Los procedimientos de la justicia transicional son la clave para poder pasar del conflicto a la paz
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09/11/2024 05:35
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Actualizado: 08/11/2024 23:43
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En la resolución de conflictos, una clave ineludible es conocer y aplicar los procedimientos adecuados, dejando de lado aquellos que obstaculizan el camino hacia la paz.
Esta premisa se ha erigido como un pilar en la justicia transicional, un concepto que ha demostrado su eficacia al sustentarse en cuatro elementos esenciales: Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de No Repetición.
La justicia transicional es un conjunto de medidas judiciales y políticas que buscan abordar violaciones masivas de los derechos humanos en sociedades que están en proceso de transición desde situaciones de conflicto o represión hacia la paz y la democracia.
Estas medidas tienen como objetivo facilitar la reconciliación nacional, promover la rendición de cuentas, y garantizar tanto la verdad como la reparación para las víctimas.
Estos principios, defendidos por el catedrático Joseph Weiler, Premio Ratzinger 2022, y por diversos expertos, fueron el eje de la presentación del libro “Pasado, presente y futuro de la Justicia Transicional: la experiencia latinoamericana en la construcción de la paz mundial”, editado por la Fundación Notariado, que tuvo lugar en el Colegio Notarial de Madrid.
Weiler, ponente principal, destacó que los cuatro pilares de la justicia transicional son principios maleables y aplicables a diferentes contextos.
“No se trata de reglas, sino de formas de pensar. Este libro debe verse como una guía metodológica, no como una receta,” puntualizó, subrayando la labor de los notarios en la búsqueda de soluciones duraderas y equitativas.
LOS CUATRO PILARES DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL
Los cuatro pilares son:
Garantía de No Repetición: Implementar reformas institucionales y políticas para evitar la recurrencia de violaciones de derechos humanos. Esto implica cambios en las fuerzas de seguridad, el sistema judicial y las políticas de gobernanza, asegurando el fortalecimiento del estado de derecho.
Verdad: Esclarecer y reconocer los hechos ocurridos, asegurando que se documente y se dé a conocer el sufrimiento de las víctimas. Esto se lleva a cabo mediante comisiones de la verdad y otras formas de investigación pública.
Justicia: Asegurar que los responsables de crímenes graves sean llevados ante la justicia, promoviendo procesos judiciales que puedan incluir tribunales nacionales o internacionales y mecanismos especiales.
Reparación: Restablecer la dignidad de las víctimas mediante medidas de compensación, rehabilitación y apoyo. Estas acciones buscan ofrecer una respuesta al daño sufrido y facilitar la reconstrucción del tejido social.
La obra, promovida por la COMJIB, el Consejo General del Notariado y la Fundación Notariado, reúne las voces de una veintena de ponentes, entre ellos ministros, ex ministros, altos funcionarios, y académicos iberoamericanos.
Sus casi 500 páginas profundizan en la aplicación de la justicia transicional en Latinoamérica, una región que, durante décadas, ha sido sinónimo de conflicto y resistencia.
LA PRESENTACIÓN
La presentación, realizada en el Colegio Notarial de Madrid, fue presidida por Concepción Pilar Barrio del Olmo, vicedecana del Colegio Notarial de Madrid. Destacó la importancia del tema en un momento de tensión global, subrayando que la justicia es una herramienta crucial para la reconstrucción del tejido social.
Enrique Gil Botero, secretario general de la COMJIB, tomó la palabra para expresar la urgencia y relevancia de la obra, describiendo un mundo donde la paz se ve amenazada por más de 56 conflictos armados y 92 naciones implicadas.
“Este libro es un grito en la oscuridad,” sentenció, enfatizando que la justicia transicional ofrece un marco de esperanza.
Las palabras de Gil Botero resonaron con un sentido de alerta y reflexión: “Nos encontramos en un mundo entrópico, destructor, un mundo en llamas, donde los organismos internacionales parecen haber perdido la fuerza de su ideario original».
Sus afirmaciones plantean una pregunta inquietante: ¿pueden las instituciones actuales retomar su papel como garantes de la paz y la justicia?
Por su parte, Digna Isabel Durán, fiscal ante el Tribunal de la Jurisdicción Especial para la Paz, señaló que la justicia transicional no es una “fórmula universal”, pero sí un recurso indispensable para frenar la impunidad y restaurar los derechos de las víctimas.
Su análisis puso en relieve un hecho contundente: la paz duradera no es posible sin un proceso que garantice justicia y medidas para evitar la repetición de violaciones.
Cecilia Robles, representante del Ministerio de Asuntos Exteriores, cerró el acto haciendo hincapié en el apoyo de España a la Corte Penal Internacional, y en la importancia de las mujeres en los procesos de justicia transicional.
“Está demostrado que los procesos de paz que incluyen a las mujeres son más duraderos,” señaló, vinculando la inclusión de género con la solidez de los acuerdos de paz.
El libro, que incluye aportes del Papa Francisco y un prólogo del Premio Nobel de la Paz Juan Manuel Santos, ofrece un compendio exhaustivo de estudios y experiencias.
Los capítulos destacan las políticas de reparación y los retos aún pendientes en países que buscan curar las heridas de un pasado violento. En sus páginas, queda claro que la transición hacia la paz requiere no solo palabras, sino acciones coordinadas y decididas.
¿Será la justicia transicional la vía que logre consolidar una paz duradera en sociedades golpeadas por el conflicto? Las lecciones de este libro parecen indicar que, sin estos principios, la historia estará condenada a repetirse.
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