Justo López: «Tenemos infinidad de nuevas ideas y proyectos tanto en Kleos como en Kmaleon, especialmente relacionados con la Inteligencia Artificial»
Justo López, socio director de Level Programs, la empresa desarrolladora del software de despachos Kmaleón y que ahora se integrará dentro de Wolters Kluwer, aportando una experiencia de casi treinta años en el sector.

Justo López: «Tenemos infinidad de nuevas ideas y proyectos tanto en Kleos como en Kmaleon, especialmente relacionados con la Inteligencia Artificial»

Wolters Kluwer ha adquirido Level Programs, empresa creadora de Kmaleon
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26/7/2022 06:30
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Actualizado: 28/7/2022 13:52
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Hace unas semanas se anunció la adquisición por parte de Wolters Kluwer de Level Programs, empresa pionera en el sector y desarrolladora del popular software Kmaleon para gestión de despachos.

Esta alianza supone una de las más potentes y punteras del sector Legaltech en España, cosa que ambas organizaciones ya han manifestado que aprovecharán para continuar los procesos de mejora de algunos de los productos que ofrecen actualmente, como Kleos y Kmaleon, así como continuar el desarrollo de nuevos procesos y tecnologías tras el impulso de esta reciente integración.

Justo López Fabo, director de Level Programs, experto en la aplicación de soluciones informáticas en el ámbito jurídico (lleva casi tres décadas de trabajo dedicadas al sector), explica su visión sobre la reciente operación y sobre la dirección a la que se encamina el LegalTech.

Usted lleva casi 30 años dedicado al desarrollo de la informática aplicada al ámbito jurídico, todo un veterano en un ámbito que se ha caracterizado por ser, digamos, reacio a la transformación digital. ¿Cómo ha vivido el proceso de «abrir camino» dentro de este sector?

La verdad es que ha sido una tarea apasionante, a principios de los 90 ya vendíamos programas para abogados y procuradores, en esos momentos no existía ni Windows, los programas de tratamiento de texto estrella eran Wordstar o Wordperfect para MSDOS, no se usaba ni el ratón, pero ya entonces había abogados pioneros que apostaban por la tecnología.

Las ventajas de la utilización de sistemas informáticos respecto a los sistemas de archivo en papel eran brutales, pero no todos vieron la necesidad de implementarlos, imagino que por desconocimiento o temor a lo desconocido.

Mi experiencia es que la gran mayoría de aquellos apostaron entonces por invertir en software vieron prosperar sus negocios. Muchos de nuestros clientes actuales son de segunda generación, eran niños cuando sus padres nos compraron el primer programa.

Todo ha mejorado una barbaridad, aunque las necesidades fundamentales no han cambiado tanto. La esencia es la misma. Pero ciertamente hicimos una labor de invención de conceptos, o incluso de terminología que no existía y que hoy utilizan muchos programas.

«Kmaleon es una herramienta muy robusta que sobre todo destaca por su funcionalidad. Reúne toda nuestra experiencia en el sector acumulada todos estos años, aúna la facilidad de uso con altas prestaciones»

Tras todo este tiempo, ¿en qué punto cree que se encuentran los despachos actualmente en cuanto a incorporación de procesos de transformación digital?

Siempre he dicho, que he tenido la suerte de dedicarme a un sector en el que había un recorrido increíble, después de tantos años, aunque parezca mentira, existen multitud de despachos profesionales que todavía utilizan la informática a nivel básico: tratamiento de textos y correo electrónico son las herramientas que utilizan habitualmente. Los más avezados se atreven con las hojas de cálculo, aunque pocos aprovechan sus posibilidades.

Luego los hay que disponen de programas de gestión, pero muchas veces infrautilizados o usados únicamente por administración.  Como si eso de los programas no fuera con ellos.

En definitiva, hay una concepción arcaica del uso de la información, mucho desconocimiento y solo aquellos que tienen la visión más empresarial de la profesión entienden de la necesidad de aprovecharse de las bondades que brinda implementar sistemas de gestión como Kmaleon o Kleos.

¿Cuáles son, en su opinión, los aspectos que más valoran sus clientes a la hora de aplicar herramientas de software como las que ofrece Level Programs a sus despachos?

Kmaleon es una herramienta muy robusta que sobre todo destaca por su funcionalidad. Reúne toda nuestra experiencia en el sector acumulada todos estos años, aúna la facilidad de uso con altas prestaciones.

