María del Castillo: “Los mediadores nunca interferimos en el trabajo de los abogados”
María del Castillo, autora del libro “La Escuela Integradora. Para el ejercicio personal y profesional de la mediación”.

María del Castillo: “Los mediadores nunca interferimos en el trabajo de los abogados”

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20/3/2017 09:05
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Actualizado: 20/3/2017 09:07
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A caballo entre su Sevilla natal y la capital de España, ciudades en donde ha presentado recientemente su libro “La Escuela Integradora. Para el ejercicio personal y profesional de la mediación”, María del Castillo, fiscal sustituta y mediadora, tareas en las que invierte su tiempo de forma paralela, explica a CONFILEGAL qué cambios habría que hacer para que la mediación tuviera el arraigo que ya disfruta en otros países sobre todo de corte anglosajón.

Para Del Castillo, “la mediación tiene que existir porque hay asuntos que no se resuelven en un proceso judicial”, afirma.

A su juicio es fundamental cambios en las Leyes de Enjuiciamiento Civil y Criminal para introducir de forma normal la mediación como procedimiento, al mismo tiempo que el Ministerio de Justicia fomente la mediación desde una campaña institucional para dar a conocer sus virtudes.

En ese libro que acaba de publicar pretende ayudar a los profesionales de la mediación en su desempeño. Recoge algunas de las investigaciones de la autora sobre la materia durante los últimos siete años, así como las conclusiones sacadas de la observación de la realidad social, de la práctica y de la dogmática de la Mediación.

María del Castillo Falcón nació en Lebrija y ha desarrollado su carrera profesional tanto en Sevilla como en Madrid. Comenzó a ejercitar su vocación docente e investigadora en el Departamento de Derecho Penal y Procesal de la Universidad Hispalense.

Es jurista especialista en Derecho Penal, Violencia de género, Menores, Mediación y Resolución de Conflictos y, actualmente, es la Responsable de Formación y Formadora principal en el Instituto de Mediación Integradora, así como precursora de la Escuela que da nombre a la mencionada Institución.

Doctora en Derecho, por la Universidad de Sevilla, y ostenta dos Licenciaturas, una en Derecho, por la Universidad de Sevilla y otra en Criminología por la Universidad Europea de Madrid, así como varios Títulos de Experto, entre ellos el de Especialista en Mediación Familiar, el de especialista en Mediación Civil y Mercantil.

En el ámbito profesional, tras ejercer como abogada durante tres años, desempeñó el cargo de juez sustituta desde 1998 hasta 2004, año en el que fue nombrada por concurso de méritos fiscal sustituta, ejerciendo como tal, por diferentes periodos, desde ese año y hasta 2016, en la Fiscalía Provincial de Sevilla, con una breve incursión como Letrada de la Administración de Justicia.

Cultiva y aplica la Mediación desde lo personal en cada actividad profesional que ejerce, y ha desempeñado la profesión de mediadora en el ámbito de la Mediación intrajudicial, así como en el privado, en los intervalos profesionales en los que no ha ejercido en como juez o fiscal.

Además, ha sido Profesora de Grado en la Universidad Europea de Madrid, de la asignatura «Mediación y Resolución de Conflictos», elaborando el programa en su integridad.

El Congreso ha pedido mediante una Proposición No de Ley que se regule la mediación en nuestro país. ¿Qué debería hacerse realmente para que esta actividad extrajudicial se potencia?

Es una buena noticia que nuestros parlamentarios ya adviertan la necesidad de desarrollar la mediación en nuestros país. La propia Unión Europea (UE) ya nos ha recomendado que el camino es ése, la potenciación de la mediación.

Es evidente que tenemos un problema cultural, y que a diferencia de países anglosajones la falta de conocimiento de la mediación ha frenado su desarrollo desde aquella ley 5/2012 de Mediación Civil y Mercantil de la que ahora se cumplen cinco años.

Medidas ya las han comentado muchos expertos, poner obligatoria la sesión informativa en la que se explica la mediación en muchos asuntos, e incluso imponer sanciones en forma de costas a aquellos que no hayan ido a mediación y perdieran el asunto

Pero el sistema anglosajón es muy diferente al nuestro…

Desde luego, en nuestro caso todo pasa por impulsar la normativa adecuada de cara a que se impulse esta actividad como método alternativo a los procedimientos judiciales tradicionales. Hay que darse cuenta que tanto la citada Ley de Mediación Civil como el Real Decreto que la desarrollaba han sido insuficientes para este cometido de expandir la mediación.

¿Qué cambios normativos sugiere?

Es el momento de impulsar la legislación sustantiva y afrontar reformas en la Ley de Enjuiciamiento Civil y la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal, de cara a que esta nueva forma de resolver los conflictos tenga cabida en nuestro ordenamiento jurídico.

En el enunciado de dichas normas se habla del uso del procedimiento ordinario en determinados casos. Por eso hacer sendos cambios y hablar del uso de la mediación en determinados asuntos no es tan complicado modificar.

La Administración de justicia es la principal interesada en estos cambios para que la mediación ayude a desatascar nuestros juzgados. Por otro lado, los propios mediadores estamos convencidos que el desarrollo de la mediación tiene aún un recorrido importante que cubrir.

¿Haría falta alguna campaña institucional para que la mediación se conociera?

