Juan Picón, socio director de  Latham & Watkins: «Queremos ser la firma internacional de referencia en España»

Juan Picón, socio director de Latham & Watkins: «Queremos ser la firma internacional de referencia en España»

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21/3/2018 06:10
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Actualizado: 20/3/2018 21:16
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Juan Picón anunciaba a finales del año pasado que dejaba DLA Piper para incorporarse a Latham & Watkins. Hace unos días desembarcaba como socio director en las oficinas de esta firma internacional en Madrid, uno de los despachos más relevantes de la abogacía de los negocios, líder de la salidas a bolsas en EEUU y que ahora aspira a ser «la firma internacional de referencia en España».

“Trabajamos de forma permanente con la oficina de Londres para operaciones de financiación y también hay abogados de Londres trabajando con nosotros. También a nivel de arbitraje en París, con nuestro socio Fernando Mantilla hay una estrecha colaboración”, afirma

El bufete ha dado un salto cuantitativo de 25 a cuarenta abogados tras las últimas incorporaciones y  la idea en un horizonte de tres años, que contempla el Plan Estratégico que presente a la Comisión Ejecutiva de la firma es llegar a un número no superior a los setenta. No es necesario que seamos una macroestructura. Somos una firma muy global. Solo hay una cuenta de pérdidas y ganancias a nivel mundial”, explica Picón.

Este es un despacho con una media de edad que ronda los cuarenta años “a diferencia de otras firmas que van a un modelo de jubilación obligatoria a una edad temprana sobre los 55 años, en Latham & Watkins no existe una edad de jubilación. Al final si un profesional contribuye al negocio se valora por encima de su edad. Se trata de utilizar el talento que tenemos en la firma siempre que se pueda, independientemente de esa edad”.

Para Picón en un entorno tan competitivo como el que vivimos “los despachos deben tener un cierto tamaño, sobre todo si quieres hacer negocios a nivel global. Los clientes cada vez piden un servicio cada más global, con más jurisdicciones afectadas. Es difícil competir para despachos con estructuras domésticas sin proyección al exterior. Tendrán que reajustar su plan estratégico y de negocio a una tipología de clientes distintos”.

“Este proyecto es muy ambicioso. Voy a tratar de reclutar los mejores profesionales de otros despachos de primer nivel. En breve habrá incorporaciones en laboral, regulatorio, real estate o privacidad. Queremos abogados que vean un reto profesional en este proyecto y que quieran pasar página en su trayectoria.  No queremos que se muevan solamente por motivos salariales. Tiene que haber un proyecto a medio largo plazo que ilusione. Queremos ser la firma internacional de referencia en España”.

¿Qué similitudes encuentra entre aquella DLA Piper que puso en marcha en el 2006 y este proyecto al que acaba de incorporarse?

Son dos despachos muy distintos con perfiles diferentes en cuanto a la estrategia, tipo de clientes e incluso en algunos casos en las prácticas. Lo que sí es cierto en los despachos busco que tengan una visibilidad y conocimiento en el mercado limitado. En el caso de Latham & Watkins hay una gran posibilidad de crecimiento. Son dos retos que presentan un aliciente grande.

En ambos, usted es el gestor y líder de ambas formaciones  ¿Qué le hace a un abogado convertirse en líder de este tipo de proyectos, rodeado de profesionales de primer nivel?

En mi caso, lo que he hecho ha sido aplicar principios que han sido relevantes en mi día a día. Una cosa que aprendí de mi padre, que falleció hace años, y que me sirve para ilustrar algunas ponencias que imparto en Escuelas de Negocios, es que abogados más inteligentes que yo siempre habría, pero que trabajasen más que yo, no.

Este es un mantra que he hecho mío. He puesto todo mi empeño y honestidad en el trabajo. A partir de ahí, hay dos claves a tener en cuenta.  La primera rodearme de gente muy buena. Me congratulo tener gente más valiosa que yo a la que tengo la habilidad de motivar y que dé lo mejor de si.

