Manuel Pizarro en una foto reciente. EP.
Manuel Pizarro, nuevo presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación
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20/2/2019 16:28
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Actualizado: 20/2/2019 16:29
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La nota que ha colgado la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España en su página web es muy escueta.
«El Pleno de Académicos de Número de esta Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, en sesión extraordinaria celebrado en el día de hoy, ha elegido al Académico de Número, Excmo. Sr. D. Manuel Pizarro Moreno como Presidente de la Corporación», dice en comunicado que ha colgado en su página web.
Lo que no dice es que Manuel Pizarro, abogado del Estado en excedencia y empresario, fue elegido por aclamación y sin ningún rival por el que competir.
Su trayectoria, su don de gentes y su auctoritas hicieron que el otro candidato que había anunciado su intención de optar a la Presidencia, el catedrático de Derecho Financiero y letrado de Las Cortes, Luis Cazorla Prieto, dejara pasar la oportunidad.
Pizarro sustituye así a José Antonio Escudero, catedrático de Historia del Derecho, que había ocupado ese puesto desde el 19 de enero de 2015.
Escudero se ha ido sin cumplir sus cuatro años de mandato, que marcan sus estatutos.
La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación tiene como fines la investigación y el cultivo del Derecho y ciencias afines y la contribuciónal perfeccionamiento de la legislación.
Los orígenes de la Real Academia de Jurisprudencia se remontan a 1730.
El nuevo presidente viene a ocupar un puesto que antes ocuparon juristas que antes de Escudero ocuparon Luis Díez-Picazo y Ponce de León (entre 2012 y 2015), Landelino Lavilla Alsina (2003-2012) y Manuel Albadalejo García (2000-2003).
LA ACTUAL JUNTA
La actual Junta de Gobierno está compuesta por un vicepresidente, Rafael Navarro-Valls, catedrático emérito y profesor de honor de la Universidad Complutense de Madrid; un secretario general, Antonio Pau, registrador de la Propiedad de Madrid, notario, abogado del Estado, vocal Permanente de la Comisión General de Codificación y presidente de su Sección Primera, y consejero de Estado; una vicesecretaria general, Encarnación Roca, vicepresidenta del Tribunal Constitucional; un censor, Gonzalo Rodríguez Mourullo, socio director de Estudio Jurídico Rodríguez Mourullo -uno de los grandes abogados penalistas de España-; un interventor, Juan Antonio Sagardoy Bengoechea, presidente de honor de Sagardoy Abogados -uno de los bufetes de renombre en el terreno laboral-; un bibliotecario, Antonio Manuel Morales Moreno, catedrático de Derecho civil en la Universidad Autónoma de Madrid y vocal permanente de la Comisión de Codificación; un director del Archivo, Juan Carlos Domínguez Nafría, catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad San Pablo-CEU, y exrector de esa Universidad; un director de publicaciones, Antonio Fernández de Buján y Fernández, vocal de la Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora, evaluador de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva; y un vocal, Luis María Cazorla Prieto, abogado del Estado, letrado de las Cortes Generales, inspector de Servicios del actual Ministerio de Economía y Hacienda y catedrático de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
MANUEL PIZARRO
Pizarro, además de abogado del Estado en excedencia, fue presidente de la eléctrica Endesa, de la Bolsa de Madrid, de la Federación Iberoamericana de Bolsas de Valores, presidente de Ibercaja, de la Confederación Española de Cajas de Ahorros y del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros.
También fue diputado por Madrid y portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la comisión constitucional del Congreso de los Diputados en la IX Legislatura.
Actualmente es presidente del consejo social de la Universidad Autónoma de Madrid, vicedirector de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, patrono de la Fundación Santa María de Albarracín y miembro del comité ético de Cáritas.
Es un pensamiento compartido por todos lo que lo conocen, que posee una de las cabezas mejor amuebladas en los campos financieros y jurídicos, además de poseer un carisma indudable. Su «fichaje» promete más dinamismo a la Academia de Jurisprudncia y Legislación.
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