Cruz Sánchez de Lara Sorzano es socia directora de Sánchez de Lara Abogados, despacho con delegaciones en Madrid, Sevilla y Granada.
Cruz Sánchez de Lara: «Queremos acabar con la idea de que el ICAM es como un señor feudal para los abogados»
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06/12/2017 06:14
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Actualizado: 31/3/2022 13:45
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Desde hace más de 22 años Cruz Sánchez de Lara Sorzano ejerce la abogacía, una pasión que le inculcó el abuelo de su hijo, «mi mentor, el mejor de los maestros». Esta letrada es candidata a la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), como diputada tercera, dentro de la lista Movimiento 24Dos, que capitanea Nicolás González-Cuéllar, y cuyas elecciones van a tneer lugar el próximo 13 de diciembre.
Culta, discreta, poseedora de un don de gentes y un encanto innegable, Cruz Sánchez de Lara dirige un bufete que lleva su nombre -Sánchez de Lara Abogados-, y que tiene delegaciones en Madrid, Granada y Sevilla.
¿Por qué se subió a este carro electoral?
Tengo que confesar que yo, por propia iniciativa, no lo habría hecho. Me llamó un compañero de la candidatura y me lo propuso. Al principio, rechace el ofrecimiento. Como le ocurre a muchos abogados, sentía que a mí el Colegio no me servía para nada y no me representaba.
Y no era la única que comparte ese sentimiento. Lo hemos constatado a lo largo de toda la campaña. Muchos compañeros sienten el Colegio como un señor feudal, con capacidad sancionadora y recaudadora de sus honorarios.
Pero no se sienten identificados con él.
Queremos acabar con esa idea, de que el Colegio es un señor feudal para los abogados.
Somos 77.000 personas. Es el Colegio más grande de Europa. Su capacidad para recuperar la dignificación de la profesión y para tener presencia en todos los sitios es grandísima. La verdad es que después de reflexionar sobre todo, pensé -lo pensamos todos los compañeros de candidatura-, y me planteé ¿qué podíamos hacer nosotros por el Colegio?
Y llegué a la conclusión de que quiero trabajar por ese objetivo: de que todos sientan al Colegio como su casa, como debe ser. No como un censor, como un enemigo.
Lo suyo es un planteamiento «kennediano», si me permite la cita. Qué puedo hacer yo por el Colegio, no qué puede hacer el Colegio por mí, ¿no?
No me he planteado qué voy a ganar yo. Soy consciente de que, de ganar, voy a tener que trabajar muchísimo.
«La nuestra es la candidatura de los abogados que se ponen la toga, que creen en el derecho y que aman la profesión», según la abogada.
Usted es una especialista en familia y derechos humanos. ¿Qué aportaría usted, desde ese punto de vista?
Soy la persona que lleva derecho de familia de nuestra candidatura. Hay una cuestión que a mí me preocupa muchísimo, nos preocupa a todos los abogados de familia, que es la especialización. No puede ser que uno se pase dos años en un divorcio.
No puede ser que si te toca en determinados juzgados de la Comunidad de Madrid, que todos sabemos lo que son, te puedes encontrar tres años sin ninguna resolución.
La Ley de Enjuiciamiento Civil prevé mecanismos. Tiene previstos los juicios rápidos civiles para medidas provisionales, para procedimientos de mutuo acuerdo.
¿Qué pasa con esto? Pues que tendría que haber una oficina de reparto inmediato.
No puede ser que, estando prevista en la Ley, como está en la disposición quinta de la Ley de Enjuiciamiento Civil, los abogados no estemos haciendo nada porque se implante una oficina de reparto en cada uno de los 23 partidos judiciales de la Comunidad de Madrid y con ello podamos recortar los plazos.
«No me he planteado qué voy a ganar yo. Soy consciente de que, de ganar, voy a tener que trabajar muchísimo»
¿Lleva usted casos de violencia de género?
No, no los llevo. Mi trabajo sobre la violencia de género lo desarrollo al margen de mi despacho y del ejercicio profesional y dentro del marco de los derechos humanos.
¿No cree usted que los derechos humanos son los grandes desconocidos en nuestro país?
Los derechos humanos son un concepto que se trivializa. Los derechos humanos están en la boca de todos y nadie sabe realmente lo que significan.
Nuestro derecho a las vacaciones está incluido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hasta el derecho al descanso.
Si se coge la Declaración de 1948 y la lee con detenimiento llega a la conclusión de que es el garante de los derechos de la vida, que siguen plenamente vigentes.
Según Cruz Sánchez de Lara opina que los derechos humanos están en boca de todos y nadie sabe lo que significan.
¿No habría que hacer algún tipo de campaña para que los abogados los conozcan?
Cuando trabajas en el campo de los derechos humanos estás trabajando por el bienestar de la gente. En realidad, todos los abogados trabajamos por los derechos humanos, por el bienestar de todos. Y sí, me gustaría que fuera una forma de que los nuevos abogados se inicien en la profesión.
Tenemos una profesión muy complicada para trabajar nuestro ego. Es una profesion en la que el ego necesita estar medido y colocado en su sitio. Y cuando tú haces cosas por los derechos humanos, por los demás, es lo más egoista que puedes haces. Porque siembras y recibes mucho más de lo que das.
Es una terapia buenísima para medir la dimensión de nuestro trabajo. Es una pócima infalible para todos los abogados.
¿Está haciendo mucha campaña?
Sí, me estoy viendo con muchos abogados.
¿Cómo les convence para que vayan a votar, primero, y para que les voten a ustedes, segundo?
Les cuento que me pasaba lo mismo que a ellos, que no creía en el Colegio, pero que tenemos que hacer que sea la casa de todos. Yo no hablo mal de otros candidatos. Y no voy a decir que nuestra candidatura sea la mejor. Sólo que es la candidatura de los abogados que se ponen la toga, que creen en el derecho y que aman la profesión.
Si ganara su candidatura, ¿de qué se ocuparía?
De familia.
O sea, que Isabel Winkels es su rival, en la candidatura de Javier Íscar.
No es mi rival. Isabel es una magnífica abogada. Estoy convencida de que, si gana, también trabajara por el Colegio. Pero somos personas diferentes, con posturas diferentes.
Había una candidata a alcaldesa de Atenas cuyo eslogan de campaña era «Haré lo que pueda». Y eso es lo que prometo: trabajo y honestidad.
Quien me conoce sabe que me empleo a fondo, que siento pasión por la profesión, que voy a escuchar a todos y que voy a hacer equipo.
Queremos hacer un Colegio inclusivo, de los mayores, de los jóvenes, de los que ejercen, de los que no ejercen, de los profesores, de los abogados de empresa… Ese es nuestro objetivo.
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