La falta de compradores aboca a Unipost a entrar en fase de liquidación
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20/2/2018 05:58
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Actualizado: 19/2/2018 19:58
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La oferta que pudiera salvar el futuro del operador postal UNIPOST no ha llegado. La complejidad que supone por la normativa actual la venta de cualquier unidad productiva ha disuadido a los compradores que se acercaron con la intención de hacerse con esta empresa. “Solo la deuda a la Seguridad Social supone unos 4,6 millones de euros que se pagan de inmediato con la transmisión de la empres de unas manos a otras”. Ahora la empresa estará en un proceso de liquidación antes de su cierre.
La Administración Concursal solicitaba en la mañana de este lunes la apertura de la fase de liquidación de UNIPOST tras no haber recibido oferta para la adquisición de la unidad productiva de la concursada. De conformidad con el Auto que el Juez del Juzgado de lo Mercantil N.º 7 de Barcelona emitió el pasado 9 de enero de 2018, las ofertas deberían haberse presentado “en el plazo de 40 días naturales desde esta resolución”. El 18 de febrero, finalizó el plazo “sin haberse recibido ninguna oferta valorada como razonable”.
Según la Administración Concursal “hemos trabajado hasta el último momento para encontrar una solución a través de la venta de la unidad productiva” pero, tal y como se especifica en el documento presentado al Juzgado Mercantil N.º 7 de Barcelona, “a fecha del presente escrito esta Administración Concursal no ha recibido oferta alguna para la adquisición de la unidad productiva y la situación económica de la concursada sigue estando seriamente deteriorada, con graves tensiones de tesorería y unos créditos contra la masa que no han cesado de aumentar”.
La normativa actual sobre venta de unidades productivas, una de las reivindicaciones de algunos expertos en derecho concursal, de necesidad de cambio, no ha ayudado en nada a mejorar esta situación de una empresa UNIPOST, que llegó ya al concurso de acreedores tarde “Esta legislación es nueva y el adquiriente tiene que asumir muchas deudas e incertidumbre. No es lo mejor para que futuros compradores se hubieran hecho con esta empresa”.
Con esta normativa, el comprador de UNIPOST tendría que haber asumido toda la deuda de la Seguridad Social y el pasivo laboral, así como las sentencias de pleitos que hayan tenido lugar antes del concurso “que serían del propio adquiriente de la compañía, lo que disuade a comprar este tipo de empresas”. No es de extrañar que se pida dicha reforma normativa porque en este tipo de situaciones se disuade de comprar por parte de terceros.
Un concurso tardío
UNIPOST instó a concurso voluntario de acreedores el pasado 12 de julio por insolvencia, con unos activos de 40,6 millones de euros frente unos pasivos de 47,4 millones de euros. Tras la solicitud de despido colectivo el pasado mes de octubre, la delicada situación económica de la empresa se agravó teniendo en cuenta la imposibilidad de satisfacer obligaciones a vencimiento con la tesorería generada por la explotación ordinaria del negocio; la inviabilidad del convenio de acreedores; y la dificultad para encontrar un fondo de inversión y/o empresa interesados en la compra de la Unidad Productiva de UNIPOST.
El proceso de liquidación de Unipost supone contactar con todos los clientes principales para hacer el llamado cierre ordenado de la empresa.
La entrada en concurso hizo que ese 30% de clientes que la empresa tenía en administraciones públicas se resintiera, al igual que la propia financiación bancaria de la propia entidad que se redujo considerablemente. Todo juega en la contra de una empresa cuando toma el paso de presentarse el concurso. “En una situación de este tipo se trataba de controlar las propias perdidas de la entidad”, señalan desde su administración concursal.
Desde el citado Administrador concursal se indica a CONFILEGAL que “el proceso de liquidación supone contactar con todos los clientes principales para hacer el llamado cierre ordenado de la empresa. Este es un proceso que se hace desde esta administración concursal, cuando se hace la liquidación automáticamente se cesan las facultades empresariales y la gestión recae directamente en ella”. Con ese cierre ordenado se pretende recuperar las garantías depositadas y evitar al máximo las penalizaciones futuras.
UNIPOST, a sugerencia de dicha administración concursal planteó un ERE para la totalidad de los 2.500 empleados existentes “se presentó en octubre del pasado año y se ha ido ejecutando de forma progresiva para ir ajustando la plantilla a las operaciones de la empresa. Ese ERE como la propia actividad de la empresa debería estar concluida el próximo mes de mayo”
Mayo: fecha prevista cese de actividad
Desde ese mes de mayo próximo estará más cercano el cierre de esta empresa, “A partir de ahí se trataría de liquidar los activos existentes: la nave, máquinas. Estos activos tienen cargas hipotecarias, con lo cual es complicado procesar el final de todo este proceso”.
En este periodo de liquidación que se abrirá próximamente “se debe contemplar también un periodo de venta de unidad productiva. Aunque pensamos que ya no habrá ninguna oferta de compra, este plan de liquidación obliga a prever una fase de la venta”. Otra de las cuestiones es liquidar con los trabajadores “no generar más nómina si no hay ingresos de clientes”.
Respecto a los acreedores, desde esta administrador concursal gestionado desde JAUSAS se nos indica que “hay que pagar los créditos contra la masa y el primer acreedor que hay es el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) , el primero y el único que cobrará. Hay mucha deuda laboral en estos momentos. No vamos a llegar a pagar a Seguridad Social y Hacienda en esta situación”, aclara.
El futuro de los trabajadores no es muy halagüeño; muchos acabarán en el desempleo y otros encontrarán algún otro trabajo “Otra cuestión hubiera sido si se hubiera comprado la empresa o una parte de ella, pero al no haber nada, los trabajadores acabarán en el FOGASA para recuperar una parte del dinero”. El panorama no puede ser más desalentador en estos momentos.
Desde la administración concursal se insiste en que “en su momento estudiaremos la pieza de calificación del concurso de cara a saber porqué se ha llegado a esta situación. Y saber realmente cuales han sido las causas que han desembocado en esta situación, si el propio mercado o falta de diligencia en la gestión de la entidad”.
Desde el sindicato CCOO se ha acusado a el director de Unipost, Pablo Raventós, como único responsable de la liquidación y el cierre de la empresa, por lo que ha asegurado que emprenderá acciones legales contra él, según ha informado este lunes el sindicato en un comunicado. Asimismo, lamentan que el Gobierno «haya dejado morir a la compañía sin impulsar iniciativa o proyecto alguno que buscase su viabilidad.
La propia organización sindical ha subrayado que el cierre de Unipost supone la pérdida de empleo de alrededor 2.400 trabajadores directos y de centenares indirectos, lo que obligará a recomponer el sector postal español y tendrá un «claro» impacto en su atomización, desarticulación y precarización. La administración concursal ha realizado dos expedientes de regulación de empleo (ERE) que han supuesto el despido de 801 trabajadores y el cierre de 24 centros, por lo que la plantilla ha quedado reducida a alrededor 1.300 empleados.
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