La ‘doctrina Pantoja’, un ejemplo contra la corrupción

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21/11/2014 00:00
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Actualizado: 08/4/2016 10:24
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Yolanda Rodríguez, directora adjunta de Confilegal.com

La entrada en prisión de la tonadillera Isabel Pantoja lanza un aviso claro para navegantes: en casos de corrupción será difícil que se suspendan las penas de cárcel, aunque éstas no superen los dos años, y hablemos de personas que no tengan antecedentes penales.

Así lo adoptó, en su momento, la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga cuando ordenó el ingreso de varios penados en el caso Pantoja con condenas inferiores a los dos años sentará doctrina, entre ellos la tonadillera, de ahí que hablemos de la “doctrina Pantoja”. 

La llamada «doctrina Pantoja», podría propiciar el encarcelamiento de otros treinta acusados del “caso Malaya”, que fueron sentenciados a penas inferiores a los 24 meses, cuyos recursos el Supremo tiene que resolver. 

Pese a las críticas que ha generado esta doctrina, es preciso indicar que –como bien señalaba la Sala en sus argumentos-, el hecho de no decretar el ingreso en prisión depende siempre, en última instancia, de la decisión de los jueces y su ponderación sobre otros factores. Por ejemplo, en este caso, Isabel Pantoja no ha mostrado arrepentimiento y, además, su manera de proceder blanqueando dinero conseguido ilegalmente por ex pareja, Julián Muñoz, los convertía a ambos en paradigma de la ilegalidad criminal en el aprovechamiento privado y torticero del patrimonio público.

El cambio de criterio que se había seguido hasta la fecha se produce por la presión social, una presión que se ha visto incrementada en los últimos meses como consecuencia del aumento en los casos de corrupción. Algo que ha hecho saltar todas las alarmas como refleja la última encuesta del CIS, donde la corrupción es el segundo problema que más preocupa a los ciudadanos, con un 42,3 por ciento.

Está bien que las personas que cometen un delito sean castigados y, si es indicado, entren en prisión. Sin embargo, resulta algo sospechoso que algunos políticos, lleven tiempo con condenas mucho mayores esperando un indulto y en la calle, como es el caso de Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación de Castellón y del PP en la provincia castellonense.  Fabra fue condenado a cuatro años de cárcel por defraudar a Hacienda casi 700.000 euros entre los años 1999 y 2003. A quien el Gobierno denegó este viernes el indulto.

Pero eso sí, se ha visto entrar en prisión a todo un personaje mediático para cumplir una pena de prisión de dos años por un delito de blanqueo. Esperemos que este caso sirva de referencia. Que los numerosos casos de corrupción que actualmente están en los juzgados y tribunales españoles sigan “la doctrina Pantoja”, que no se produzcan indultos relacionados con estos temas, como aseguró el ministro de Justicia, Rafael Catalá.  

La entrada en prisión de Isabel Pantoja no debe ser un brindis al sol, sino un ejemplo a seguir. 

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