Ashurst elige a Cristina Calvo como socia directora para Europa

Ashurst elige a Cristina Calvo como socia directora para Europa

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27/9/2016 06:56
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Actualizado: 27/9/2016 07:43
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Cristina Calvo pasa del Consejo Mundial de Ashurst, donde ha colaborado en la revisión estratégica de la firma, a dirigir su región europea. Coordinar las diferentes oficinas que este despacho internacional posee en el Viejo Continente será a partir de noviembre su nuevo cometido.

Europa fue en su momento el primer escenario de expansión de este despacho anglosajón. Al margen de Londres, países como Alemania, Bélgica, Francia, Italia y España permiten en alguna ocasión el trabajo conjunto como suele hacerse en la venta de activos inmobiliarios de forma simultánea en estos países. Se da la circunstancia que la oficina de Madrid es una de las más rentables en estos momentos.

Nuestra entrevistada ha sido la única mujer  «y española”, subraya, que ha pasado por el Board o Consejo de Administración a nivel mundial, actividad que ha compaginado con su trabajo diario en el terreno inmobiliario en los últimos cinco años “En este cometido ya estaba como interlocutora de las oficinas europeas de Ashurst, trabajo que voy a seguir desempeñando en el futuro”.

Desde esa posición de privilegio en un despacho internacional Cristina Calvo, quien también es socia en España de la firma y responsable del área inmobiliaria, ha observado los cambios importantes que se están desarrollando en la abogacía de los negocios “Los cambios son notables y suponen un desafío para todas las firmas. La crisis ha reducido el número de operaciones y eso ha repercutido en los precios”.

A su juicio “ahora los clientes valoran mucho más el valor estratégico que puedas aportar al cliente frente a otros servicios habituales. De hecho en muchas firmas lo que se está generando es un cambio estructural; ya no se trabaja por jurisdicciones sino que se hace por sectores de actividad, donde el abogado debe ser un especialista del mismo”.

Cristina lleva trece años en la oficina de Ashurst Madrid, una de las más representativas de este bufete. Ha sido testigo directo de su desarrollo e implantación en nuestro país. “Somos un equipo de trabajo real. Nos ayudamos mucho y hemos hecho propia la cultura del despacho que es espectacular”. A nivel de cliente señala que “nuestros clientes valoran mucho de nuestro trabajo que conocemos muy bien su sector y eso les genera confianza”.

De hecho en el área inmobiliaria que ella misma dirige en Madrid se gestionan todas las actividades que tienen que ver con esta práctica “Siempre trabajamos con equipos mixtos, liderados por un socio que conoce bien ese sector y dirige el asunto. Hay que darse cuenta que en cualquier operación de compra venta hay que tener en cuenta las diversas variables fiscales, laborales o de cualquier tipo”.

En un momento como el actual, el cliente no quiere compartimentos estancos en el funcionamiento de los despachos y necesita soluciones rápidas y bien fundamentadas a sus controversias “Sobre todo lo que busca es que le puedas dar una visión de conjunto de la operación y sus riesgos, Al final el abogado se convierte en un partner del cliente, quien pide consulta para otros asuntos derivados del principal.”

LAS MUJERES EN LA PROFESIÓN

Pese a que las mujeres abogadas son mayoría en esta profesión, aún a nivel de responsabilidades directivas su presencia escasea. En Ashurst, María José Menéndez es desde hace varios meses socia directora, al igual que Pilar Menor en DLA PIper en España o Rosa Vidal en Broseta. En firmas más pequeñas encontramos a Isabel Dutilh en Argali Abogados y a Antonia Magdaleno en el despacho que lleva su nombre. Pocas socias directoras aún en la abogacía de los negocios.

A nivel europeo, la promoción de Cristina Calvo recuerda la de Lucia Lorente, desde hace más de un año Directora de Operaciones para todas las oficinas europeas de Hogan Lovells. “Que la mujer tenga más presencia directiva depende de varios factores. Uno de ellos, es que a veces los abogados hombres deciden por ti en algunas situaciones concretas”, indica.

Y el otro elemento tiene que ver con la mentalidad de la propia abogada “Ahora con la tecnología que existe uno puede trabajar desde cualquier lugar del mundo y dar el mejor servicio al cliente. Creo que aún la mujer tiene que darse cuenta que es capaz de hacer las cosas igual que el hombre. Compaginar el trabajo con la vida diaria es posible-ahora”. A su juicio, las mujeres tienen que dar un paso adelante y deben ser más visibles en la profesión.

En su opinión, los tiempos han cambiado. “Ya no se trata que estés todo el día en el despacho trabajando. Lo importante son los resultados y que te sepas organizar. Los socios en las firmas tenemos la responsabilidad de marcar tareas y tendencias. Los propios clientes también lo entienden y advierten que estamos siempre en los momentos que se nos necesita”. La conciliación, es por tanto, cuestión de todos.

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