La gente tiene que estar bien informada de lo que es la mediación. Una campaña de difusión con el apoyo de la televisión, radio, vallas de autobuses y andenes de Metro, además de las redes sociales ayudaría a que se conociera el concepto de cultura de paz y de diálogo que impregna la mediación. Desde luego ayudaría a que nuestra sociedad se abriera a este tipo de metodología de resolución de conflictos.

¿Qué lugar debe ocupar la mediación en nuestra sociedad?

Es una pregunta complicada de responder. Ahora mismo, por ese problema cultural del que hablábamos está muy en el aire. Pero creo que tiene entidad por sí misma, igual que hay abogados civilistas, laboralistas o de familia, tiene que existir la mediación porque hay asuntos que no se resuelven por un proceso judicial.

María del Castillo, fiscal sustituta y mediadora.

¿Sigue siendo la abogacía un freno para el desarrollo de la mediación?

No se puede generalizar que en todos los casos sea así, pero es evidente que hasta ahora no han ayudado mucho en su impulso posterior. Muchos abogados te comentan de forma equivocada que eso de la mediación lo llevan haciendo toda la vida en su despacho. Confunden la negociación que ellos hacen con la propia mediación.

Realmente cuando conocen la mediación suelen asumirla como servicio que dan desde su bufete. De hecho muchos Colegios de Abogados han puesto en marcha cursos de formación sobre esta materia para que sus colegiados la conozcan a fondo y en primera persona.

Quizá el problema es ubicar al abogado en la mediación. No parece que tenga un lugar muy claro en ella…

Bueno es posible que ellos no lo vean, pero realmente en un proceso de mediación los abogados tienen un trabajo paralelo que hacer importante. Nosotros los mediadores no nos metemos en su terreno. No asesoramos jurídicamente ni hacemos terapia. Hacemos las derivaciones hacia abogados y psicólogos cuando vemos que lo necesitan los mediados.

Al mismo tiempo, el papel del abogado en la homologación del acuerdo es importante. También cada vez tienen más presencia en la mediación empresarial como apoyo jurídico a una de las partes que tiene ese conflicto. Aquí están desde el principio de la mediación presentes de cara a solventar cualquier aspecto legal que surja de la misma.

El papel del abogado en la homologación del acuerdo es importante. También cada vez tienen más presencia en la mediación empresarial

En nuestro país se ha hecho mucha mediación familiar, con éxito, pero falta que la empresa entre en este terreno…

Es cierto, es así, pero creo que es cuestión de tiempo. El empresario ya está viendo que tiene muchos focos que atender y que acudir a la vía extrajudicial le puede reportar un ahorro de tiempo y dinero importante.

Desde el Instituto de Mediación Integradora que dirijo hemos llegado a un acuerdo con Confederación de Empresarios de Sevilla en ese sentido. El coste económico de acudir a una via judicial es importante. Con la mediación, son las partes las que tienen el control del futuro acuerdo con la ayuda del mediador que en este y otros casos conoce muy bien de lo que se está discutiendo.

¿Debe el mediador especializarse en alguna actividad, como lo ha hecho el abogado en los últimos años?

Creo que es bastante razonable lo que dice. No es lo mismo una mediación familiar que estar presente en otra con carácter empresarial o administrativa. Son diferentes mediaciones porque hay diferentes tipos de conflictos. Pero esta especialización de los mediadores ayudaría a impulsar la profesionalización de la mediación.

¿Qué es lo más gratificante de esta actividad profesional desde su punto de vista?

Creo que para cualquier mediador lo más gratificante es la labor mediadora que se hace de cara a que el conflicto no se enquiste. Se ha visto que muchas sentencias judiciales no resuelven el conflicto. Cuando ves que nace la comunicación en las partes y que pueden llegar a un acuerdo, realmente te das cuenta de la importancia de tu trabajo como mediador.

En el libro que acabo de escribir donde explico lo que es la Escuela Integradora, tendencia que defiendo, hablo de los aspectos personales y profesionales de la mediación que siempre es un proceso estructurado pero flexible a lo que las partes requieran.

¿Y obstáculos…?

Hablamos de una actividad vocacional donde tienes que formarte por tu cuenta. En el futuro soy partidaria que se convierta en una profesión y que esté respaldada por su Grado Universitario, con lo cual la formación estará garantizada. Ahora hay demasiada formación y no toda ella acredita que ese profesional esté bien formado como mediador.

Lo más gratificante de esta actividad es cuando adviertes que gracias a tu trabajo nace la comunicación en las partes y que pueden llegar a un acuerdo

En todas las mediaciones te encuentras con problemas que debes resolver con prudencia. A nivel general, siempre se me ha recordado que no se puede ser fiscal y mediadora a la vez. En ese terreno siempre lo aclaro, soy fiscal sustituta, mientras desempeño este papel no hago mediaciones ni ejerzo como tal, otra cosa.

Es cierto que el Estatuto del Ministerio Fiscal no se ven incompatibilidades claras entre ambas actividades porque no se pronuncia en ese tema. Cuando no ejerzo como fiscal me dedico a la parte de investigación y formación sobre la mediación . Al mismo tiempo he realizado mediaciones desde mi propio centro de mediación para diferentes colectivos.

 

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