Ética y empatía, dos pilares para transformar la profesión, según el II Congreso de la Abogacía Humanista
Sobre estas líneas, la mesa redonda que llevó por título "El abogado solidario". De izquierda a derecha, Juan Cermeño Roco, Jesús de Alba Muñoz, José Christian Bertram, Javier Oliete Vivas y Alfonso Puyol Martínez-Ferrando.

Ética y empatía, dos pilares para transformar la profesión, según el II Congreso de la Abogacía Humanista

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29/11/2024 05:35
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Actualizado: 29/11/2024 00:24
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El II Congreso de la Abogacía Humanista, celebrado los pasados días 26 y 27 de noviembre en la sede del Instituto Superior de Derecho y Economía (ISDE) en Madrid, se consolidó como un espacio de reflexión imprescindible para la evolución de la profesión jurídica.

Organizado y dirigido por Martín Hernández-Palacios, presidente de Abogacía Humanista, y conducido por Marga de la Fuente, CEO de Patenbox Internacional y presentadora del programa de radio «Patenta tu éxito», el evento reunió a 45 ponentes de primer nivel que abordaron temas cruciales para repensar la abogacía desde una perspectiva más ética, cultural y humanista. Fueron 11 mesas redondas y 9 conferencias magistrales.

A Marga de la Fuente, abogada y comunicadora, le correspondió la responsabilidad de conducir la apertura del II Congreso de la Abogacía Humanista. Al mismo asistieron las tres premiadas por Abogacía Humanista: Pilar Menor, Urquiola de Palacio y María José Menéndez Arias. Foto: X.

La cultura como eje central

Hernández-Palacios, humanista convencido, defendió que la abogacía no debe limitarse a la aplicación técnica del derecho, sino que requiere una base cultural sólida. Según señaló, «un abogado debe ser una persona culta, capaz de conectar con el arte, la literatura y la historia para enriquecer su perspectiva profesional y humana». Este enfoque se materializó en actividades culturales como recitales de poesía, como el que protagonizó Carlos Manzanera, abogado, oficial de notaria y escritor, que fue presentado por María Eugenia Llamas.

Y mesas redondas que invitaron a los participantes a explorar el valor de las humanidades en la práctica jurídica, como la que llevó por título «El abogado solidario», y en la que tomaron parte Jesús de Alba, abogado fiscalista, fundador de la ONG «Bocatas», José Christian Bertram, socio de Ashurst, Javier Oliete Vivas, «Managing Director» de Jakala, «Reinserción en la sociedad de los presos de la cárcel de Estremera», Alfonso Puyol Martínez-Ferrando, abogado y profesor universitario. Moderados por Juan Cermeño Roco, director y socio del Bufete Cámara Legal Abogados.

El desarrollo de «habilidades blandas»

Una de las principales conclusiones del congreso fue la necesidad de reforzar las llamadas «habilidades blandas», a menudo relegadas en la formación jurídica tradicional.

Entre estas habilidades destacan la empatía, la inteligencia emocional y el liderazgo. Juan Carlos Cubeiro, un reconocido experto en liderazgo, talento y «coaching», con una destacada trayectoria en el ámbito del «management» –ha dirigido proyectos de consultoría estratégica para más de 300 compañías, incluyendo el 80% de las grandes empresas españolas– ofreció una de las conferencias más impactantes, centrándose en el honor como principio rector en la relación entre abogado y cliente.

Ángel Lafuente, reconocido profesor de oratoria, tuvo también una participación destacada. Durante su conferencia, subrayó la importancia de hablar con propiedad como una habilidad fundamental para los abogados, quienes tienen en la palabra su herramienta principal de trabajo​

Martín Hernández-Palacios destaca el impacto de su intervención, calificándola como un «éxito rotundo» entre los asistentes.

Lafuente puso de relieve que, aunque en todas las profesiones existe diversidad en las habilidades de comunicación, para los abogados resulta imprescindible dominar el lenguaje y expresarse de manera precisa. Esta perspectiva resonó especialmente en un congreso enfocado en reforzar las «habilidades blandas» en la formación jurídica.

La salud mental, un tema prioritario

El Congreso de la Abogacía Humanista abordó también la salud mental de los abogados, un tema tabú en muchos entornos. Se destacó la necesidad de abordar el estrés y las altas presiones que enfrentan los abogados en su labor diaria.

Una abogada compartió su experiencia personal de haber estado de baja por estrés laboral, abriendo un debate sobre cómo las demandas de la profesión pueden afectar profundamente el bienestar psicológico.

