Los despachos coinciden en que la formación técnica y adaptada a cada categoría profesional, combinada con formaciones en habilidades como liderazgo, idiomas o negociación son clave. Foto: EP.
Los despachos apuestan por la formación continua de sus abogados para mejorar sus servicios
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30/5/2020 06:40
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Actualizado: 29/5/2020 23:11
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En el mundo del derecho, como en tantas otras profesiones, la formación nunca acaba. En un sector vivo en el que las leyes y la jurisprudencia se actualizan casi a diario los profesionales se ven obligados a estar al día permanentemente.
Se habla mucho de los programas de los grandes despachos para los recién licenciados. Formación, experiencia, un futuro en la firma y quien sabe si llegar algún día a ser socios.
Sin embargo, los planes no se quedan en los más jóvenes, las firmas apuestan también por la formación continua de los abogados con más experiencia. Estar al día, que nadie se quede atrás, es el objetivo.
Los despachos consultados por Confilegal coinciden en que la formación técnica y adaptada a cada categoría profesional, combinada con formación en habilidades como liderazgo, idiomas o negociación son clave.
EY ABOGADOS
En el caso EY, Lucía Jaquotot, responsable de RRHH en EY Abogados, explica que en esta firma creen que “el perfil profesional tiene que ser lo más completo posible, lo más redondo, si se puede decir así, y para ello es necesario abarcar desde formaciones técnicas a formaciones en idiomas a otras como ‘softskills’ o gestión de nuevas tecnologías”.
Así, EY cuenta con una formación obligatoria para los profesionales. Se trata de una formación técnica interna en la que cada departamento tiene su propio calendario de cursos en función de la especialidad, aunque todos los abogados del despacho pueden tener acceso a las sesiones que sean de su interés y formarse en disciplinas distintas a la propia.
Asimismo, cuentan con unos cursos, denominados ‘Milestones’ de formación de cuatro días para los profesionales que progresan de categoría. Son cursos prácticos cuyo objetivo es preparar al profesional para su nuevo rol y ampliar su ‘networking’ con profesionales del resto de países del mundo que se encuentran en la misma situación.
Además hay un mínimo de horas anuales de formación que tienen que cumplir todos dentro de los KPIs (o indicadores de rendimiento) de los profesionales.
Más allá de la formación obligatoria, cuenta con programas de movilidad para los profesionales con más de tres años de experiencia en la firma. Formación en habilidades (softskills), es decir, aquella relacionada con gestión de clientes, ventas, liderazgo y comunicación.
También formación en idiomas y en Digital & Analytics. En este último caso, se trata de un sistema de aprendizaje cuyo objetivo es facilitar la adaptación al entorno digital actual y ayudar a posicionar a los profesionales como líderes en transformación digital y nuevas tecnologías.
“Yo siempre digo lo mismo, nosotros no vendemos nada tangible, lo que vendemos es el conocimiento de los profesionales. Entonces este conocimiento tiene que ser el mejor y el más actualizado en cada momento y tenemos que intentar adelantarnos a las necesidades que tienen los clientes”, afirma la responsable de RRHH.
PÉREZ-LLORCA
Por su parte, desde el departamento de RRHH de Pérez-Llorca destacan que “la práctica de Derecho es algo vivo”, de manera que “estar continuamente actualizado de sus novedades, con formaciones específicas, es la única manera de que nuestros abogados, y el despacho, pueda mantener los estándares de calidad”.
En el caso de esta firma, también apuestan por la formación tanto jurídica como en habilidades generales, “pensamos que la clave del éxito y de la formación completa reside en la combinación de ambas”.
Cuentan con un plan de carrera para todos los abogados en función de su antigüedad en la firma. De este modo, del tercer al quinto año del abogado en la firma, el programa de formación está orientado a que adquiera habilidades de gestión sin dejar de lado la formación interna y externa.
Dispone de cursos de especialización en España así como de LL.M (Máster en Leyes) en el extranjero y puede verse complementado con un ‘secondment’ (acuerdo entre despachos) en una firma en el extranjero.
Del sexto año en adelante, la formación va dirigida a que el abogado adquiera entidad propia dentro y fuera del despacho como experto en su área y aporte resultados comerciales gracias a programas de formación como el ‘Business Development Training Course’.
Además, estos profesionales con más experiencia reciben formación en gestión de equipos o liderazgo, entre otras habilidades, ya que internamente, explica Pérez-Llorca, “cumplen una función muy importante porque se convierten en tutores de los profesionales más jóvenes”.
El objetivo último es que a partir de una determinada antigüedad, establecida en el plan de carrera, puedan optar a ser socios de la firma.
Asimismo, en materia de tecnología, cuentan con el ‘Innovation Hub‘, una iniciativa coordinada por Recursos Humanos y el área de Tecnología e Innovación de Pérez-Llorca cuyo objetivo es crear un grupo de trabajo para desarrollar una cultura tecnológica e innovadora en la firma e incorporarla al día a día.
«El despacho quiere estar a la vanguardia en la transformación del sector legal y la innovación forma parte de todas las acciones que emprendemos para mejorar el servicio al cliente, la gestión interna o encontrar soluciones nuevas con las que dar respuesta a problemas complejos en la práctica jurídica».
Por eso, subrayan, «pensamos que la innovación no es ajena a ningún profesional y que debemos construirla entre todos».
SAGARDOY ABOGADOS
En Sagardoy Abogados, la firma especializada en derecho laboral, dos socias del Comité de Dirección, Ana Godino Reyes y María Jesús Herrera, y la directora de Relaciones Institucionales, Ana María Pérez Castillo, son las encargadas de la configuración y el seguimiento del plan de formación continua.
“La formación en Sagardoy Abogados es una obligación ineludible, esencial e imprescindible, asociada a la excelencia de los servicios jurídicos que prestamos en nuestra especialidad”, afirma Godino.
El plan de formación se centra en la permanente actualización jurídica y jurisprudencial a través de sesiones impartidas por los propios abogados del despacho.
Asimismo, cuentan con sesiones formativas impartidas por profesionales externos en materia de protección de datos, derecho de la competencia, derecho financiero y tributario, entre otras.
Al margen de lo estrictamente jurídico, la formación interna cubre otras áreas igualmente necesarias para un buen ejercicio de la profesión, como son las técnicas de negociación, oratoria, ofimática, idiomas o herramientas informáticas.
La formación es de carácter presencial, de periodicidad mensual, y dirigida a todos los abogados del despacho, con independencia de cuál sea su posición profesional.
Herrera, socia de la firma, asegura que “en esta cambiante disciplina laboral y, sin ninguna duda, en nuestro despacho, el principio rector que garantiza la calidad es el de que nunca se puede dejar de estudiar y nunca se debe dejar de aprender”.
CLIFFORD CHANCE
En Clifford Chance cuando un abogado lleve varios años trabajando en la firma realizará el ‘Academy Development Centre’, un programa específico de tres días en el que recibirá un diagnóstico de sus puntos fuertes y aquellos mejorables para ayudarle a profundizar en el desarrollo de sus habilidades profesionales.
Este curso es obligatorio y su objetivo es identificar las áreas de desarrollo en las Business Skills, proporcionando una guía y recomendaciones concretas.
Por otro lado, cuentan con el ‘Global Careers Advisor’ que facilita coaching personalizado a socios y a asociados senior.
Se trata, explican desde la firma, de una palanca de desarrollo que sugiere Clifford a determinados profesionales para ayudarles en su crecimiento profesional. En este caso la participación es voluntaria.
Paralelamente, ofrece diversos recursos interactivos y material formativo para apoyar el desarrollo de la carrera de cada uno.
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