La DGT impulsará un plan de choque para frenar la sangría de accidentes de tráfico
Gregorio Serrano, nuevo director General de Tráfico, en el centro imagen, con autoridades.

La DGT impulsará un plan de choque para frenar la sangría de accidentes de tráfico

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05/1/2017 05:58
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Actualizado: 19/8/2020 11:22
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Este martes el nuevo director general de Tráfico Gregorio Serrano presentaba un preocupante balance sobre siniestrabilidad viaria respecto al año 2016. Los accidentes mortales solo en vías interurbanas han crecido un 1,4 por cien, el número de fallecidos otro 2,6 % y el de heridos un 4,3 al llegar a 5.067 hospitalizados. Suenan las alarmas y la DGT pondrá en marcha un Plan de Choque necesario para frenar esta tendencia.

Nuestra publicación ha pedido a expertos como Daniel Vosseler, Javier López Garcia de la Serrana y José Blas Valero que ofrezcan su punto de vista sobre esta coyuntura negra. Durante el pasado año se produjeron 1.038 accidentes mortales en vías interurbanas en los que fallecieron 1.160 personas y otras 5.067 necesitaron hospitalización como consecuencia de las heridas sufridas. Estas cifras suponen aumentos del 1,4% (+15) en accidentes mortales; 2,6% (+29) en el número de fallecidos y 4,3 % (+209) en heridos hospitalizados.

Daniel Vosseler, es abogado experto en la defensa de víctimas de accidentes de tráfico. “Pese a que pueda parecer rompedor creo que la principal causa de siniestrabilidad es el estres por encima de cualquier otra. Al mismo tiempo hay que hacer una apuesta firme y contundente por la educación vial. El dato que hay que relacionar el estres es con el envejecimiento de la población, muy preocupante”.

Para este letrado “hay que hacer revisiones médicas de primer nivel a los conductores por encima de sesenta y cinco años de edad, con posibilidad que el médico alerte a la DGT que determinadas personas no estén en condiciones de conducir. Al mismo tiempo estas personas deben volver a realizar cursos de adaptación a la normativa de tráfico. Se trata de ponerse al dia y conocer la normativa nueva vial, con veinte horas sería suficiente”.

A juicio de este abogado, los datos tanto en mortalidad como en los heridos graves, por encima de los 5.000 revelan que algo está fallando en la estrategia de seguridad vial del país. “solo en Cataluña hay mil heridos graves, dato aterrador que indica que en nuestro país la cifra se puede haber disparado a los diez mil”, comenta Vosseler. Otros datos de UNESPA, patronal del seguro hablan de 140.000 heridos en estos últimos años de ellos un 8 por cien de consideración grave.

Daniel Vosseler, abogado experto en la defensa de víctimas de accidentes de tráfico.

Otros datos que acompañan a este incremento de la siniestrabilidad tiene que ver con la antigüedad de nuestros vehículos y el mal estado de las carreteras “pero insisto el problema es humano, observamos a mucha gente mayor que se mete en las rotondas en contra dirección. Llegar a la siniestrabilidad cero es imposible, pese a que seas buen conductor nadie se libra de un ictus o un ataque al corazón”.

Necesidad de mejorar la educación vial

Vosseler recuerda que los profesores de seguridad vial no tienen permiso para dar las clases en las escuelas “es la policía quien se encarga de este tema. No se entiende que sean ellos los que se encarguen de explicar seguridad vial a los niños. Quien tiene que dar formación vial son los profesores de autoescuela, sobre todo. Hay que configurar realmente la asignatura en las escuelas con profesionales que conozcan este tema”.

Respecto al carnet por puntos y su viabilidad, nuestro interlocutor señala que lo adaptamos del Código francés viario “con los datos que tenemos ha sido un fracaso su implantación y no ha servido para frenar esta sangría de accidentes. Poca gente conoce la amplitud de causas de retirada del carnet de conducir. Se tenía que haber centrado en cinco o seis causas muy concretas. Hay más de veinte causas de retirada del citado carnet y no ha sido efectivo”.

Para este experto abogado en seguridad vial, el impacto en la conducción del alcohol y las drogas es muy elevado “a los conductores con problemas de alcohol no hay que enviarles a la autoescuela y sí al médico para resolver su problema y entrar en terapia”, apunta Vosseler. También habría que incorporar la figura del psicólogo vial “junto con la multa que se le mete habría que adivinar porque tiene determinados comportamientos y saber porque va a 80 km hora donde va a 30 km hora”.

Es fundamental introducir en el Código Penal la figura del dolo eventual en los delitos de tráfico. Ante actuaciones lesivas las muertes no pueden ser gratuitas

Daniel Vosseler habla “de la cadena perpetua de dolor, es la situación por la que pasan los familiares de las víctimas mortales de accidentes de tráfico. “Los datos de tráfico no contabilizan las zonas urbanas, no se han contando las grandes ciudades con lo cual la mortalidad es brutal por desgracia”.

Sobre el plan de choque que se anuncia en la DGT, Vosseler habla de insistir con la concienciación a los ciudadanos de lo peligroso que es ir al volante y los riegos que puede generar “Más campañas de concienciación y reforma del Código Penal, hay accidentes de tráfico como las carreras por autopista que son más homicidio que otra cosa. Creo que es más un delito doloso que imprudente. No parece justo que en dos años y medio de cárcel salgan de nuevo”, subraya.

