La Asociación Defensor del Penado, una realidad en fase de consolidación

Probablemente pensemos que la prisión es algo que nos toca muy de lejos y que tratamos como un tema tabú, es algo que está ahí pero de lo que prácticamente nadie se preocupa y lo que es peor ni se ocupa ya que se considera que la gente que entra allí es muy mala y por lo tanto demasiado bien está cualquier vida que puedan llevar.

Solemos tener una visión muy negativa acerca de ésta, pensando más en su finalidad como retribución del delito que como la posibilidad de la reinserción del interno y, a veces, olvidamos que la imagen de delincuente que a menudo idealizamos es un pequeño porcentaje de lo que podemos encontrar allí.

Como es obvio y en ningún momento podemos olvidar, hay gente «muy mala» que ha cometido atrocidades, pero «desgraciadamente» nos encontramos también con otros muchos casos.

Allí se encuentran muchísimas personas con circunstancias muy desfavorables e incluso se juntan familias enteras.

Olvidando en este artículo al delincuente realmente malvado, que merece más que nadie estar allí y con el que poco se puede hacer y centrándonos en aquellos internos a los que la vida por desgracia les ha llevado ahí, es palpable la desprotección que muchas veces sienten.

Frecuentemente parece que cuando se recibe una sentencia condenatoria finalizan muchas labores y se produce el olvido (muestra de ello es, por ejemplo, la escasez de abogados expertos en derecho penitenciario).

Una necesidad

Esto produce que se encuentren indefensos una vez que tiene lugar su ingreso en el centro penitenciario, sin darnos cuenta que todavía hay muchas cosas por hacer, ya que, aunque no lo parezca, la vida allí es muy dura y cualquier facilidad que se les pueda dar, tanto dentro como una vez producida la puesta en libertad sería como darles años de vida.

Por todo ello, se hacía necesaria la existencia de una asociación como la nuestra, la Asociación Defensor del Penado; nos comprometemos a llevar totalmente al día el expediente del interno; tramitando todo tipo de peticiones, quejas o recursos que se puedan plantear, así como estar al día de plazos para solicitar permisos, beneficios penitenciarios…

Una gran novedad que supone un alivio, tanto para todos aquellos que se encuentran dentro, como para los familiares y amigos que lo sufren desde fuera.

Pero no sólo supone un apoyo legal fundamental, también supone un apoyo a la formación una vez que se produzca su excarcelación y un acompañamiento y apoyo a los familiares y amigos.

Una gran novedad creada en Valencia, que ya cuenta con el apoyo de importantes despachos de abogados que han aclamado el proyecto y que espera llegar a toda España.