Claro José Fernández Carnicero en una imagen de 2012, cuando era vocal del CGPJ; esta foto fue hecha en el Salón de Pasos Perdidos del Tribunal Supremo con la toga y las distinciones preceptivas de un vocal del órgano de gobierno de los jueces. Confilegal.
Ha fallecido Claro José Fernández Carnicero, vocal del CGPJ 2008-2013
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07/3/2016 14:14
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Actualizado: 20/12/2017 18:17
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Claro José Fernández Carnicero (Lillo, Toledo) hubiera cumplido 68 años el próximo 19 de marzo si su corazón no hubiera dejado de latir hoy, a las 12 de la mañana, después de una lucha que ha durado más de dos meses.
Sus compañeros exvocales del Consejo General del Poder Judicial (2008-2013) no pudieron contar con su presencia en la comida anual que celebraron el 15 de diciembre pasado en Madrid porque ese día le intervenían quirúrgicamente en el Hospital Clínico, donde ha estado ingresado desde entonces.
Nadie esperaba un desenlace como este.
Si hubiera que definir, como persona, a Claro José -y es consenso generalizado entre todos sus amigos y las personas que le han tratado profesionalmente- habría que acudir obligatoriamente a los versos de Antonio Machado: «Era un hombre, en el buen sentido de la palabra, bueno». El mejor título que un ser humano puede recibir como resumen de su vida.
«Claro José era, por encima de todo, una persona honesta y un trabajador incansable. Un gran lector. Era todo generosidad. Como don Quijote de la Mancha, si encontraba una injusticia, se implicaba hasta el fondo en la causa», cuenta Miguel Ángel Luelmo, su compañero de colegio y gran amigo, magistrado del Tribunal Supremo, al que le unía una amistad de 54 años.
Claro José Fernández Carnicero se convirtió en inspector de Hacienda en 1973, por oposición, y más tarde -también por oposición- en letrado de las Cortes Generales, en 1979.
Fue un testigo directo -y privilegiado- de la Transición española, con su trabajo técnico.
Entre 1988 y 1990 fue jefe del Departamento de Estudios del Congreso de los Diputados, y entre ese año y 1996, director de Relaciones Parlamentarias de la Cámara Alta.
De 1996 a 2000 sirvió como subsecretario de Medio Ambiente, cuando la titular de la cartera era Isabel Tocino, en el primer gobierno de José María Aznar.
Durante ese periodo coordinó el seminario internacional sobre «Quality Management in Public Administration», del que estaba muy orgulloso.
De regreso al Parlamento, en abril de 2002 fue nombrado letrado mayor y jefe del Departamento de Estudios del Senado, hasta septiembre de 2008, en que se convirtió en vocal del CGPJ a propuesta del Partido Popular.
Durante esos cinco años, hasta 2013, formó parte de la Comisión Presupuestaria del órgano de autogobierno de los jueces y de la Comisión de Estudios e Informes.
Sus compañeros de entonces, que le tenían gran aprecio, le recuerdan como un hombre muy meticuloso y riguroso en su trabajo; se leía todo. Y no dejaba de intervenir en todas y cada una de las Comisiones de Calificación -la que seleccionaba a los candidatos a puestos de responsabilidad en el poder judicial-, con preguntas agudas y certeras.
Como se suele decir, Claro José tenía la cabeza muy bien amueblada. Porque fue, además, profesor de derecho Constitucional en el Colegio Universitario Luis Vives y en el CEU, presidente de la Fundación cultural Tomás Moro y académico correspondiente en Lillo, Toledo, su ciudad natal, de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, además de autor de múltiples trabajos en prensa diaria y revistas especializadas.
A Claro José Fernández Carnicero le tocó vivir uno de los momentos más traumáticos en la historia del CGPJ: la dimisión de su presidente, Carlos Dívar.
Sin embargo, a pesar de todo lo sucedido, creía firmemente en la independencia del poder judicial. Como lo prueba la defensa cerrada que hizo el 21 de marzo de 2013 en la conferencia «Potestad jurisdiccional y poder judicial en el Estado de Derecho», en la Real Academia de Jurisprudencia, en Madrid.
Durante la misma, que marcó su incorporación como nuevo académico de esta institución, llegó a proponer la desaparición del Ministerio de Justicia y la asunción de todas sus funciones por el CGPJ. Pocas veces antes alguien fue tan lejos en este asunto.
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