José Antonio Baena, un magistrado al que la sobrecarga de trabajo le ha hecho caer en depresión severa
José Antonio Baena es magistrado del Juzgado de Primera Instancia Nº4 de Torremolinos, Málaga, un juzgado con sobrecarga de trabajo. Foto cedida.

José Antonio Baena, un magistrado al que la sobrecarga de trabajo le ha hecho caer en depresión severa

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08/6/2024 01:00
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Actualizado: 08/6/2024 01:16
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José Antonio Baena es magistrado del Juzgado de Primera Instancia Nº4 de Torremolinos, Málaga. Entró a la Carrera Judicial por el cuarto turno con 43 años en 2010. Es, según explica, “de vocación temprana pero de acceso tardío”. 

Sabía que quería ser juez desde que estudiaba Derecho en la universidad, carrera que terminó en 1992. Empezó a opositar pero la vida le llevó por otros caminos. Trabajaba en una empresa familiar y, al mismo tiempo, lo compatibiliza con la abogacía. La ejerció durante 16 años.

También dio clases en la universidad y, tras ser juez sustituto y probar el sabor de la toga, supo que eso era lo suyo. Sentía que era algo que llevaba haciendo en esta vida y en las anteriores. 

Y ahí fue cuando aprobó por el cuarto turno y se marchó a su primer destino, Marbella, un lugar que le venía “magnífico” al estar en la provincia en la que había nacido. “Estaba en la gloria, no me importaba ni la sobrecarga de trabajo ni nada”, cuenta el magistrado.

Pero el exceso de trabajo se hizo insoportable. Y cuando vio que empezaba a estar a disgusto, solicitó un cambio de destino a Mallorca. «Empecé a sentir que me cambiaba el comportamiento, y era algo que no quería», detalla el magistrado.

En Mallorca el trabajo era inferior, estuvo muy bien, pero llegó la pandemia y se sentía encerrado por lo que, tras salir una plaza en Torremolinos -la que ocupa actualmente- decidió volver a la península.

«Pero aquí la carga de trabajo es bestial. Una estadística del Consejo General del Poder Judicial dice que cinco juzgados de Torremolinos son los que más carga tienen de toda Andalucía, por encima del 150% llegando a alcanzar 200%». Todo ello le ha hecho caer en una depresión severa, ha estado de baja e incluso ha perdido todo el pelo del estrés, no tiene ni pestañas.

Una sobrecarga de trabajo «devastadora»

Una carga de trabajo que Baena califica de «devastadora». No sabe decir cuántas horas ha llegado a trabajar seguidas, pero reconoce que «hasta soñando». Siempre piensa que puede poner una sentencia más y no para.

«Y por cumplir con el trabajo renuncias a otras cosas. Vas saliendo menos, estás menos tiempo en casa y el contacto con la familia cada vez es menor. Todo eso te acaba haciendo polvo».

«No es un problema que sólo me afecte a mí, mi pobre letrada lo ha pasado muy mal, porque no sólo es la carga de trabajo, son también las bajas que no se cubren. Hemos estado sin auxilio judicial tres meses, y es el último eslabón de la cadena», comenta el magistrado.

«Pero esto no sólo afecta al juzgado, sino también a todos los profesionales», donde recuerda tanto a los procuradores como a los abogados. «Para mí, el sistema judicial en España está quebrado, hace falta un cambio radical. Hace falta una reforma de tal calado que exige unos acuerdos, consenso, años y dinero».

Por todo esto, ha estado con tratamiento, con médicos, psicólogos, psiquiatras y con medicinas alternativas. Sólo estuvo de baja seis meses porque ya no aguantaba más en casa. «Sabes que cuando vuelvas vas a tener todo el trabajo pendiente con sentencias que no has puesto, y esas personas están esperando».

«Y vuelves y te das cuenta de que todo sigue igual y que nada va a cambiar».

Ahora no sabe cómo está con respecto a la depresión, cree que bien porque intenta cuidarse y protegerse, pero sabe que «el bicho está ahí». Ha aprendido a controlarlo y manejarlo. La caída del pelo empezó en el año 2023 y no lo ha recuperado, y no cree que vuelva a crecer.

Para el magistrado, una solución a la sobrecarga de trabajo sería más dinero para cubrir las bajas. Y no pide más jueces, sino más funcionarios. «España es un país que, a diferencia de otros, es muy litigioso, la mediación no funciona, no porque no se intente, sino por la cultura de la gente».

No es un caso aislado

El caso de Baena no es aislado, incluso estas semanas desde la cuenta de Instagram de A Hacer Puñetas, que llevan dos magistradas, Amparo Salom y María Isabel Llambés y una comunicadora, Yahaira Agredo, han recogido testimonios de magistrados en la misma situación.

El Tribunal Supremo emitió una sentencia el pasado mes de septiembre en la que declaró que el CGPJ había incumplido su obligación de regular la sobrecarga de trabajo de la carrera judicial a efectos de salud laboral. Algo que está recogido en el apartado 5.2 del Plan de Prevención de Riesgos Laborales Carrera Judicial 2015-2016.

El Pleno de la Sala de lo Social estimó parcialmente el recurso interpuesto por Juezas y Jueces para la Democracia, Asociación Judicial Francisco de Vitoria, Asociación Profesional de la Magistratura y Foro Judicial Independiente.

En España hay 11,24 jueces y 5,37 fiscales por cada 100.000 habitantes, mientras que la media europea da como resultado 17,60 jueces y 11,10 fiscales por cada 100.000 habitantes

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