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Opinión | El legado de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco I
Ricardo Rodríguez, doctor en derecho y magistrado, realiza una semblanza de los doce años del Papado de Francisco I, sus objetivos y sus consecuciones. Foto: EP.
22/4/2025 05:35
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Actualizado: 22/4/2025 10:30
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Las campanas retumban desde la Basílica de San Pedro hasta cada rincón en que se halla una Iglesia católica.
Ayer, 21 de abril a las 8.40 de la mañana, se comunicó una triste noticia: El Papa Francisco, el primer Papa latinoamericano, había fallecido. La noticia ha causado consternación en la comunidad católica y en líderes políticos y sociales del mundo entero.
Miles, millones, cientos de millones de católicos lloran su pérdida. Pero no, no…, debemos celebrar su vida, su vida de entrega. Francisco se une a Cristo Resucitado al que tanto amó y del que tanto predicó. Murió con las manos llenas de humanidad y el corazón vuelto hacia el Cielo.
El Pontífice había estado enfrentado a graves problemas de salud durante los últimos meses… sufría una enfermedad pulmonar crónica desde la extirpación de una parte de un pulmón en su juventud.
Pero el Domingo de Resurrección sorprendió a todos para protagonizar la bendición “urbi et orbi” por el día de Pascua y nos dio la sorpresa de subirse al papamóvil para saludar a los miles de creyentes que había en la Plaza de San Pedro, algo que no hacía desde hace meses.
Su elección supuso un cambio radical en la Iglesia. No sólo fue el primer papa jesuita de la historia, sino también el primero latinoamericano. Convivió con un Papa emérito, el alemán Benedicto XVI, una situación inédita desde hace siglos (sólo coincidieron simultáneamente dos o más papas durante el cisma de Occidente, 1378-1417).
Jorge Mario Bergoglio, el nombre que llevó hasta que adoptó el de Francisco I –en recuerdo de San Francisco de Asís– cuando asumió el Papado, deja un legado importante marcado por su sencillez, compromiso social y esfuerzos para promover la paz y la justicia en el mundo.
SU OBJETIVO: REGENERAR LA IGLESIA Y EL VATICANO
El objetivo para el que fue nombrado fue el de regenerar la Iglesia y regenerar el Vaticano después de graves escándalos.
¿Lo consiguió? Creo que sí. Veamos:
Su Papado ha durado 12 años. Y ha venido marcado por su identificación personal con los pobres, por defender a los refugiados y a las personas desplazadas por conflictos armados.
Ya desde el primer día dio síntomas de su humildad, una forma de ser que marcó su Pontificado. Ya como Arzobispo de Buenos Aires no vivía en el Palacio cardenalicio, sino en una vivienda normal, modesta; se hacía solo la comida e iba todos los días al Palacio en autobús.
Fue ordenado sacerdote en 1969; 23 años después Juan Pablo II le nombró Obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires; en 2001 le convirtió en Cardenal.
Lejos de la pompa habitual de las ceremonias para ungir a un nuevo líder de la Iglesia católica, rechazó usar la limusina papal e insistió en compartir el autobús que llevó a los otros cardenales de regreso a sus dependencias vaticanas. Tampoco quiso vivir en el Palacio Apostólico, sino que vivía en la residencia de Santa Marta, un apartamento de 40 metros cuadrados.
Hizo llamamientos a favor de la paz en diversos conflictos, el último a la reciente invasión de Gaza por Israel. “No podemos aceptar de ninguna manera el bombardeo de civiles” afirmó en enero. “No podemos aceptar que los niños mueran de frío porque los hospitales han sido destruidos o la red energética de un país ha sido golpeada”.
Tuvo constantes acercamientos a otras religiones, incluyendo históricos encuentros con líderes del Islam y del judaismo. Su visibilidad internacional como Papa ha contribuido a su influencia y a la difusión de su mensaje de paz y reconciliación.
FUE EL PAPA QUE PLANTÓ CARA A LA PEDERASTIA EN LA IGLESIA
Se enfrentó al encubrimiento por parte de la Iglesia de abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes de todo el mundo; rechazó contundentemente la “cultura de la impunidad” y afirmó que sentía necesidad de “pedir perdón personalmente” por los abusos en sí y por la protección de los abusadores por parte de las autoridades catrólicas y aceptó que la Iglesia debería estar avergonzada.
