Enrique Sanz Fernández-Lomana: «El capital de cada mutualista depende de su responsabilidad con las aportaciones»
El presidente de Mutualidad, Enrique Sanz Fernández-Lomana, explica los orígenes del conflicto con los mutualistas y su posible solución. Foto: EP.

Enrique Sanz Fernández-Lomana: «El capital de cada mutualista depende de su responsabilidad con las aportaciones»

|
13/6/2024 06:35
|
Actualizado: 13/6/2024 11:52
|

El próximo 29 de junio se celebrará en Madrid la Asamblea General de Mutualidad, nombre que ahora ha asumido lo que antes se llamaba Mutualidad de la Abogacía. Su presidente, Enrique Sanz Fernández-Lomana, habla en esta entrevista sobre el éxito de la gestión de la Junta de Gobierno, de lo que en esa Asamblea se va a debatir y sobre el conflicto con un sector de mutualistas.

No rehuye abordar el problema desde sus orígenes ni tampoco analizar posibles soluciones.

Fue en 1995 cuando el último gobierno socialista de Felipe González decidió que no era obligatorio pertenecer a la Mutualidad de la Abogacía obligatoriamente. A partir de ese momento se dio opción a los abogados mutualistas de seguir perteneciendo a la Mutualidad o pasarse al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. ¿Cómo afectó esto a la mutualidad?

Efectivamente, en 1995 se abrió la posibilidad de que los profesionales por cuenta propia pudiéramos acceder al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, el RETA, y desde ese momento pudimos optar libremente entre el sistema público o el régimen alternativo de la Mutualidad, permitiendo mayor flexibilidad. Pero también trajo desafíos en términos de gestionar los fondos recibidos y la garantía de las pensiones comprometidas.

Otro gobierno, este popular, presidido por José María Aznar, en 2002, estableció la norma que impuso el sistema de capitalización individual.

Es cierto, el Reglamento de Mutualidades de Previsión Social nos dirigió hacia un sistema de capitalización individual, para lo que establecía un periodo transitorio de adaptación de 10 años. Nosotros lo hicimos en 2005. Otras mutualidades lo hicieron inmediatamente después. Y otros en 2010.

Hasta ese momento los abogados se jubilaban con 100.000 pesetas, el equivalente a 600 euros, que hoy estaría más cerca de los 1.000 euros de nuestro tiempo por la inflación y el coste de la vida. Pero lo que se aportaba no era tan relevante como ahora.

Teníamos garantizados 600 euros sin revisión. No había actualización del coste de la vida. Pero eran otros tiempos. En algunos momentos las 100.000 pesetas que se percibían superaban la pensión máxima de la Seguridad Social. Con creces. Entonces aportábamos muchos y eran pocos los pensionistas. Fueron los momentos iniciales en la percepción de las prestaciones de jubilación.

La jubilación se implantó en la Mutualidad en 1972. Fue a raíz del Congreso de León. Hasta entonces no había jubilación para los abogados. Inicialmente partimos de un sistema de reparto, posteriormente pasamos a capitalización colectiva y años después en 2005, como le decía, pasamos a la capitalización individual, por imposición del Gobierno.

¿Por qué se pasó a la capitalización individual? Tanto pones, tanto recibirás cuando llegues a la jubilación.

La capitalización colectiva era difícilmente sostenible. Era poco eficiente para los mutualistas pues habían cambiado algunos factores. Por una parte, desde 1995 empiezan a bajar los tipos de interés. Por otro, la esperanza de vida se extiende.

¿Qué paso? Que para tener garantizadas las mismas 100.000 pesetas, los mismos 600 euros, había que poner más dinero para tener la misma pensión. Sin olvidar la inflación.

«La capitalización colectiva era difícilmente sostenible. Era poco eficiente para los mutualistas pues habían cambiado algunos factores. Por una parte, desde 1995 empiezan a bajar los tipos de interés. Por otro, la esperanza de vida se extiende»

Esperanza de vida y bajada de tipos de interés. 

Había que incrementar permanentemente las provisiones para recibir la misma prestación. Ello implicaba incremento de cuotas, incluso con derramas extraordinarias. Aquello tenía un futuro complejo. El Gobierno vio que aquello no se sostenía y cambió el sistema capitalización colectiva por el de capitalización individual.