Y al mismo tiempo, le he dado una importancia a la inteligencia emocional de las organizaciones. Este es un elemento clave. Se trata de saber respetar a la gente, que confíen en lo que haces, cualesquiera que sea su experiencia. Eso me ha ayudado a enriquecerme de un talento diverso. Y que la gente entendiera que el proyecto era de todos.  Es fundamental lograr ese compromiso de tus profesionales en tu proyecto.

¿Qué les dijo a los que son sus compañeros de despacho, el primer día que tuvo oportunidad de hablar con ellos?

Les dije que tengo la suerte de haber llegado en la profesión, pero que este reto lo acometo de nuevo con enorme humildad, cada proyecto es diferente y tiene sus peculiaridades. Lo encaro con enorme pasión. Uno de los motivos fundamentales por los que decidí venirme a Latham & Watkins es porque vi un proyecto que me facilitada dos cosas. Una, desarrollar un equipo de gente joven y talentosa, a la que en unos años dejar un legado.

Y otra, el poder centrarme plenamente en los clientes. Este es un tema que me apasiona. Por las circunstancias he sido gestor internacional en los últimos años pero realmente lo que me apasiona es ser abogado. Este proyecto me ofrecia las dos cosas con una firma que tanto por reputación y facturación es líder mundial en las áreas claves de la abogacía.

¿Va a cambiar mucho Latham & Watkins con su incorporación?

Lo bueno que hizo mi antecesor, José Luis Blanco fue el crear un despacho pequeño pero con una altísima calidad técnica, centrado en el tipo de cliente que tiene la firma de más interés. Ahora, a esta magnífica plataforma quiero añadir un esquema multidisciplinar donde seamos capaces de acompañar a nuestros clientes en toda España, en todo su viaje empresarial y viajar con ellos al resto del mundo y especialmente a Latinoamérica.

¿Qué consejos le ha dado, José Luis Blanco su predecesor?

Me ha dado varios. Lo primero que debo destacar es la extraordinaria transición que hemos hecho entre ambos. Para mi ha sido un completo señor en todos los sentido  y me ha ayudado mucho a este respecto.

Otro dato más importante que señalo Bill Vogue Chairman de la firma nivel mundial, en su discurso de socios es que me aprovechase de la ocasión en una firma de este tipo donde se ha decidido apostar estratégicamente por España y Latinoamérica de forma clara. En dicha reunión se indicó que el punto estratégico de esta firma de 3000 millones de facturación es  posicionarse en España y Latinoamérica.

Este es un despacho, que al igual que otros americanos, no tienen edad de jubilación…

Es cierto, eso es así. Yo he visto aquí la oportunidad de relanzar un proyecto. Tras haber sido copresidente mundial de una firma mis expectativas son moderadas. No tengo nada que demostrarme a mí mismo. Lo que si tengo claro es que antes de acabar en Latham & Watkins, cuando sea el momento, habré preparado la sucesión al despacho.

Es una oportunidad de hacer algo que me divierte. Que en el plano personal me permite estar más cerca de mi familia y el puesto anterior no lo tenía. Y sobre todo estar cerca de los clientes, como antes le dije.

“No tengo nada que demostrarme a mí mismo. Lo que si tengo claro es que antes de acabar en Lathan & Watkins, cuando sea el momento, habré preparado la sucesión al despacho”.

¿Cuál va a ser su estrategia para desembarcar en América Latina?

Queremos ser un actor principal en el continente latinoamericano. Este domingo pasado llegué de Chile donde nos acompaño José María Aznar estuvimos reunidos durante tres días con doce empresas de este país de primer nivel. Nuestra estrategia será diferente de otros despachos. Latham no quiere competir por el trabajo doméstico de las firmas de aquellos países.

Nosotros tenemos la intención de acompañar a nuestros clientes que están haciendo operaciones en la región y luego acompañar a las firmas de la región que hacen operaciones de mercado de capitales o fusiones y adquisiciones en EEUU y en Europa. Coordinaremos con despachos locales el trabajo. Tendremos dos o tres firmas por jurisdicción y trabajaremos en determinados proyectos para capitalizar las sinergias.

