Raúl Ochoa declara a Confilegal que aguantó los cinco años en el ICAM por lealtad a la institución y a los compañeros pero que tuvo numerosas discrepancias con el decano Alonso por su forma de dirigir el Colegio.
«Quien me considere ‘continuista’, se equivoca: José María Alonso no me representa», afirma Raúl Ochoa
Es el líder de la candidatura "Activa el cambio"
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05/12/2022 09:43
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Actualizado: 05/12/2022 11:11
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«Me causa cierta sorpresa –no total– que haya quienes tachen mi candidatura de ‘continuista’ y que la etiqueten en términos peyorativos. Nada más lejos de la realidad. Quién me considere continuista, se equivoca. José María Alonso no me representa«, declara a Confilegal Raúl Ochoa, cabeza de candidatura a las elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) de «Activa el cambio».
En un arranque de sinceridad, Ochoa ha confesado que «aguanté estos cinco años en el ICAM por lealtad a mis compañeros. Porque fueron numerosas las ocasiones, especialmente en los ´ultimos dos años y medio –y no lo voy a ocultar–, en las que la idea de dimitir, de abandonar el Colegio, se me pasó por la cabeza«.
«Pero no lo hice por lealtad y por respeto a la institución y a los compañeros y compañeras que me dieron su respaldo hace cinco años en las urnas, con mucha fuerza dentro de nuestra lista», ha subrayado.
De acuerdo con el candidato, durante ese tiempo manifestó sus numerosas discrepancias sobre las decisiones tomadas por el actual decano en funciones, José María Alonso.
«Quizá pueda sonar duro, pero su forma de proceder, las prioridades que confirió a sus decisiones y no pocas acciones, no me representaron ni como diputado ni como colegiado«, ha añadido.
«He evitado cualquier guerra interna, porque eso habría contribuido a debilitar a la institución. Por encima de todo está el Colegio. Es normal, y no seré yo quien reste un ápice de legitimidad, que haya compañeros que aspiren a gobernarlo desconociendo algunos aspectos básicos de su funcionamiento. Lo respeto. Lo que yo propongo ahora es inicar un camino nuevo. Sin cargas».
Y ha concluido: «Yo no soy delfín ni peón de nadie. Propongo hacer abrir una nueva etapa, con cercanía, con humildad y con vocación de servicio. Liderando por todos, trabajando por y para todos, como tiene que ser».
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