Para este experto hay que introducir la figura del dolo eventual en los delitos de tráfico “no puede ser las muertes de tráfico gratuitas cuando la actuación es manifiestamente lesiva. Conducir borracho y drogado hay que darle el tratamiento de un homicidio doloso con lo cual las penas serían de doce a catorce años de prisión. Con esos comportamientos lo lógico es que se mate a alguien, lo anecdótico es que no pasara nada”.

Reforma del Código Penal fallida

Por su parte Javier Lopez García de la Serrana, director del despacho Hispacolex y presidente de la Asociación Española de Abogados Especializados en Responsabilidad Civil y Seguro, destaca que “tras los nefastos datos sobre la siniestralidad vial, es lícito pensar que los mismos son el resultado -en parte-de la reforma llevada a cabo en el Código Penal, que vino a derogar el Libro III relativo a las faltas, desapareciendo la tipificación del artículo 621 Código Penal y la tramitación que hasta ese momento se hacía por la vía penal de los accidentes de circulación en los casos en los que se deriva a juicio de faltas”.

Javier Lopez García de la Serrana, director del despacho Hispacolex.

Desde su punto de vista subraya que si bien es cierto que la intención del Gobierno tras la despenalización de las faltas fue la de descongestionar los Juzgados, así como la de pretender impulsar a las Cías aseguradoras de los vehículos para que comenzaran a utilizar la mediación para la resolución de los conflictos, a través de la correspondiente Ley de Mediación, “la realidad es que la despenalización de las faltas ha supuesto una disminución ius puniendi que recaía sobre los ciudadanos, lo que muy probablemente ha influido en el aumento de la siniestralidad en nuestras carreteras y lo que a futuro supondrá un aumento en el importe de las primas de nuestros seguros de autos”.

Deben penalizarse las imprudencias leves con resultados de fallecidos, aumentar las penas para las imprudencias graves, e instaurar de una forma obligatoria el reciclaje en la formación de conductores

Este prestigioso abogado señala que “desde el colectivo de las víctimas de accidentes de tráfico se han iniciado numerosas actividades tendentes, no solo a la revisión de la calificación penal de las imprudencias graves, sino la de insistir en que las imprudencias, aunque que sean leves, si llevan aparejadas un efecto mortal, vuelvan a tener un reproche penal”.

Sobre cómo revertir esta situación indica que “no pasa solo por el endurecimiento de las penas, que evidentemente es un arma disuasoria que nos hace ser más conscientes de la transcendencia de nuestros actos, sino también por la concienciación sobre la importancia de la educación vial, para lo cual debería estudiarse la necesidad de implantar la obligación de realizar periódicamente un reciclaje por parte de todos los conductores”.

En su opinión “los datos conocidos sobre el aumento de la siniestralidad vial son desalentadores, pero los mismos deben de servirnos de acicate para poder trasladar al Gobierno la necesidad de sentar unas nuevas bases sobre las que se penalice las imprudencias leves con resultados tan dramáticos como la existencia de fallecidos, que se aumente las penas para las imprudencias graves, así como que se fomente y se instaure de una forma obligatoria el reciclaje en la formación de conductores”.

Autoescuelas reclaman más formación para los automovilistas

Por su parte, José Blas Valero, vicepresidente de CNAE, Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas señala la necesidad de reciclar a los propios conductores “deberían pasar por un curso inicial de manera obligatoria sobre seguridad vial y primeros auxilios y tener un reciclaje periódico de su conocimiento del volante. . Es por todos sabido que en el sector de los conductores profesionales existe menos siniestralidad que los no conductores no profesionales, esto es debido, entre otras cosas, a que tiene obligación de realizar un curso de reciclaje cada 5 años.

José Blas Valero, vicepresidente de CNAE, Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas.

Desde su punto de vista los factores que generan la mayor parte de los accidentes se resumen en: factor humano, factor vehículo y factor vía. José Blas Valero reconoce el esfuerzo que se ha hecho en la innovación de la seguridad de los vehículos y en las carreteras “Sin embargo, no se pone suficiente énfasis en el factor humano, siendo este precisamente el factor que más contribuye a la accidentabilidad (está presente entre un 70 y un 90% de los accidentes de tráfico)”.

Es un caso común que el alumno pase por la Autoescuela únicamente para hacer test, realizar un numero de prácticas determinado, que en muchos casos resulta insuficiente y lanzarse al examen a probar suerte

El presidente de las autoescuelas españolas se queja de que es “un caso común que el alumno pase por la Autoescuela únicamente para hacer test, realizar un numero de prácticas determinado, que en muchos casos resulta insuficiente y lanzarse al examen a probar suerte. Sin embargo, cuando se pierde el permiso, en cambio, si se le obliga a recibir una formación para «reeducar y sensibilizar».

Quizás se retirarían menos permisos si se «educase y se sensibilizase» desde la base, y no únicamente tras infringir. Con respecto al factor humano, lo único que se certifica a día de hoy, es que reúne los requisitos psicofísicos mínimos para continuar conduciendo. Certificación que, por cierto, en muchos casos, carece del rigor esperado, pues más que una revisión de capacidades, en determinados centros parece más bien el pago de una tasa que un examen psicofisico.

Respecto al carnet por puntos lo considera efectivo pero observa que serían necesarias algunas modificaciones “por un lado en cuanto al contenido, que debería ser actualizado con más frecuencia y a la vez, al igual que en la obtención del permiso, se debería de implementar como obligatorio unas horas de primeros auxilios básicos, por otro lado hay casos especiales, como son los infractores reincidentes por alcohol o drogas, o cualquier infracción muy grave que deberían de ser tratados caso por caso, ya que, parece ser, que un simple curso de sensibilización no es suficiente para concienciar a determinados conductores”.

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