Y así optó por implementar medidas contundentes para combatir la pederastia en la Iglesia y aprobó la reforma del Código Penal de la Santa Sede… Pero sigue habiendo numerosas denuncias de sacerdotes acusados de abusos a menores que han sido trasladados a otras diócesis en lugar de ser sometidos a una investigación penal.
Realizó también reformas en la Curia, el órgano de gobierno de la Santa Sede, con el objetivo de mejorar la transparencia en las finanzas vaticanas, simplificar la burocracia y mejorar la comunicación.
Uno de los mayores hitos de su Papado ha sido a favor de la inclusión. Según Francisco, “la Iglesia no tiene cerradas las puertas a nadie” y no debe cometer una injerencia espiritual en la vida personal porque “Dios en la creacion nos ha hecho libres”.
Ha sido el primer Papa en aceptar que tomen la comunión los católicos divorciados; incluso se mostró abierto con las uniones civiles entre personas del mismo sexo, autorizando a los sacerdotes a bendecir a las parejas homosexuales, afirmando que tienen derecho a formar una familia, pero estas uniones no debían considerase matrimonios porque “sería un intento de destruir el plan de Dios”.
No obstante, mantuvo la tradición católica, oponiéndose al ordenamiento de mujeres como sacerdotes diciendo que es “un problema teológico”; eso sí, realizó cambios de gran alcance que abrieron las puertas de liderazgo a las mujeres: nombró una presidenta de la Ciudad del Vaticano, incluyó a mujeres en el orgnismo que supervisa las fianzas del Vaticano; nombró aotra mujer para dirigir la oficina administrativa, antes reservada a Cardenales; este año nombró a una prefecta del Vaticano…
¿QUÉ SENDA ADOPTARÁ EL NUEVO PAPA?
También ha sido intransigente respecto del aborto y el celibato sacerdotal; y únicamente admitió el uso de métodos anticonceptivos naturales, como son el celibato y la abstinencia
Su estilo novedoso, su carácter cálido y afable, humilde, y sus planes de reforma llevó a la prestigiosa revista Time a elegirle como “persona del año” en 2013.
Cierto es que durante su papado recibió fuertes críticas tanto de sectores conservadores, con los que se enfrentó, como de los más reformistas, que no quedaron satisfechos con sus cambios.
Empero, debemos reconocer, al menos y más allá de su primacía indiscutible en la Iglesia católica, su liderazgo ético y moral. El periodista de la BBC, Vicens Lozano, que ha cubierto el Vaticano durante más de cuatro décadas, afirma que “Francisco fue un revolucionario porque le dio un aire distinto al pontificado, que dejó de ser una monarquía y se convirtió en el líder ético y moral del siglo XXI, un siglo en el que estamos muy faltos de este tipo de líderes en el mundo”.
El Papa Francisco ha sembrado las semillas para una reforma más profunda de la Iglesia en el futuro, sin duda alguna.
Ahora el Vaticano iniciará los preparativos para celebrar las exequias del Pontífice. Tras su funeral, se reunirá el tradicional Cónclave, en un plazo máximo de 20 días, para nombrar a su sucesor, una elección que vendrá marcada por el gran número de cardenales electores designados por el propio Francisco.
¿Seguirá el nuevo Papa las reformas introducidas por el Papa Francisco o volverá a ser nombrado un Papa tradicional y conservador?, ¿será italiano o no?, ¿nombraran los cardenales un Papa asiático o africano (áreas geográficas donde crece más la Iglesia católica)?
Que el Espíritu Santo les ilumine. Nos hace falta un líder espiritual fuerte en un mundo como el actual en que existe un patente deterioro de los valores tradicionales y más alla de la religión: ética, moral, familia, educación.
Un mundo cambiante en el que prima el aquí y ahora, el dinero, la ambición, el individualismo, la insolidaridad, el egoísmo…
La ciudad de Roma se prepara para acoger a cientos de miles de fieles que llegarán a la capital italiana para despedirse del Papa Francisco.
Dios le conceda el descanso eterno y la Luz Perpetua brille para él.
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