Broseta se perfila como firma ibérica a raíz del crecimiento de su oficina de Lisboa durante estos últimos tres años
El despacho ubicado en Lisboa ha crecido de forma notable, con una veintena de abogados.

Broseta se perfila como firma ibérica a raíz del crecimiento de su oficina de Lisboa durante estos últimos tres años

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16/9/2021 06:48
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Actualizado: 16/9/2021 06:48
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Tres años después del acuerdo entre Manuel Broseta, presidente del despacho, y Alvaro Roquete, socio responsable de la firma lusa Roquette, Morais e Guerra, para impulsar la presencia de Broseta en Portugal, esta se consolida con buenas expectativas de crecimiento.

El despacho ubicado en Lisboa ha crecido de forma notable, con una veintena de abogados, la mayor parte portugueses y las previsiones pasan por seguir creciendo en los próximos años y ser a medio plazo una firma ibérica de referencia, como ya son otros despachos.

En tres años el bufete ha duplicado su facturación entre el 2019 y 2020 al llegar a los 2,4 millones de euros en el pasado ejercicio. De cara al 2021 las previsiones son buenas, incluso de crecimiento a doble dígito. Todo depende del trimestre final del año y la reactivación de la economía

De hecho, en el Plan Estratégico 2022-25 que Broseta ultima a nivel global, esta oficina podría duplicar de tamaño viendo las demandas de clientes, tanto lusos como españoles que hacen negocio en el país vecino.

Desde Lisboa, Álvaro Roquete, socio responsable de dicho despacho, explica a Confilegal que algunas de las calves de que esta sociedad haya cuajado para impulsar Broseta en Portugal. “Creo que hemos logrado crear un grupo de trabajo homogéneo, donde todos aprendemos de todos, dejando fuera los egos para poder trabajar en la misma dirección”.

Roquete aclara que “en estos tres años de intenso trabajo hemos logrado una forma de trabajar propia, de tal forma que las cuestiones más importantes a nivel estratégico se resuelven por unanimidad, esto lleva más tiempo, pero al final se trata de tomar un camino a seguir con todas las consecuencias”.

En este periodo de tiempo, la oficina ha duplicado el número de abogados hasta la veintena. “Ahora acabamos de incorporar tres profesionales, uno para societario y mercantil, otro de apoyo a esta práctica y un fiscalista que es un área que no teníamos y que hemos visto muchas demandas de nuestros clientes”.

Este jurista aclara que “la mayor parte de estos profesionales son portugueses, salvo Julio Veloso, que es el codirector de la oficina y está a caballo entre Madrid y Portugal, y Pablo Vieger, socio de Broseta que está el 70% de su tiempo con nosotros, de hecho reside aquí y tiene su práctica de M&A y Banking and Finance».

A principios de este año la firma fichó a dos nuevos socios: Luis Sousa Macebo, experto en derechos de sociedades, comercial y civil, y Pedro Campos de Carvalho, experto en derecho bancario y asuntos civiles y penales.

Ambos pertenecían a AMBA Advogados. Junto a Álvaro Roquette, socio director de la oficina de Lisboa, y Pedro Guerra, y los abogados españoles Julio Veloso y Pablo Bieger son seis los socios de esta firma en Portugal.

Un despacho emergente

“Hay que reconocer que estos tres años han ido mejor de lo que pensábamos. Nuestra idea no era ni vender ni crecer mucho. Era desde el principio ser buenos en temas de calidad y sostenibilidad. No queríamos fallar a nuestros clientes ni tener pérdidas a nivel económico”.

Desde su punto de vista, “cuando no eres sostenible financieramente y hay que invertir más dinero para mantener el negocio, esto te lleva algunas veces a tomar decisiones que no son las mejores para empresa ni para los clientes. De momento, hemos podido trabajar con un crecimiento controlado donde la calidad del asesoramiento es uno de los valores”.

En su opinión, hay un dato a resaltar y es el propio concepto de firmas ibéricas, “hemos visto que a muchos de nuestros clientes les interesa que seamos una firma ibérica. Se trata de que seamos el canal de cara a impulsar inversiones a ambos lados, tanto en España y Portugal de su respectivo tejido empresarial».

En cuanto al impacto de la pandemia sobre la actividad del despacho, Roquete indica que “como a cualquier bufete, nos hemos tenido que adaptar a las nuevas circunstancias. Ha tenido un gran impacto a nivel económico con empresas y profesionales en una situacion financiera complicada”.

Álvaro Roqute, socio director de Broseta en Lisboa.

A nivel organizativo, “habíamos hecho una labor buena en el 2019 de contactos y relaciones, no nos cayó la facturación demasiado. De hecho, nos han seguido llegando operaciones de M&A. A este respecto, de momento estamos trabajando en operaciones entre 10 y 100 millones de euros, esto ha hecho que nuestra facturación haya mejorado”.

En cuanto al equipo de la oficina de Lisboa, “creo que supo adaptarse bien a la nueva situación. Estuvimos tres meses trabajando de forma híbrida, a caballo entre la oficina y nuestros domicilios, para luego seguir las ordenes del Gobierno y regresar a casa”.