Al final de su vida el mutualista no dispondrá de una pensión, sino de un capital de jubilación que puede transformar en una renta vitalicia o en una renta temporal o en una renta financiera, con una gran versatilidad.

Aquella decisión del Gobierno convirtió a la Mutualidad en una compañía de seguros, ¿no?

Somos una compañía de seguros de vida, así es. Bajo la forma de Mutualidad, con lo que ello implica al ser una entidad sin ánimo de lucro ajustada a los valores y  principios de la economía social.

El presidente de Mutualidad lo tiene claro: «Si se aporta poco se recibirá menos en el futuro. Este es el meollo del problema». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

La mayor parte de los abogados trabajan por cuenta propia, ya estén en el RETA o en la Mutualidad. Supongo que 2020, para muchos de ellos, fue una catástrofe. La llegada de la pandemia impactó muy negativamente a sus ingresos.

Actualmente hay una mayoría de abogados que trabajan por cuenta ajena, desde que se regulara la relación laboral especial  de los abogados, pero es cierto que todavía son muchos los abogados que trabajan por cuenta propia.

Y, efectivamente, la pandemia tuvo un impacto muy grave sobre los ingresos de muchos compañeros. Un buen número estuvieron un año sin poder trabajar, lo que afectó a sus aportaciones a la Mutualidad.

Esto nos llevó a tomar medidas adicionales para apoyar a nuestros mutualistas durante ese tiempo difícil.

Sus informes fueron un ejemplo de transparencia. Informes que, en cierta manera, han contribuido al debate actual.

Es nuestra obligación. Desde el mismo momento en que se inició la capitalización individual hemos informado puntualmente de la situación de cada mutualista. A partir de 2018 avanzamos en la información y la transparencia facilitando trimestralmente a todos y cada uno de los mutualistas un informe en el que les decimos lo que han aportado y su capital de jubilación previsto si siguen cumpliendo su plan de aportaciones.

Incluso, para mayor información, se les plantean tres posibles escenarios de rentas vitalicias, en función de las expectativas de tipos de interés.

Siempre hemos promovido la mejora voluntaria de las aportaciones y, en distintas ocasiones, hemos planteado incremento de cuotas generalizadas, ofreciendo la posibilidad de oponerse a las subidas. Fueron 40.000 quienes rechazaron la subida.

Me lo va a oír decir muchas veces en esta entrevista: Si se aporta poco se recibirá menos en el futuro. Este es el meollo del problema.

Hay una circunstancia  curiosa que siempre me ha llamado la atención: solo el 14 % de los mutualistas que se jubilan optan por la renta vitalicia.

¿Y el resto?

Optan por una renta temporal. O dejan su capital rentando. Hay quien que se lo lleva. Hay una versatilidad muy grande en la forma de cobrar el capital acumulado. Como le decía, a partir de 2018 todo el mundo supo cuál era su posible renta vitalicia esperada.

A partir de 2022 ampliamos la información. Esto es lo que usted ha puesto, esta es la rentabilidad obtenida, estas son las primas de riesgo pagadas y los gastos de gestión. Todo el mundo ha tenido una información absolutamente amplisima.

Pero no ha sido la pandemia la que ha generado este estado de cosas. La raíz del problema es la gran precariedad de la abogacía.

En el mes de marzo del año pasado notificamos que el Ministerio de Seguridad Social había puesto en marcha un nuevo sistema de cotización de autónomos. Hasta ese momento estábamos acogidos a un mecanismo que consistía en que usted, durante toda su vida activa tiene que aportar, como mínimo, el 80 % de lo que hubiera aportado a la cuota mínima de autónomos de la Seguridad Social.

A partir de esta modificación legal  se estableció la cotización por ingresos. Crearon 15 horquillas de ingresos. Cada uno tenía que aportar el 80 % de la horquilla en que se encontrara.

Ahí es donde surge el conflicto. Algunos mutualistas extienden la idea de que se va a tener que pagar mucho más a la Mutualidad en función de las nuevas horquillas del RETA. Y esto no es así, con carácter general.

«El dinero que gestiona la Mutualidad no es suyo. Salvo los fondos propios, los 10.500 millones de euros, están a nombre de cada uno de los 210.000 mutualistas. No pueden ser repartidos ya que su objetivo es garantizar la estabilidad, la solvencia y el futuro de la entidad»

Una reivindicación es la famosa pasarela. Pasar de la Mutualidad al RETA.

