Carlos Rueda, socio director de Gómez Acebo- Pombo; Jesus Vega, socio director de Bird & Bird;
Carmen Perez Andújar, moderadora; Jesus Casas, abogado, socio de Casas & García Castellanos y Miguel Angel Albadalejo de Dikei.
¿Qué modelo de gestión debo elegir para mi despacho de abogados?
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28/4/2017 04:58
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Actualizado: 27/4/2017 20:47
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Gestionar el bufete de abogados como una empresa de servicios jurídicos es la clave de la sostenibilidad de estas entidades. Sin embargo no se trata de buscar una fórmula general para cualquier firma, sino que cada una de ellas tenga su modelo de gestión adecuado a su filosofía empresarial. Desde aquí podría decirse que hay tantas formas de gestionar un despacho como firmas legales existentes en nuestro país. Demasiadas para los expertos.
El II Congreso de la Abogacía Madrileña que acaba de concluir sirvió para conocer cuatro ejemplos de gestión de despachos de la mano de sus socios directores. Modelos más grandes e internacionales como los que plantearon Carlos Rueda, socio director de Gómez-Acebo & Pombo y Jesús Vega, Mananing Partner de Bird &Bird contrastaron con otras formas de gestión más sencillas presentadas por Jesús Casas, socio director de Casas & García Castellanos y Miguel Angel Albadalejo, socio principal en Dikei.
¿Qué tienen en común estas cuatro formas de entender la gestión de la abogacía? En síntesis dos cuestiones destacadas, una la orientación al cliente. El despacho debe estar orientado en esa dirección y tener la capacidad flexible de adaptarse a las necesidades de cada cliente.” Ahora las empresas quieren abogados que conozcan bien el negocio suyo y que hagan una labor más preventiva que otra cosa”, explicaba Rueda.
Para Vega “en un momento como el actual de un mundo global e internacional, contar con una firma multinacional y su red ayuda al cliente a generar negocio en otros mercados con mínimos riesgos”.
Para el socio director de Gómez-Acebo & Pombo, algo más de un año en ese puesto “un despacho como el nuestro tiene como ejes principales la captación y retención del talento. Ahora es fundamental saber tratar a las nuevas generaciones de millenials y que vean que pueden desarrollar su actividad en una firma como ésta”. Rueda también ve a la tecnología como un valor importante “pero ese proceso de transformación digital hay que hacerlo a la medida de tu bufete. No hay que volverse loco con la tecnología y darse cuenta que es una herramienta que ayuda en la gestión”.
Y el último elemento diferenciador que señalaba fue el de “enfocar el despacho al cliente. Nuestro propio departamento de Marketing y Desarrollo de negocio se ha convertido en un área de Innovación y Desarrollo de Cliente. Los tiempos han cambiado y los despachos de abogados debemos ser capaces de adaptarnos a cualquier entorno nuevo”. Para este experto abogado, especializado en derecho bancario, ésta es una de las claves que unas firmas tengan un mayor peso específico en el mercado que otras.
Mejorar en gestión para ser más competitivo
Por su parte Jesús Vega, socio director de Bird and Bird en España, explicó como la firma había buscado un nuevo enfoque para ser más competititivo “estamos más centrados en determinados sectores de la actividad económica que en prácticas jurídicas. También es cierto que en cualquiera de las oficinas que tenemos en todo el mundo una de las exigencias que se nos ha impuesto ha sido la profesionalización de la firma”. Jesús Vega es economista y es el primer no abogado que dirige una oficina de Bird & Bird.
Con la tecnología este despacho internacional ha logrado ofrecer un mejor servicio a sus clientes de todo el mundo “La tecnología debe ayudar a la gestión del despacho y a que la relación entre los abogados y los clientes se más sencilla y más fluida. Nosotros disponemos de un app que permite que cualquier abogado de nuestra red pueda gestionar cualquier cliente en cualquier lugar del mundo. Al final lo que pretendemos es ser más eficientes gracias a estos procesos más sencillos y que el propio cliente vea que esté mejor informado que antes siempre desde la personalización del servicio que ofrecemos”.
El tamaño sí importa, pero no tanto
En esta mesa de debate moderada por Carmen Pérez Andújar de este Congreso madrileño también firmas más pequeñas pudieron contar qué es lo que hacen a nivel de gestión de su propia firma legal. En el caso de Jesús Casas, su firma Casas y García Castellanos se compone de cinco abogados. En su exposición fue contando los pasos para poner en marcha un despacho de ese tipo. “Tener una estrategia clara y compartida con los socios es fundamental para que la firma crezca sin problemas”, apuntó.
Recordó lo importante que es saber diferenciarse del resto en un país, como el nuestro, donde una ciudad como Madrid tiene más abogados que Francia y Alemania juntos. “Tienes que ser diferente y defender una forma personal de hacer abogacía. Y lo que es más importante que los clientes te vean como un especialista en tu materia”. Casas reveló que la parte comercial, captación y fidelización de clientes es lo más complicado para un abogado. “No se nos prepara en la carrera en esta materia y eso se nota cuando tienes que cerrar una operación de este tipo”. E indicó que “Somos juristas y no gestores, por encima de todo”.
Elegir socio para fusionarte y crecer con cabeza
Por su parte, Miguel Albadalejo, socio director de dos despachos, relató a los asistentes que su bufete se encuentra ahora en una tercera integración. “Si todo va bien vamos a convertirnos en un bufete de unos 40 abogados, suficiente para dar servicio a todo tipo de empresas y sectores”. A su juicio está claro que en este tipo de firmas uno de los socios debe tener la autoritas para dirigir el despacho. “No es fácil compaginar tu trabajo con la dirección del despacho pero hay que hacerlo y tienes que hacerte respetar”.
Para este experto abogado, con más de cuarenta años de ejercicio profesional “aún creo que es importante que en los despachos de abogados existan estructuras piramidales y no planas como ahora parece que quieren introducir algunos compañeros. Es fundamental que exista una organización clara y definida para que la toma de decisiones sea sencilla”.
Otro elemento que destacó es la necesidad que exista homogeneidad en los bufetes, sobre todo si hay fusiones “no se trata de acumular profesionales o egos, sino de contar con abogados dispuestos a involucrarse en la filosofía del despachos”.
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