Ashurst crea un grupo de trabajo de financiación de proyectos y operaciones desde sus oficinas de Madrid y Nueva York
María José Menéndez, como socia directora de la oficina en Madrid, al frente de un equipo con diferentes profesionales y Andrew Fraiser, uno de los socios de Nueva York.

Ashurst crea un grupo de trabajo de financiación de proyectos y operaciones desde sus oficinas de Madrid y Nueva York

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27/3/2017 05:58
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Actualizado: 27/3/2017 12:34
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Son los signos de los tiempos. Ser global y seguir al cliente allá donde vaya. En este escenario internacional no podía pasar desapercibida la iniciativa que el despacho internacional Ashurst ha puesto en marcha alineando sus equipos de «project finance» y operaciones de sus oficinas de Madrid y el de infraestructuras de Nueva York.

María José Menéndez, como socia directora de la oficina en Madrid, al frente de un equipo con diferentes profesionales y  Andrew Fraiser y Vincent Casey, socios  desde Nueva York, con otro grupo, gestionan este servicio que se ofrece sobre todo a empresas que quieren invertir en América Latina.  “Hemos mejorado la penetración en este tipo de asuntos al empujar esta iniciativa de una forma más organizada”, destaca.  De hecho hay clientes españoles y extranjeros que han hecho al propio Ashurst diferentes encargos sobre esta actividad.

En este equipo de Madrid con Menéndez de cabeza visible, experta en corporate y mercantil están los socios  Fernando Navarro, Manuel López y José Christian Bertram del área financiera  y en inmobiliario Ismael Fernández y a nivel de asociados Manuel Zapata, abogado de corporate de doble nacionalidad española y mejicana y Alfonso García, abogado del área financiera junto con Rafael Fernández, letrado que estuvo en Washington trabajando en el Banco Mundial.

Para esta jurista, “la integración que se ha logrado como grupo es muy buena. Estamos muy en contacto con el equipo de Nueva York. El pasado mes de enero tuvimos en Madrid una reunión de trabajo con ellos para definir asuntos y formas de trabajo”. Sobre el cliente que demanda este tipo de servicios la directora de Ashurst en España destaca que “estamos hablando de empresas internacionales potentes que desean poner en marcha proyectos de construcción o infraestructuras en América Latina”.

Respecto a la operativa de este grupo internacional, “todo depende del volumen de la operación y del trabajo que genere la misma. Involucrados en este equipo combinado hay tres socios en Nueva York y en Madrid cinco, pero no todos están en todos los proyectos. Ahora hay un proyecto en el que están inmersos un socio de Madrid y dos asociados y en otro momento, cuando empiece la llamada “parte americana” intervendría otro de los socios de Nueva York y algún asociado más.

Esta iniciativa abarca toda la operación incluso hasta el cierre de la misma como desenlace final “en este aspecto necesitamos el apoyo de una firma local en el país de turno, como partners legales que ya tenemos. Ashurst no tiene oficinas propias en ninguno de estos países de América Latina, en principio podría ser una desventaja, pero en nuestro caso creemos que el apoyo que nos puede dar esa firma local es importante. No tenemos exclusividad con nadie. Cuando hay que cubrir una especialidad concreta lo buscamos, descartando a aquellos que puedan tener algún conflicto de interés”; indica Menéndez.

Pese a que es prematuro saber qué pasará con esta iniciativa en el futuro desde Ashurst ya se piensa en ver la fórmula de internacionalizar otras prácticas, como se ha hecho con esta de infraestructuras y Project finance donde dos oficinas muy diferentes como Madrid y Nueva York trabajan como si fuera un mismo equipo para el propio cliente. “La verdad es que si este ritmo de crecimiento de actividades se mantiene es posible que pensemos en trasladar la práctica a otras geografías o en otros negocios diferentes”.

Trabajar en equipo para el mismo cliente

En todos estos proyectos culturales, María José Menéndez advierte que las afinidades culturales y personales son muy importantes “las empresas que ya llevan años trabajando en esos lugares concreto del mundo necesitan menos apoyo que aquellas otras que se incorporan al mercado. Aquellas firmas pueden llevar a tener muchos abogados en sus plantillas, con lo cual el asesoramiento que les das es diferente. Hay otro perfil de cliente con el que podemos colaborar mejor. Tienen un origen australiano o europeo, no saben español y no están cómodos con que ese despacho local les pueda ayudar. Ahí podemos ayudarles y cubrir ese gap de servicios que tienen”.

Le preguntamos a Menéndez si hay algún efecto en este tipo de iniciativas relacionado con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump desde el  pasado mes de enero.  “No hemos visto que haya afectado para esta actividad que pusimos en marcha después del verano.  Incluso le diría que de momento no se ha visto un impacto significativo en uno u otro sentido hasta estos momentos en cuanto a actividad en curso o proyectos en cartera. Sigue habiendo las mismas expectativas de negocio. Los inversores españoles en temas de infraestructuras sigan participando igual que antes”.

De hecho se cree que tanto compañías francesas como españolas, algunas con actividad en los EEUU tienen ya un hueco en el mercado norteamericano importante “eso significa que muchas de esas obras de infraestructuras si Trump aplicara el principio de American First no creo que las pudieran poner en marcha porque los EEUU carecen de empresas de ingeniería de construcción que aporta las empresas antes citadas. Lo que sí está pasando ya es que empresas españolas ya están empleando contratas locales de ese país para la ejecución del proyecto, cuestión que ya se está viendo emerger”.

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