Este testimonio visibilizó un problema que suele ser tabú en el sector, y subrayó la importancia de generar entornos laborales más saludables y de brindar apoyo emocional a los profesionales.

Además, se discutió la empatía como un aspecto clave para mejorar la relación entre los abogados y sus clientes, especialmente en el turno de oficio, donde los profesionales a menudo trabajan con personas vulnerables y en situaciones críticas.

María Prados mencionó las dificultades que enfrenta este colectivo, como tratar con clientes con problemas mentales, lo que incrementa la necesidad de una atención más comprensiva. Estas reflexiones remarcaron la importancia de cuidar tanto la salud mental de los abogados como su capacidad para gestionar emocionalmente las complejidades de su trabajo.

Martín Hernández-Palacios, director del Congreso, celebrado en la sede de ISDE, calificó a esta institución educativa como de ejemplo de «abogacía humanista». Foto: Confilegal.

La ética y el liderazgo como pilares

El director del Congreso, Martín-Hernández Palacios, identificó a la ética y al liderazgo como pilares fundamentales para la evolución de la abogacía. Ambos temas fueron abordados durante el Congreso, desde diferentes perspectivas, enfatizando cómo los valores éticos deben guiar tanto la práctica profesional como la relación entre abogados y clientes.

En este sentido, el teniente coronel Agustín Carreño ofreció una conferencia sobre liderazgo humanista que fue calificado por Hernández-Palacios como de «espectacular».

Carreño, profesor de Liderazgo en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra, destacó la importancia de liderar con valores, integridad y compromiso ético, enfatizando que el liderazgo efectivo en el siglo XXI se basa en la confianza y la cohesión del equipo.

Su intervención subrayó que un líder no solo dirige, sino que se integra y colabora con su equipo, gestionando las emociones y fomentando un ambiente de confianza mutua para alcanzar objetivos comunes.

José María Gasalla, Premio Nacional de Management, resaltó que sin confianza, la relación abogado-cliente carece de solidez y efectividad.

Estos conceptos se conectaron con la necesidad de formar abogados que, además de su competencia técnica, posean habilidades para liderar con empatía y ética, reforzando así la imagen de la abogacía como una profesión que contribuye al bienestar social.

Sostenibilidad y Compliance

La sostenibilidad y el Compliance corporativo también formaron parte de la agenda del II Congreso de la Abogacía Humanista. En una mesa redonda, que moderó Silvia Madrid, «Head of Legal & Compliance Iberia», Diego Molero, director de Compliance de Renfe, Fátima Rodríguez González-Chaves, socia de Penal Compliance y sanciones internacionales en Lupicinio International LawFirm, Susana Vigaray Salinas, «Client Chief Compliance Officer» en Concentrix, y Rebeca Iturmendi, abogada de Compliance en Renault España, ofrecieron perspectivas contrastadas entre el sector público y privado.

Molero subrayó cómo el Compliance actúa como un gran garante de la ética en las organizaciones, mientras que Iturmendi destacó la importancia de comunicar adecuadamente estas políticas para garantizar su eficacia.

Además, se llamó la atención sobre cómo la evolución normativa, a través de la Directiva CSRD –ahora transpuesta a través del proyecto de Ley de Información Empresarial sobre sostenibilidad–, plantea nuevos retos para las empresas, exigiendo una adaptación constante en sus políticas de Compliance. Una reflexiones que remarcaron el rol del Compliance como una herramienta imprescindible para la sostenibilidad empresarial y el liderazgo ético.

El Compliance es ahora un eje estratégico para garantizar la ética en las empresas y construir confianza con sus «stakeholders» o grupos de interés.

Un Congreso con futuro

Con un año de preparación y el respaldo de instituciones como ISDE, el II Congreso de la Abogacía Humanista destacó por su profundidad y diversidad temática. Hernández-Palacios celebró la alta participación y el interés generado, y adelantó que ya se está trabajando en la tercera edición, que promete continuar explorando estos temas esenciales para el futuro de la profesión.

«El congreso no solo ha sido un espacio de aprendizaje técnico, sino un foro para replantear el rol del abogado en la sociedad, integrando la tradición humanista con los desafíos contemporáneos. La abogacía humanista emerge así como un enfoque necesario, capaz de transformar no solo la profesión, sino también la percepción que la sociedad tiene de los abogados. ¿Una valoración sobre nuestro Congreso de Abogacía Humanista? Mejor, imposible», concluye Hernández Palacios

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