Se van a decantar por el modelo de best Friends, o por crear sociedades locales con esos despachos de esos países

Nuestra idea es que sea algo más informal de momento. Inicialmente será una relación con dos firmas máximo en cada país. No  llegaremos a una situación convencional de best friend, pero sí el objetivo último será abrir en esos países nuestra propia oficina. En un escenario de cinco años, estaremos presentes en las economías claves de América Latina.

Hay cláusulas antiBrexit en los contratos, como también he visto alguna en contratos relacionados con la situación de Catalunya. Los negocios quieren seguridad

En esta estrategia de crecimiento, como enfoca Juan Picón la transformación digital del despacho, una cuestión que se aborda desde cualquier firma legal…

En esta firma tenemos una ventaja enorme, Aunque el origen del despacho es Nueva York, la oficina principal es California en Silicon Valley, lugar emblemático de la tecnología a nivel mundial.  En este contexto tenemos cuatro proveedores muy destacados que nos ayudan a estar en vanguardia a nivel tecnológico.

Esto hace que participemos a nivel mundial en una incubadora de proyectos de LegalTech donde participamos, además de otras actividades de inteligencia artificial que hemos ido asumiendo como es el caso de Kyra, herramienta interesante para gestionas trabajos no muy complicados. La presencia de la tecnología es fundamental. La presencia del grupo de soporte de IT que tenemos en plantilla es de los mayores que tiene un despacho de abogados.

Las maquinas podrá sustituir ciertos trabajos en los despachos, pero nunca se podrá eliminar la relación de confianza entre el abogado y el cliente. Creo que cada vez valdrá más. Se trata por encima de todo de aportar valor añadido al negocio de ese cliente, para eso es fundamental que conozcas muy bien el negocio y sepas como empatizar con el asesor jurídico correspondiente.

Usted como gestor de clientes observa que hay algunas preocupaciones para  las empresas. Del Reglamento europeo de Protección de datos  (RGPD) al propio Brexit…

Sin duda, son dos cuestiones importantes. En el caso del RGPD  hay dos cuestiones importantes, la protección de esos datos y la ciberseguridad.  Ahora mismo la agenda digital de las empresas les hace ver que hay otro entorno salvaguardar.  Se trata ahora de un cumplimiento juridico  normativo cada vez más estricto.  Eso ha hecho que las empresas cuenten con expertos en privacidad, conectados con ingenieros y otros especialistas.

Y sobre el Brexit, parece que será menos la cosa…

Parece, pero vamos a ver como queda. Económicamente da la sensación que no ha tenido un impacto tan grande como se esperaba en Inglaterra,  pero realmente se abren opciones financieras a la city londinense. Se habla de Frankfurt y es posible que parte del negocio se pueda trasladar a España o Francia. Sin duda habrá una mayor disgregación del negocio financiero frente al entorno tan estable. Se trata de diversificar el riesgo del negocio, en definitiva.

Los expertos hablan de cláusulas anti Brexit en los contratos…

Sí es cierto, la primera que vi fue en una operación de compraventa importante. En nuestro actuábamos con el vendedor, de una compañía con el comprador chino que incluyó la cláusula. También acabo de ver una cláusula relacionada con la situación catalana de inestabilidad.

La reforma fiscal que plantea Donald Trump es esperada en Europa con cierto temor..

El enfoque es importante. Lo fundamental es ver cómo va a quedar el libre comercio. Toda esta revisión de tratados hace que el mapa geopolítico pueda tener sus convulsiones. Hay muchos gobiernos, como el de Trump, que quieren volver a posturas proteccionistas.

No creo que sea buena idea volver al proteccionismo que impulsa Trump aunque a corto plazo pueda tener sus ventajas innegables. Es evidente que la posición económica de los EEUU es buena y muchos de los no votantes de Trump ya no están tan presionados porque sus finanzas empiezan a funcionar muy bien.

El libre comercio es irreversible y la globalización es imparable.  El que de forma espontánea se vuelvan a movimientos populistas es inevitable porque hay un descontento de la población que se incrementa por el gap enorme y la fractura social que existe. Se ha perdido la fe en el establishment por factores como el de la corrupción entre otros. Creo que el tiempo nos dará la razón que un mundo aislado y segmentado no tiene sentido.

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