Un estudiante de la Universidad Pública del País Vasco (UPV/EHU), que junto a un grupo de compañeros estaba gestando una asociación estudiantil en defensa de la unidad de España, fue agredido el viernes en el campus de Vitoria por un grupo de encapuchados, alrededor de una docena.
El joven, que “sigue con el susto en el cuerpo”, ha tenido que ser sometido a una operación. En el ataque le rompieron la nariz y un pómulo, según ha informado hoy un compañero suyo.
Ha contado que los promotores de esa agrupación, que iba a llamarse Asociación de Estudiantes por la Unidad de España (AEDE), han decidido no seguir adelante con el proyecto «por miedo a que se vuelva a repetir”.
La agresión tuvo lugar el 30 de noviembre, sobre las siete de la tarde, tras una reunión de este grupo de jóvenes en la Facultad de Letras. Iban a crear esta asociación para defender que muchos alumnos se sienten vascos y españoles y condenar los homenajes que han hecho alumnos en el campus a miembros de ETA.
Al término de la misma, y en el exterior del recinto estudiantil, dos encapuchados se dirigieron a él para preguntarle si pertenecía a esta asociación.
Al decirle que sí, «se abalanzaron sobre él «para pegarle, y luego vinieron el resto y le pegaron entre todos».
El joven ha indicado que su amigo y sus compañeros publicitaron el encuentro en redes sociales, por lo que fueron localizados de esta manera.
La Ertzaintza ha abierto una investigación.
«ETA no mata, pero sigue faltando libertad, los radicales campan a sus anchas. Mi rotunda condena y solidaridad. Espero que estos energúmenos sean detenidos cuanto antes y que les caiga todo el peso de la ley», ha publicado en Twitter el presidente del PP, Pablo Casado.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también ha expresado su «más rotunda condena» a la «brutal paliza de una quincena de cobardes totalitarios a un joven por defender la unidad de España».
«Ojalá se recupere lo antes posible y sus agresores sean pronto detenidos para que caiga sobre ellos todo el peso de la ley», ha deseado.
Estos dos partidos han reprochado hoy al director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, que ha comparecido en la comisión de estudio del modelo policial del Congreso de los Diputados, que no haya aludido ni a esta agresión ni al «aumento» de pintadas y consignas que enaltecen a la banda terrorista ETA en los campus universitarios.
El Ayuntamiento de Vitoria ha aprobado una declaración de condena con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP, que se ha desmarcado al considerar que éstos «no hablan claro ni hacen una condena tajante» sobre las motivaciones políticas del ataque.
La secretaria general de los ‘populares’ vascos, Amaya Fernández, ha anunciado que su grupo promoverá una declaración institucional en el Parlamento vasco reclamando la condena de los hechos, así como una Proposición No de Ley en la Cámara en la que instarán a la universidad a «adoptar con carácter urgente medidas disciplinarias y de seguridad que eviten que este tipo de episodios formen parte de la vida universitaria en Euskadi».
Según ha explicado, el PP «lleva meses denunciando episodios protagonizados por radicales en las instalaciones de la UPV/EHU, sin que haya habido una respuesta contundente por parte de la dirección de la universidad o del Gobierno vasco».
Ha puesto como ejemplo la colocación el pasado octubre de «una gran pancarta con el anagrama de ETA en el vestíbulo de la Facultad de Comunicación, en Leioa, o el homenaje que, también en el campus de Leioa, decenas de jóvenes brindaron en marzo de este año al miembro de ETA Xabier Rey Urmeneta».
Nuevas Generaciones del País Vasco en Vitoria ha convocado para mañana, a las 12.00, una concentración delante de la Facultad de Letras para denunciar la agresión.
COVITE ACUSA A LA UPV DE ‘PERMITIR LA VIOLENCIA RADICAL’ EN SU CAMPUS DE VITORIA
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) ha acusado a la Universidad Pública del País Vasco de «permitir la violencia radical» en su campus de Vitoria.
Esta asociación, que preside Consuelo Ordóñez, ha lanzado un comunicado condenando esta «brutal» agresión y ha pedido a la UPV/EHU que «ponga fin a la impunidad con la que grupos de estudiantes afines a la izquierda abertzale ejercen la violencia y la intimidación» contra quienes «piensan diferente a ellos».
Considera que hechos como éste «podrían volver a ocurrir» mientras este centro «no adopte medidas para prevenir la radicalización violenta» y siga permitiendo que algunos estudiantes «homenajeen a presos de ETA en el campus y dispongan de ikasle gelas, aulas controladas por colectivos de alumnos, en la Facultad de Letras para reunirse y guardar cohetes, bengalas, pancartas y otros materiales propios de la kale borroka».
Ha criticado un comunicado emitido ayer por la universidad censurando la agresión «por no señalar que los atacantes actuaron por motivaciones políticas e ideológicas» y le ha exigido que «se implique en identificar y denunciar a los agresores».
Covite ha indicado que, «según apuntan medios policiales conocedores de los hechos, el estudiante atacado y sus compañeros de la Agrupación de Estudiantes por la Unidad de España (AEDE) estaban reunidos para condenar y denunciar los homenajes sistemáticos a etarras que se producen con impunidad en el campus de Vitoria de la UPV» y los agresores «conocían los detalles de esta reunión», de manera que «se pasaron toda la tarde buscando a estos jóvenes».
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco ha vuelto a denunciar que «el odio al que piensa diferente, característico de la izquierda abertzale y del nacionalismo vasco radical, sigue muy presente en el País Vasco y en Navarra».
Y ha advertido del peligro de que «las nuevas generaciones crezcan teniendo a sanguinarios terroristas de ETA como modelos a seguir».
Ha exigido a la UPV/EHU que «condene rotundamente todos los actos de enaltecimiento del terrorismo de ETA que se producen en sus campus desde hace años» y ha instado a la Ertzaintza a que «esté presente de forma continua en el campus de Vitoria» para «evitar episodios violentos».
Según afirma, la Facultad de Letras es un lugar en el que «grupos radicalizados afines a la izquierda abertzale, muy activos y que se sienten impunes, tienen mucha presencia».