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Opinión | Justicia y predictibilidad: la IA, una ayuda

Vicente Magro es magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. En su columna reflexiona sobre la importancia de que la Justicia sea predecible y de cómo la IA puede ayudar a ello. Foto: Carlos Berbell.

09/9/2024 05:39

Actualizado: 09/9/2024 11:01

La predictibilidad fue una palabra que se utilizó con frecuencia en la apertura del año judicial celebrada el pasado jueves en el Tribunal Supremo.

Una expresión muy utilizada en términos jurídicos y que es sinónimo de predecibilidad y se refiere a la capacidad de predecir, o anticipar, el comportamiento o resultados de un sistema, proceso o entidad, y que en la Administración de justicia se refiere a la posibilidad de que, ante unos mismos hechos que han ocurrido, la respuesta judicial sea siempre la misma para que impere el principio de seguridad jurídica y previsión de lo que los tribunales van a decir ante una misma situación.

Por ello, la predictibilidad o predecibilidad es una aspiración loable en la búsqueda de facilitar lo que es predecible y que exista una misma respuesta ante una misma situación que, incluso, puede facilitar los acuerdos entre las partes de un conflicto que, en lugar de acudir a los tribunales, pueden hacerlo a un mediador profesional que les ayude a resolver ese conflicto en base a lo que podría ocurrir, casi con toda seguridad, si optan por acudir a los tribunales de justicia, evitando, con ello, más gastos a soportar por ambas partes, más carga de trabajo para la justicia y la resolución del conflicto mismo.

La predictibilidad se consigue en la justicia con la fijación de criterios, algo que es una aspiración personal que siempre intento transmitir para conseguir esa concentración de esfuerzos para fijar los criterios de respuesta ante el mismo caso planteado.

Y, por ello, es lógico que en muchos actos de apertura del año judicial que se han venido celebrando en los últimos años se trate de poner el énfasis en la necesidad de que la justicia sea predecible para que tengan claro los ciudadanos y profesionales lo que puede ocurrir, como respuesta judicial, ante un mismo caso planteado.

Esto es lo que consigue la jurisprudencia que se va a asentando para que pueda ser consultada por los profesionales y conocer, al localizarla en las bases de datos, una concentración de la respuesta judicial al caso planteado y que opera como precedente para que se conozca cómo se puede resolver otro caso idéntico que está pendiente de ser resuelto, o que todavía no se ha presentado y que se ayuda con la jurisprudencia, incluso, para conocer lo que puede ocurrir si se decide acudir a los tribunales de justicia.

CONSIGUE REBAJAR LA ENTRADA DE ASUNTOS EN LOS TRIBUNALES

La predictibilidad o predicibilidad lo que consigue es rebajar la entrada de asuntos en los tribunales, ya que se buscan mecanismos alternativos a la justicia para resolver el conflicto que tienen los ciudadanos. Y, de esta manera, por cualquiera de los mecanismos de solución alternativa de conflictos a la justicia se trata de adelantar esta respuesta de una forma más ágil y menos costosa para todos.

Se puede asegurar que, en gran medida, el colapso de la justicia viene provocado cuando no se potencian estos mecanismos alternativos a la justicia y cuando se falla en la predictibilidad porque no se sabe transmitir la idea de que la justicia debe ser predecible, lo que no quiere decir que ésta se petrifica y que es inmodificable, ya que la jurisprudencia también debe ir avanzando y cambiando, en ocasiones, esos criterios cuando el paso del tiempo, las circunstancias, los cambios legislativos, o la realidad social hacen que deba cambiar un determinado criterio y ajustarse al cambio de los tiempos.

Pero lo importante es que la jurisprudencia va avanzando en esa adaptación a la sociedad y los cambios, pero fija ese criterio y lo va manteniendo para que se conozca el “cambio de criterio” y que ahora la solución es ésta, hasta que concurra alguna circunstancia concreta cualificada que haga cambiar ese criterio en esa línea de “adaptación social”.

Se suele utilizar, también, la predictibilidad en el mundo de los negocios, ya que la predictibilidad del negocio es la capacidad de una organización para predecir eventos futuros y adaptar sus operaciones a ellos.

Permite un gran ajuste al mercado y altos niveles de servicio al cliente al tiempo que elimina el desperdicio y las ineficiencias. También es la base de la empresa sostenible.

Pues bien, una de las formas más interesantes en avanzar en predictibilidad es con la Inteligencia Artificial, la conocida como IA, que nos va a permitir conocer de forma ágil y directa cómo se ha venido resolviendo una determinada cuestión y cómo se debe resolver, así como el consejo sobre cómo hacerlo.

Porque los algoritmos facilitados a la IA son los elementos que ya se han utilizado como “criterios” que se le van dando para que rápidamente nos diga cómo se debe resolver algo, en base a cómo se ha venido haciendo.

Todo ello, sin perjuicio de que los cambios a este criterio serán dados por el ser humano, lo que conllevará el cambio de criterio y el algoritmo dado a la IA.

Sea como fuere, lo importante es que ser predecible es positivo, aunque con la posibilidad de los cambios que siempre surgirán adaptados a las circunstancias de los tiempos y de cada caso.

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