Caso Aysha King: Una historia llena de matices legales

Caso Aysha King: Una historia llena de matices legales

|
04/9/2014 00:00
|
Actualizado: 08/4/2016 10:02
|

Los padres del niño británico Aysha King se jugaron su futuro en un órdago que puede salir bien. La Justicia británica, que detenta la guardia y custodia del pequeño, tiene la última palabra. Varios hospitales han ofrecido sus servicios.

Aysha King es un pequeño que tiene 5 años y padece un cáncer en el cerebro de difícil tratamiento. En el Hospital General de Southampton los médicos que le trataban no dieron apenas esperanzas a sus padres, Brett y Nagahmeh King, de 51 y 45 años respectivamente. 

La pareja tiene 6 hijos más y profesan la fe de los Testigos de Jehová; este es el meollo de la cuestión. 

Los padres descubrieron que todavía había esperanza para Aysha, pero fuera del Reino Unido. En Praga, en la República Checa. A través de un novedoso tratamiento a base de protones, que ataca el tumor directamente y respeta el resto de los tejidos circundantes. 

Brett King informó a los médicos que trataban a Aysha en Southampton que se iban a llevar al niño al extranjero para que recibiera tratamiento. Cumpliendo la formalidad, firmó el alta de Aysha y se lo llevó. El problema es que la guardia y custodia del niño la tenía la justicia británica. 

Su decisión disparó todas las alarmas. Los médicos del Hospital General temían, primero, que el pequeño no recibiera los cuidados que necesitaba fuera del centro y, segundo, que en el caso de que tuviera que recibir una transfusión de sangre, sus padres lo dejaran morir porque, como se sabe, los Testigos de Jehová son contrarios a tales prácticas. 

Con ese temor en el cuerpo, los médicos de Southampton lo comunicaron a la Policía y esta, a su vez, hizo lo propio con la Fiscalía, la cual solicitó a un juez la emisión inmediata de una Orden Europea de Detención y Entrega por secuestro y malos tratos contra la pareja por llevarse al menor del hospital. Fue el viernes. 

La euroorden es el mecanismo legal que ha sustituido a la extradición en Europa. Es una comunicación directa entre jueces de distintos países europeos que pueden acelerar la entrega de los buscados al país demandante en días, frente a los meses o años de la antigua extradición. Es una consecuencia directa del atentado del 11-S en Estados Unidos. 

La familia King se había desplazado en coche hasta Málaga, donde poseía una casa en la localidad de Casares. Querían venderla con el fin de reunir fondos para llevarse a Aysha a Praga, para que fuera tratado allí. Las posibilidades de éxito, con ese nuevo tratamiento de protones, estaban entre un 70 y un 80 por ciento. 

Jauría mediática 

Sin embargo, el cabeza de la familia King sabía que tenían que hacer frente a la jauría mediática que había puesto en movimiento la denuncia de los médicos del Hospital General de Southampton. King sabía que lo había hecho mal, porque la guardia y custodia no era suya, pero era consciente de que tenía una oportunidad. Una “bala de plata”, que podía dar la vuelta a todo: La oportunidad de explicarse ante el mundo, de crear empatía hacia su caso. 

Y lo hizo de una forma muy inteligente: su esposa grabó un vídeo echado en la cama de un hostal con Aysha sobre él explicando cómo le estaban cuidando, las razones por las que se habían desplazado a España y denunciando a los médicos y a la Policía por la caza desatada contra ellos. Lo subió a Youtube. 

Querían lo mejor para su hijo, explicó. Querían salvarle la vida y en el Reino Unido no había esperanza. Ellos no eran unos “bichos raros” por ser Testigos de Jehova. Eran tan humanos como el resto. 

Los padres de Aysha King fueron finalmente detenidos por la Policía Nacional en Málaga, el pasado sábado, y trasladados a Madrid. En la capital quedaron a disposición del magistrado juez del Juzgado Central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, competente en ese momento. 

Rozado el límite máximo de las 72 horas fueron puestos en libertad el martes por la  noche por orden del juez central de instrucción 4, Fernando Andreu.   

La decisión del juez Andreu vino motivada por la retirada de la euroorden por parte del Servicio de Fiscalía de la Corona británica. La Policía y los jueces españoles cumplieron con la legalidad. 

En ese espacio de tiempo, entre la detención de los King y su puesta en libertad, el Gobierno británico tuvo que hacer frente a un “tsunami” mediático. 

La intervención de Patricia King, la abuela del niño, que denunció que la Policía británica “se había pasado” después de registrar su piso en la ciudad de Southsea. “Estoy muy enfadada. Esto ha ido demasiado lejos. Brett no podía creérselo, que se publicaran fotos de Aysha en todos los periódicos y que se publicara que había secuestrado a su propio hijo”. 

Durante esas horas más de 200.000 britanicos suscribieron una petición de puesta en libertad de los padres de Aysha. Los medios de comunicación se pusieron de parte de la pareja detenida. El primer ministro, David Cameron, y su segundo, el vice primer ministro, Nick Clegg, cedieron ante la presión. 

“Es importante que este niño tenga tratamiento y el amor de su familia”, declaró después Cameron. 

Los King fueron puestos en libertad la noche del martes, 2 de septiembre. Al día siguiente, el miércoles, 3, dieron una rueda de prensa en Sevilla, en el bufete de su abogado español, Juan Isidro Fernández, quien se batió el cobre ante los medios españoles a cara de perro de forma muy eficaz. 

Los King se quejaron amargamente del trato recibido, como terroristas, por parte de la Policía y la Justicia española. Y sobre todo por el hecho de que habían estado casi 72 alejados de Aysha, internado en el Hospital Materno Infantil de Málaga. Fue una queja amarga. 

“Nos trataron como a terroristas. El hospital (británico) quería matarlo, convertirlo en un vegetal. ¿Lo haría otra vez? Sí, lo haría”, dijo Brett King a los periodistas. Había hecho lo que cualquier padre para salvar la vida de su hijo. 

Luego se desplazaron a Málaga, para ver a Aysha. 

Sin embargo, no fue un final feliz. La guardia y custodia del niño todavía pertenece a la Justicia británica. La embajada del Reino Unido desplazó al Hospital a un miembro del Consulado que este país tiene en Málaga. Y la Consejería Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta  de Andalucía hizo lo propio con un funcionario local. 

Los King pueden estar con su hijo pero la decisión final sobre el futuro de Aysha está en la decisión que tome el Tribunal Supremo, en Londres, en el curso de una sesión extraordinaria en la que se abordará el plan que tiene la familia King para llevar a Aysha Praga. Antes de que el juez competente decida si se debe devolver formalmente la guardia y custodia del niño a sus padres. 

El lado positivo 

La clínica checa, especializada en este tipo de tratamientos a base de protones, hizo público un comunicado en el que decían estar preparados para estudiar el historial del pequeño Aysha. Otros hospitales, de varios países, también se han ofrecido para tratarlo. 

Falta por ver si los padres van a continuar con su idea de denunciar a los médicos británicos por denuncia falsas y calumnias, tal como avanzó su letrado, Fernández Díaz, tras declarar ante el juez Moreno en Madrid:  “Para nada se trata de padres que hayan querido abandonar a su hijo o para nada por su condición religiosa”.  

 

Noticias Relacionadas: