En el Supremo se abre la idea de que la carrera judicial elija al presidente del CGPJ y del TS de entre los magistrados del Alto Tribunal
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29/8/2024 00:45
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Actualizado: 30/8/2024 11:08
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Nadie esperaba que se fuera producir un bloqueo como este en la elección de la persona que ocupe la Presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS).
Los 20 nuevos vocales este octavo CGPJ de la historia han empatado tres veces en este intento. Ninguno de los candidatos ha obtenido los 12 votos necesarios y obligatorios para hacerse con el puesto.
Lo peor es que esto puede ir para rato, si se empeñan en los 7 nombres propuestos. Tampoco se prevé ningún cambio en el Pleno fijado para el próximo lunes, 2 de septiembre.
Por eso, según ha podido saber Confilegal, se está abriendo la idea entre los magistrados del Tribunal Supremo de una solución imaginativa que, además, contribuiría a combatir este «pecado original» de que la elección de los vocales se haya realizado por acuerdo entre los dos principales partidos, el PSOE y el PP.
Consistiría en que los 5.630 miembros de la carrera judicial fueran los que finalmente eligieran al presidente de entre los magistrados del Tribunal Supremo que se postularan al cargo, por voto secreto y directo.
De la misma forma a cómo se eligen a los miembros de la Comisión de Ética Judicial (no votarían en este caso los 217 jueces y magistrados en excedencia).
MARÍN CASTÁN TENDRÍA QUE HACER LA OFERTA DE LA PLAZA A LOS MAGISTRADOS DEL SUPREMO
Para ello sería preciso que los 20 vocales, a los que el artículo 586 de la Ley Orgánica del Poder Judicial confiere la responsabilidad del nombramiento del presidente, que dieran su visto bueno.
La oferta de la plaza a los 55 magistrados que componen a día de hoy el Alto Tribunal tendría que ser realizada por el actual presidente en funciones del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán –presidente a su vez de la Sala de lo Civil de este órgano judicial–; en el plazo de 7 días, presentarían sus candidaturas y sus currículums.
Dichas candidaturas serían sometidas a la votación de la carrera judicial 20 días después. La persona que obtuviera más votos sería la que se alzaría con la Presidencia del CGPJ y del TS, lo que tendría que ser refrendado en el Pleno por los vocales.
En el Supremo son conscientes de que la apuesta es lo que se denomina en el mundo anglosajón un «long shot», una apuesta arriesgada, con pocas probabilidades de salir, pero probabilidades al fin y al cabo.
La otra solución pasaría porque los dos bloques de vocales pasaran a una segunda fase, proponiendo otra lista de magistrados candidatos diferente a la votada hasta la fecha.
Y que de la misma saliera la persona que reuniera los 12 votos «de oro» que acaben con este impás inesperado que está convirtiendo al nuevo CGPJ en una prolongación del anterior. Candidatos, haylos.
También cabe la posibilidad de que la persona elegida sea un jurista de reconocido prestigio.
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