¿Por qué Francia paga cada año tres vacas a España?
Francisco García del Junco, autor del libro "Esto no estaba en mi libro de Historia de España", una mirada a nuestro pasado con otras fuentes de información.

¿Por qué Francia paga cada año tres vacas a España?

Curiosidades históricas en el libro “Eso no estaba en mi libro de historia de España”, de Francisco García del Junco

¿Por qué Francia paga en la actualidad tres vacas a España cada año? En virtud del aún vigente tratado de Paz de las Tres Vacas, el más antiguo de Europa.

Esta es una de las curiosidades del libro “Eso no estaba en mi libro de historia de España”, de Francisco García del Junco, editado por Almuzara que pretende poner en valor estos hechos de importancia histórica.

También  las crónicas sobre las gestas de españoles heroicos como Blas de Lezo, martillo de la flota inglesa sólo reivindicado en los últimos tiempos; Malaspina y su extraordinaria y osada expedición científica y otros muchos episodios como la leyenda negra de la Inquisición.

Así lo ha relatado el historiador a Confilegal.

La historia de España está repleta de hechos singulares, en ocasiones relevantes, por los que los libros de historia al uso pasan de puntillas o que simplemente han quedado en el olvido de las crónicas perdidas.

El libro del historiador Francisco García del Junco tiene por ello una “vocación divulgativa”. Porque ¿quién tiene idea de que España envió una expedición alrededor del mundo para vacunar contra la viruela a 200.000 personas condenadas a morir por la enfermedad?

¿Y que Inglaterra y Estados Unidos fueron, en su tiempo, los países más interesados en falsear parte de la historia de nuestro país para ocultar la suya propia?

Incluso pocos saben que las terribles tribus vikingas llegaron hasta Córdoba o Sevilla y que las legendarias Fuentes del Nilo fueron descubiertas por el misionero español Pedro Páez en el siglo XVII.

García del Junco tenía razones claras para emprender la escritura de esta obra, de la que ya tiene en marcha una segunda parte.

“Soy historiador y arqueólogo y por tanto leo e investigo mucho y por tanto localizo muchas falsedades, incorrecciones, interpretaciones muy ideologizadas y pensé que podía poner mi granito de arena destacando capítulos históricos más amables, gestas gloriosas y positivas, pero siempre con un gran rigor histórico”, explicó a Confilegal.

Y es que los españoles, en opinión del autor, nos fustigamos demasiado. “Durante 300 años España mantuvo uno de los mayores imperios mundiales. Algo que no se puede mantener indefinidamente, tienen fecha de caducidad porque ningún imperio ha sido nunca eterno».

«Ahora parece que impera una ideología merced a la cual no nos gusta ni nuestra historia, ni la bandera, ni el himno, ni la monarquía, ni Blas de Lezo, ni los últimos de Filipinas ni siquiera la primera vuelta al mundo de Elcano. Y ¿por qué? No sé, no creo que lo entiendan ni sus impulsores”.

NADIE SE ESPERA A LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA

El libro desmonta también la leyenda negra de la Inquisición, que el profesor califica como “la más condescendiente de Europa” al mismo tiempo que recuerda cómo en Francia y en Inglaterra se instauró mucho antes y se cobró más vidas.

Como en el famoso «sketch» de los Monty Phyton, –“nadie se espera a la Inquisición española”– la leyenda negra describe este tribunal como omnipresente, cruel, sanguinario, torturador y carente de toda compasión.

Sin embargo, afirma García del Junco, “parece que sólo existió la Inquisición española, cuando en Francia actuaba desde mucho antes, al igual que en Roma, Portugal y muchos otros países».

«Es un fenómeno que hay que estudiar en función de la mentalidad de la época, porque no es ni moderno ni políticamente correcto, se trata de hechos que sucedieron a finales de la Edad Media, una época violenta muy distinta de la nuestra”.

De hecho, la violencia era considerada legítima en cualquier ámbito y la unidad religiosa era extraordinariamente importante para la unidad política.

El historiador no niega la dureza del tribunal, pero afirma que en comparación con otros países la inquisición española fue más benigna.