Roquete reconoce que desde primeros de septiembre han vuelto al modelo híbrido de teletrabajo, “estamos viendo ahora lo que vamos a hacer en el futuro y cómo vamos a seguir trabajando, sobre todo por los nuevos profesionales incorporados para ver cómo se adaptan a nuestro equipo de trabajo. No es fácil en esta situación que vivimos ahora”.

A nivel de práctica, el director de la oficina de Broseta en Lisboa asegura que la práctica laboral ha crecido bastante, en menos grado la concursal, “aunque creemos que en los próximos meses habrá que atender procesos de insolvencia y de reestructuración empresarial en los próximos doce meses».

Previsiones de crecimiento

De cara al próximo año, tras esta vuelta en septiembre, “nuestra previsión es la de seguir creciendo y mantener los resultados de los años anteriores. Habrá que ver cómo se comporta la pandemia y qué impacto tiene en el negocio de estos últimos meses. Todavía hay incertidumbre sobre si habrá algún brote y nuevas restricciones”, apunta.

Frente a esta problemática, Roquete constata que “las empresas e inversores quieren hacer negocio y eso se detecta en el mercado. Hay un problema mundial de baja de tasa de interés y de dificultad de lograr retorno a las inversiones y todo eso sumado al hecho que la actividad económica se paro, hace que el ultimo trimestre haya un incremento d actividad importante”.

De esta coyuntura depende del crecimiento de Broseta en Lisboa, “no podemos hacer una estimación clara de cuál será el crecimiento. En la actualidad, nuestra facturación depende de trabajos recurrentes con empresas que depositan la confianza de darle asesoría a nivel de derechos de los negocios, pero también los negocios de M&A”.

Junto con estas actividades, la oficina de Lisboa presta apoyo a “las empresas en ‘Compliance’ y protección de datos. Esta parte de protección de datos está creciendo de forma notable, de hecho incluso en operaciones de M&A siempre se habla de protección de datos, al igual que las empresas nos piden asesoramiento en materia de privacidad”.

Sobre la expansión de la oficina en Portugal, todavía no hay nada definido, “sin embargo hay que reconocer que estamos abiertos a crecimiento no orgánico e incorporar alguna pequeña estructura que en el futuro nos pudiera ayudar a ubicarnos en lugares como Oporto. Siempre estamos abiertos a alguna oportunidad que surja”.

De alguna manera confirma que cualquier expansión de Broseta en el país vecino iría de la mano de la misma iniciativa para situarse en Lisboa, esto es llegar a un acuerdo con una firma de la zona para poder impulsar una nueva oficina del bufete español en Portugal.

Una firma ibérica emergente

Por su parte, Julio Veloso, socio de Broseta, responsable de su área internacional, también codirector de la oficina en Portugal, señala que “estamos satisfechos del posicionamiento de esta oficina, que está creciendo por encima de las expectativas planteadas. Cada vez hay mas clientes de ambos lados de la frontera”.

Otra cuestión que subraya es que “despachos de Europa nos llaman, conocedores de que tenemos una oficina en Portugal, especialmente operaciones de M&A y de compra venta, temas de ‘due dilligence’ o cuestiones laborales relacionados con fichajes o despidos de altos directivos en Portugal, también revisiones en algunos casos de revisión de filiales en temas laborales, societarios o fiscales”.

Julio Veloso, socio del despacho y responsable del área internacional del bufete.

Sobre la pandemia, Veloso destaca que “en un momento así ves la fortaleza de la oficina. Para Portugal este año ha sido tan duro como fue el 2020 para España. Este año han tenido la reclusión que sufrimos los españoles por la pandemia, con todo lo que implica. En este escenario el equipo ha respondido muy bien”.

Desde su punto de vista, “con este crecimiento ratificamos nuestra aspiración a convertirnos en una firma ibérica. Estamos convencidos y trabajamos en ello porque creemos que podemos funcionar de verdad como si fuera una firma ibérica. Hay alguna dificultad añadida porque es otra cultura y legislación y estamos trabajando en ello”.

En cuanto al tema de la facturación, “en este escenario habrá que ver si realmente alcanzamos un crecimiento de doble dígito. Es posible que la diferencia entre un año bueno o muy bueno dependerá de dos o tres operaciones que puedan cerrarse o que se retrasen para el 2022”.

En cuanto al crecimiento, Veloso aclara que “para nosotros lo principal, es asentar bien la oficina de Lisboa, tener la imagen de calidad y de buen despacho. Ese es nuestro objetivo. Al igual que en España si se nos presenta alguna oportunidad de crecimiento donde encajen ambas partes la estudiaremos y veremos si va adelante”.

En cuanto al nuevo Plan Estratégico de Broseta, que ahora se ultima para los próximos cuatro años, señala que “es evidente queremos seguir creciendo a nivel global y que nuestra presencia en Portugal también lo haga. Lo lógico es que a final de dicho plan la oficina de Lisboa duplique su tamaño y actividad”.

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