente convencidos de que no se puede vivir eternamente de laureles pasados, menos aún en un ámbito, como el jurídico, cada vez más globalizado y competitivo.
Me permito recordar, por lo que a mi Facultad concierne, el hecho de que continúan surgiendo universidades privadas por doquier en España.
Dado que el ICAM decidió, con su nuevo equipo directivo, apostar también por su incursión en el terreno de la enseñanza superior oficial bajo la forma de un Centro Adscrito, acordamos que la mejor forma de hacerlo sería al amparo de una Universidad pública con la solera de la Complutense.
Nosotros aportamos toda nuestra experiencia y calidad contrastada en este terreno de la enseñanza, y el ICAM nos aporta, por su parte, toda su riqueza práctica para seguir elevando nuestro nivel académico.
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