Nerón ordenó castrar a su amante homosexual y se casó después con él, como si fuera una mujer
El actor Peter Ustinov interpretó a Nerón en el filme "Quo Vadis?", estrenado en 1951. Fue una interpretación soberbia que todavía se recuerda hoy. Sobre estas líneas una imagen de esa película.

Nerón ordenó castrar a su amante homosexual y se casó después con él, como si fuera una mujer

Fue uno de los primeros matrimonios homosexuales públicos de la historia. Y fue posible porque Nerón Claudio César Augusto Germánico, nombre completo de este emperador que gobernó Roma durante 14 años, así lo decidió.

Contra la propia ley, que lo prohibía.

Pero con un matiz: previamente ordenó castrar –emascular en lenguaje preciso– a su amante, Esporo, despojándolo de todos sus atributos masculinos, es decir, el pene y los testículos, para «convertirlo en una mujer».

Así lo veía él y con eso justificó su unión en matrimonio.

Huelga decir que por mucho emperador que fuera, aquello fue un auténtico escándalo. La controversia estuvo servida.

Pero a Nerón lo que pensara la opinión pública le traía al pairo. Todo el mundo sabía que era un extravagante y que las normas sociales no iban con él. Porque él era el emperador y podía hacer lo que se le antojara.

Suetonio, historiador romano, relató el caso en su obra «Vidas de los doce césares», publicado casi un siglo y medio después.

En el capítulo dedicado a Nerón, Suetonio relata la emasculación de Esporo, del que el emperador se había enamorado profundamente, porque se parecía mucho físicamente a su difunta esposa, Popea Sabina, a la que había amado con locura.

Pero a la que el propio Nerón quitó la vida en un ataque de ira en el año 65 después de Cristo (d.C), o de nuestra era, como se dice ahora.

La pateó en el estómago cuando estaba embarazada de su segundo hijo.

Sus muertes, la de Popea Sabina y su hijo non nato, fueron instantáneas.

EL MATRIMONIO DE NERÓN CON POPEA, COMO EL DE «LA GUERRA DE LOS ROSE»

La relación entre Nerón y Popea Sabina fue siempre tumultuosa y trágica. Ella era una mujer muy ambiciosa que ejercía una gran influencia sobre Nerón.

Éste, por su parte, tenía un carácter caprichoso, violento y muy influenciable. Los privilegiados que lo rodeaban podían hacer realidad sus intereses «vendiéndole» de forma apropiada sus puntos de vista.

Nerón conoció a Popea Sabina en el año 58 d.C. siendo ya emperador. Fue amor a primera vista. Un flechazo. O un «crash», como dicen los que optan por Spanglish, tan de moda últimamente.

Ella era, entonces, esposa de Marco Vinicio, senador romano.

El emperador se divorció de inmediato de su primera esposa, Claudia Octavia, y se casó con Popea Sabina, cuyo marido, previamente, fue acusado de traición y ejecutado.

Ella obtuvo lo que más deseaba, convertirse en emperatriz y ejercer el poder, que era lo que traía grabado de fábrica en su ADN.

Popea Sabina, una mujer de una belleza increíble y exquisita, fue siempre una esposa dominante y controladora.

Según cuenta la historia, indujo a Nerón a que ordenara matar no solo a su propia madre, Agripina, sino también a su primera esposa, Claudia Octavia. Por acaso se cansaba de ella y la repudiaba. Había que quemar los barcos para impedir cualquier regreso probable a la situación anterior.

Sin embargo, aquel matrimonio no resultó feliz.

Fue lo que hoy se definiría una «relación tóxica». Al estilo de la película «La guerra de los Rose».

De las de «sin contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Contigo porque me matas, sin ti porque me muero», que decía la canción de Emilio José.

POR QUÉ ESPORO

Nerón se enamoró de Esporo por una circunstancia muy precisa: se parecía muchísimo a Popea Sabina. Algunos dirían que como una gota de agua a otra.

Su belleza era igualmente deslumbrante. Esporo capturó su corazón de una manera arrebatadora.

Por eso, Nerón, acostumbrado a tener todo lo que deseaba en la vida, decidió hacer de él su nueva Popea Sabina. Con la ventaja de que Esporo no era dominante ni manipulador.

De ahí que ordenara su emasculación, una operación muy peligrosa y dolorosa que tenía un gran índice de muertes.

Despojado de sus atributos masculinos, Esporo, a los ojos, del emperador, se convirtió en una mujer. Por lo tanto, si era una mujer podía casarse con «ella».

El joven sobrevivió a la operación, con lo que la boda pudo celebrarse en el 66 d.C, un año después de la muerte de Popea Sabina.

Nerón le dio a Esporo un nuevo nombre: Popeaia Sabina, lo que muestra la fijación que tenía con su difunta esposa.

Ordenó, además, a Esporo que vistiera con la ropa de Popea Sabina. Pero no se paró ahí. Exigió que las personas se dirigieran a «ella» como si fuera su exesposa.

El matrimonio duró exactamente dos años.

En el 68 d.C. Nerón fue derrocado por un golpe de Estado, fruto de una conspiración urdida por el Senado, el Ejército y los gobernadores, quienes colocaron a Galba en el trono.

El Senado lo declaró «enemigo público» y ordenó que fuera muerto por crucifixión, como Jesucristo y tantos cientos de miles a lo largo de la historia. Una muerte con ensañamiento.

Pero el emperador no les dio ese gusto.

Huyó de Roma, aunque no logró escapar. Cuando finalmente se vio rodeado por soldados, ordenó a Epafrodito, su secretario, que le quitara la vida de una puñalada.

Tenía 30 años tan solo.

Dejó de existir el 9 de junio del año 68 d.C.

Esporo se suicidó un año después, al tener claro que los enemigos de Nerón iban a por él.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Divulgación