Pasar de la Mutualidad al RETA siempre ha sido posible. Ahora lo que algunos están planteando es pasarse al sistema público transfiriendo el ahorro que tienen acumulado en la Mutualidad para convertirlo en años de cotización en el RETA.

Esta cuestión no podemos resolverla nosotros. Deberá ser regulado normativamente, estableciendo las condiciones y la ecuación de cambio de ahorro por años de cotización ya que en la Mutualidad se ha pagado menos que en el RETA. Nosotros, en ningún momento, nos hemos opuesto a la pasarela, siempre que no perjudique a los Mutualistas que quieran permanecer en la Mutualidad.

Creo que por esta vía podría resolverse el problema.

Como le decía, actualmente esto no está legalmente previsto, aunque la ministra de Seguridad Social ha anunciado modificaciones en este sentido.

Cuál es la posición del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones?

Nosotros nos hemos reunido con el Secretario de Estado de Seguridad Social quien nos ha transmitido las propuestas que con anterioridad había planteado la ministra en una comparecencia en el Senado.

En resumen, abrir una pasarela al RETA para mutualistas anteriores a 1995 que no habían podido optar por un sistema u otro, posteriormente ampliado hasta 2005; siempre que estuvieran en situación de vulnerabilidad.

¿Qué comprende la vulnerabilidad?

Está por definirse.

Es un término abierto.

Un término impreciso. La vulnerabilidad pudiera comprender, entiendo yo, a todo aquel que con su plan de jubilación no alcance una renta vitalicia en línea con la pensión mínima de la Seguridad Social. De esta forma, el Estado complementaría esa diferencia. Pero esto tendría que salir de los presupuestos generales del Estado.

¿No de la Mutualidad?

El dinero que gestiona la Mutualidad no es suyo. Salvo los fondos propios, los 10.500 millones de euros, están a nombre de cada uno de los 210.000 mutualistas. No pueden ser repartidos ya que su objetivo es garantizar la estabilidad, la solvencia y el futuro de la entidad.

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige la ministra Elsa Saiz Delgado, explica Sanz Fernández-Lomana, «ha planteado abrir una pasarela al RETA para mutualistas anteriores a 1995 que no habían podido optar por un sistema u otro, posteriormente ampliado hasta 2005; siempre que estén en situación de vulnerabilidad». Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

La verdad es que en esto, las reivindicaciones que se han planteado hasta ahora no son muy claras.

Lo que estos colectivos plantean abiertamente es –pongamos por caso­–, ‘oiga, yo he cotizado a la Mutualidad 30 años, usted me pasa al RETA con 30 años de cotización. Año por año’.

La Seguridad Social, de momento, no ha dado respuesta, aunque parece razonable que deban computarse aportaciones frente a cotizaciones y establecer una ecuación de cambio.

De lo que no se dan cuenta es que hay un montón de autónomos que se están jubilando con pensiones 450 o 500 euros mensuales. El que no ha cotizado 39 años se lleva un porcentaje de la pensión mínima

En la Mutualidad usted ha podido cotizar 40 años, pero ha aportado el equivalente a 10 o 15 años. Por ello la renta vitalicia que se obtiene está en esos términos, pero sólo son 2.500 mutualistas los que estaría en esa situación, el resto, hasta 60.000 generarían pensiones por encima de los 500, los 700 o los 1000 euros, en función del ahorro conseguido al llegar a la jubilación.

La realidad es que el sistema de la Mutualidad y el RETA son distintos en cuanto a cómo se calculan las cotizaciones y las pensiones

La Mutualidad, como le decía, no ofrece pensiones sino capitales de jubilación. La rentabilidad de estos capitales depende de las circunstancias del mercado. En la Seguridad Social, las pensiones están basadas en un sistema de reparto.

Cada sistema tiene sus ventajas y desventajas, pero ambos requieren aportaciones constantes para asegurar una jubilación digna. En el caso de la Mutualidad, el capital de cada mutualista depende de su responsabilidad con las aportaciones.

En repetidas ocasiones se les ha escuchado decir que la Mutualidad les ha engañado. Incluso que “la Mutualidad les roba”, en una adaptación del lema de los separatistas catalanes. ¿Qué tiene que decir a esto?

