¿Por qué el caso de Sacco y Vanzetti marcó el comienzo de la balística forense?
Sacco y Vanzetti tras ser detenidos, en una foto que les fue tomada durante el juicio.

¿Por qué el caso de Sacco y Vanzetti marcó el comienzo de la balística forense?

El caso tuvo lugar en 192o. Tuvo su origen en un atraco cometido en una fábrica de calzado de South Braintree, en el estado de Nueva York. Murió un empleado. Fue la primera vez que se utilizó el microscopio de corporación. Aquello consagró la balística forense como una eficaz herramienta en la investigación criminal. Aquí les contamos la historia.

Hay casos que marcan un antes y un después en la investigación criminal, pero para bien.

Porque cuánto más científica sea la metodología de análisis mayor será la seguridad jurídica de todos aquellos que se vean incriminados en procesos judiciales. Traducido: la posibilidad de que se pueda cometer un error o una equivocación es menor.

Uno de estos casos, que después tuvo repercusión mundial, fue el de Sacco y Vanzetti, y su consiguiente juicio final, que duró más de siete años.

Nicola Sacco, era un inmigrante italiano, zapatero de oficio. Tenía 29 años. Bartolomeo Vanzetti, también era un inmigrante italiano, este era mayor, de 32 años, y pescadero de profesión.

Ambos habían sido detenidos cuando se desplazaban en el interior de un tren, en Buffalo, una pequeña ciudad del Estado de Nueva York, en el noreste de los Estados Unidos, el 5 de mayo de 1920. Al ser arrestados, la Policía encontró a Sacco una pistola Colt automática del calibre 32. Vanzetti, por su parte, portaba un revolver del calibre 38.

Ambos fueron acusados de un atraco cometido 40 días antes, el 15 de abril de 1920, en una fábrica de calzado en South Braintree.

De acuerdo con testigos presenciales, dos hombres de aspecto extranjero que parecían responder a su descripción, aparecieron a bordo de un vehículo, dispararon contra dos empleados, se apoderaron de 16.000 dólares y se después se dieron a la huida.

Los dos empleados murieron. Uno de ellos, de forma instantánea, después de que cuatro balas del calibre 32 se incrustaran en su pecho. Junto a su cuerpo se encontraron cuatro casquillos del mismo calibre procedentes de una pistola automática.

Un calibre que coincidía con el arma que le fue incautada a Sacco la tarde de su detención. El otro falleció poco tiempo después.

El caso supuso el triunfo personal del forense Calvin Goddard y de la Policía. Porque Goddard, haciendo uso del microscopio de comparación que ustedes ya han visto a través de series como CSI y de películas de investigación criminal, y un heliómetro, vinculó, sin ningún género de dudas, los cartuchos de las balas que quitaron la vida a ambos empleados con el arma de Sacco.

La exposición que Goddard hizo ante el Tribunal del caso fue determinante.

Convenció al jurado popular de la culpabilidad de los encausados y consagró mundialmente a la balística como una eficaz herramienta de la investigación criminal y de la Justicia para conocer la verdad. Porque al final, en eso consiste todo.

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