Además, disponemos de un equipo técnico y de soporte muy especializado, capaz de ayudar a nuestros clientes a aprovechar la herramienta al máximo. Esto se traduce en que nuestros clientes tienen un muy alto nivel de fidelización, y en que se hayan convertido en nuestros mejores prescriptores.

Hace unas semanas se anunció que Level Programs uniría fuerzas con Wolters Kluwer tras la adquisición por parte de esta. ¿Qué beneficios y fortalezas opina que aportará cada una de las partes en esta nueva alianza?

A pesar de disponer de una situación consolidada en el mercado, un producto funcionalmente muy potente y un gran equipo humano, teníamos nuestras debilidades en el apartado comercial, en marketing y ventas. La competencia es feroz, y no teníamos un posicionamiento en el mercado acorde con la calidad de nuestro producto. Aquí, Wolters Kluwer tiene mucho que aportar, ya que sin duda disponen del conocimiento, los medios y la experiencia para potenciarnos adecuadamente.

Desde Kmaleon aportaremos todo nuestro ‘know-how’ en gestión procesal en las distintas plataformas y toda nuestra experiencia, por lo que, en conclusión, se trata de una alianza en la que, más que solapamientos, encontramos complementariedad.

Háblenos de Kmaleon, su software para la gestión de despachos de abogados y procuradores. ¿Cuáles son los siguientes pasos en su desarrollo tras unir fuerzas con Wolters Kluwer?

Pues lo primero es conocernos a fondo, antes de empezar ningún proyecto concreto, estamos comparando Kleos y Kmaleon detalladamente, para ver en qué aspectos deberían mejorar ambas herramientas, a partir de aquí iremos iniciando distintos proyectos de desarrollo tanto en Kleos como en Kmaleon, para mejorar ambos productos e ir convergiendo en lo posible.

¿Se prevé el desarrollo de nuevas herramientas o nuevas soluciones una vez finalizada la integración con Wolters Kluwer?

Como podrás imaginar, tanto en Kleos como en Kmaleon, tenemos infinidad de nuevas ideas y proyectos. Tal vez los más interesantes y novedosos sean los que incluyen el uso de la inteligencia artificial, en los que estamos aprovechando esta tecnología para automatizar procesos con resultados excelentes. En cualquier caso, como comentaba anteriormente, ahora debemos centrarnos en recopilar todos nuestros proyectos en estudio y consensuar estrategias, solo entonces anunciaremos productos de futuro.

Como experto en el sector, ¿qué retos observa a futuro, dentro del mundo legal, en los que la tecnología va a jugar un papel clave?

Por lo que yo percibo, veo que se va polarizando el mercado, por una parte, están los gestores jurídicos de alto volumen, en los que la tecnología tiene un valor primordial. Solo aquellos que consigan gestionar procesos de la forma más eficiente podrán ser competitivos.

Aquí, el uso de la inteligencia artificial será fundamental, aunque hemos de pensar en que por si sola sirve de bien poco, la IA, debe asistir a un sistema de procesos que es el verdadero corazón.

Por otra parte, están los despachos de volumen normal, en los que aunque parezca que no es imprescindible el uso de la tecnología, los profesionales deben mentalizarse de que no aprovecharla, les convierte en ineficientes, deben cambiar el chip y pensar que aun disponiendo de infraestructuras pequeñas o incluso unipersonales, deberían gestionarse como una empresa de servicios y buscar siempre la máxima eficiencia y rentabilidad.

Por último, solo dejaros una reflexión. Gran parte de arduo trabajo necesario para la consecución de un procedimiento judicial que con los programas y la tecnología intentamos minimizar desaparecería con una correcta modernización de la administración de justicia, es un sinsentido utilizar inteligencia artificial para determinar el contenido de un auto o un decreto, o extraer el día y la hora de un señalamiento, cuando lo más sencillo sería que el que creó esa información, la proporcionara en un formato digital normalizado y debidamente codificado.

El ahorro y la simplificación serían brutales. Por desgracia no veo a corto ni a medio plazo la capacidad de que se afronte un reto así, por lo que tranquilos, desde Wolters Kluwer con Kleos y Kmaleon, seguiremos trabajando para afrontar las ineficiencias del sistema.

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