Es realmente increíble. Que un abogado que se dedica a defender intereses ajenos quiera convencernos de que no se ha enterado de que el sistema de capitalización colectiva pasó a otro de capitalización individual, cuando había estado recibiendo información en la que se le decía cuál iba a ser la renta que iba a conseguir, en el caso de que su capital lo convirtiera en renta vitalicia. No tiene sentido.

Podrán no estar de acuerdo. Podrán decir que el Estado ha exigido poco, que la Mutualidad podría haberles obligado a incrementar sus aportaciones, pero lo cierto es que la alternatividad es un sistema de colaboración público-privado basado en la libertad y la autorresponsabilidad en el diseño de la jubilación, por lo que alguna responsabilidad tendrán que asumir.

Son muchos los mutualistas que reconocen que optaron por la mutualidad porque aportaban cantidades menores, luego no puedo aceptar que nos reprochen falta de información.

No olvidemos tampoco que en el RETA no se consigue la pensión mínima simplemente por afiliarse. Estamos en un sistema en el que recibes en función de lo que has contribuido.

«Lo que estos colectivos plantean abiertamente es –pongamos por caso­–, ‘oiga, yo he cotizado a la Mutualidad 30 años, usted me pasa al RETA con 30 años de cotización. Año por año»

¿Qué espera de la Asamblea General del 29 de junio próximo?

Espero que los que resulten elegidos sean lo suficientemente responsables como para venir a resolver los asuntos que se van a abordar, que son la aprobación de las cuentas, la aprobación de la gestión y algunos otros asuntos, como las fusiones con las mutualidades de procuradores y de gestores administrativos.

Creo que deberían saber separar sus reivindicaciones en torno a la pasarela al RETA de los asuntos de la Junta.

La realidad es que hay mutualistas que lo que están proponiendo es ir a la Asamblea para votar en contra de todo.

En contra de las cuentas, de las fusiones, de cualquier asunto de la Junta de Gobierno. Eso me parece un disparate.

También es previsible que haya palabras gruesas…

Hace un mes y medio tuvimos una asamblea extraordinaria en la que se planteaba una mejora de prestaciones, algunas de ellas sin incremento alguno de prima y votaron en contra.

Aquello me pareció una absoluta irresponsabilidad. Porque han perjudicado a compañeros que podrían estar beneficiándose de esas prestaciones y lo han impedido con su voto. Simplemente por votar en contra de lo que había planteado la Junta de Gobierno de la Mutualidad.

Respecto a la petición de cese, evidentemente confiamos en quienes nos han nombrado. Estamos ofreciendo una gestión excelente en incremento de ahorro, en rentabilidad, en solvencia y en fondos propios.

Somos la cuarta compañía del ranking de seguros de vida de España. Los servicios que ofrecemos son muy buenos, difícilmente superables, por mucha visión crítica que se exprese.

¿Le ve una solución viable a este problema?

Para resolver un problema hay que conocer su entidad y su naturaleza. ¿Y cuál es? Que algunos mutualistas esperan unos capitales de jubilación insuficientes para generar una renta vitalicia en el entorno de la pensión mínima de la Seguridad Social. Este es el problema que hay que resolver, y ya le he indicado cual puede ser la solución

Y por otra, el que todavía esté a tiempo, puede incrementar su ahorro para llegar a un capital de jubilación que le permita tener una renta más alta.

De otra parte, hay situaciones en las que los mutualistas han aportado el mínimo a la Mutualidad, pero tienen otros instrumentos de ahorro, de tal forma que sus retornos al llegar a la jubilación procederán de diversas fuentes, y estos no tendrían tal problema de insuficiencia de ingresos.

 Si no ha puesto más dinero porque no ha querido es porque ha ahorrado por otra parte. Esa es la esencia del problema.

Una última pregunta, algunos mutualistas se han quejado sobre cómo se gestionó el escrutinio de los candidatos electos en la asamblea territorial previa de Barcelona. ¿Podría aclararlo?

Me gustaría señalar que el escrutinio de los votos fue completamente transparente y que se cumplió puntualmente las normativa electoral. El número de votos y el de tarjetas de acreditación cuadró perfectamente y solo se acreditó a mutualistas que figuraban en nuestro censo.

De hecho, el recuento de votos fue gestionado por ODEC, una empresa externa especializada en escrutinio electrónico y con una demostrada experiencia en el sector de más de 20 años.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Profesionales