“En España, desde el siglo XV al XIX que estuvo vigente la Inquisición, se ajusticiaron alrededor de 3.000 personas, mientras en los Países Bajos fueron 9.000, y en Inglaterra hubo nada menos que 25.000 ajusticiados por los tribunales religiosos”.

También se le imputa la expulsión de los judíos en 1492, y García del Junco defiende que, al menos en nuestro país, se les ofreció la alternativa de convertirse o bien marchar con sus bienes.

Además, no hay que olvidar que también fueron expulsados antes de territorio francés, concretamente en 1182, y de Inglaterra en 1290.

En cuanto al tema de las brujas, “los tribunales civiles las juzgaron con mucha más dureza, consecuencia del miedo de la población, mientras la Inquisición las consideraba más como enfermas mentales y dignas de lástima”. En el resto de Europa estas mujeres rara vez escapaban de la tortura y la hoguera.

El historiador aboga por acercarse al hecho histórico de la Inquisición no con una mentalidad de hoy sino teniendo en cuenta que se trataba de un tiempo en el que la cuestión religiosa era una cuestión de estado, en un mundo donde se practicaba la tortura, donde la violencia estaba a la orden del día, una situación que nada tiene que ver con la nuestra actual.

“Estos hechos no son actuales, ni modernos, ni políticamente correctos, pero hay que enmarcarlos en su lugar y en su momento social, finales de la Edad Media”, aclara el historiador.

La Inquisición, cuadro de Francisco de Goya.

LA GUERRA DE LAS TRES VACAS

En la obra se cuenta también cómo en 1372 y por un quítame allá esa fuente, se desató una guerra entre los habitantes del valle pirenaico de Roncal, en Navarra, y del francés valle de Baretous.

Todos eran ganaderos y la cuestión del agua no era baladí, pues de ella dependía la supervivencia de los animales.

Lo que comenzó siendo una pelea entre particulares terminó en una guerra bastante cruenta entre pueblos, aunque el Rey Carlos II de Navarra y el vizconde de Foix intentaron mediar en la pelea sin éxito.

Al final, todos los asentamientos de ambos valles se enfrentaron en la batalla de Aguincea, con cientos de muertos, momento en que los mandatarios decidieron acudir a una mediación, compuesta por seis hombres buenos del pueblo de Ansó, en Huesca.

“Estos estuvieron reunidos durante veinte días en la iglesia de San Pedro y llegaron a un veredicto, pero lo verdaderamente importante es que las partes en litigio, en un verdadero ejemplo de respeto jurídico, se habían comprometido previamente a acatar la decisión, como así hicieron».

«Y esa es la razón por la que es el tratado de paz vigente más antiguo de Europa”, relata el autor.

Los mediadores –esa figura actualmente tan de moda– dictaminaron que cada año, el 13 de julio, los franceses debían entregar a los españoles tres vacas “por ciento y un años”, lo que en el lenguaje de la época daba a entender que era para siempre.

“De hecho, cuando no se han podido entregar, por conflictos o guerras en alguno de los dos países, posteriormente se ha compensado con la entrega de más animales”.

Animales que además, según estipulaba el tratado debía reunir una serie de características, de edad, peso, pelaje e incluso cuernos.

Desde entonces se cumple puntalmente la sentencia, que estipulaba también compartir los pastos y el agua. Hoy en día, el tratado de paz más antiguo de Europa es motivo de encuentro y fiesta entre las dos comunidades.

EL AUTOR

Francisco García del Junco es profesor de la Universidad de Córdoba y Miembro del Comité Científico Internacional de Fortificaciones y Arquitectura Militar (ICOFORT), de Icomos, organismo consultivo de la UNESCO para las fortificaciones mundiales.

Ha participado en numerosas excavaciones arqueológicas y en los procesos de restauración de muchos castillos medievales.

Se doctoró en Geografía e Historia con una investigación sobre el castillo de Almodóvar. Actualmente prepara la segunda entrega de hechos y sucedidos que no figuran en los libros de historia.

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