Francisco Serrano, magistrado en excedencia, hace historia liderando a VOX en Andalucía
Francisco Serrano, en la sala de vistas del Juzgado de Badalona donde tuvo su último destino, hasta que pidió la excedencia y dejó la judicatura tras regresar por 40 días.

Francisco Serrano, magistrado en excedencia, hace historia liderando a VOX en Andalucía

La formación ha logrado por primera vez representación en un Parlamento autonómico, y con 12 escaños, lo que le convierte en clave para permitir un gobierno conservador en esta comunidad
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03/12/2018 15:13
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Actualizado: 03/12/2018 15:29
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El magistrado en excedencia Francisco Serrano (1965, Madrid) ha hecho historia tras dar un paso al frente para liderar a VOX en Andalucía para intentar «terminar con los 40 años de régimen clientelar en Andalucía».

La formación ha logrado por primera vez representación en un Parlamento autonómico. Ha conseguido, de golpe, 12 escaños, lo que le convierte en clave para permitir un gobierno conservador por primera vez en democracia en esta comunidad autónoma.

Serrano se volvió a afiliar a este partido, que preside Santiago Abascal, y que coincide con sus «principios, ideas y valores», tras pedir la excedencia.

Francisco Serrano y Santiago Abascal, líder de VOX, estrechándose la mano, junto al secretario general de la formación, Javier Ortega-Smith./ EP

Así ha celebrado el triunfo en Twitter el magistrado:

Este madrileño de nacimiento vive desde los once años en Sevilla, donde es director del despacho Serrano Abogados, y tiene a su familia.

Está radicalmente en contra de la política de cuotas de género, de la que dice que «viene muy bien a las personas que son más inútiles y que no pueden alcanzar sus objetivos por mérito y capacidad».

«Si yo fuera presidente del Gobierno querría en mi equipo a las personas más preparadas y cualificadas. Me daría igual su sexo, su identidad y orientación sexual». Así lo manifestó el pasado verano en una entrevista en Confilegal.

Según confesó, lo que más le preocupa de la política española es la unidad del país, la ideología de género, el paro, las pensiones, la inmigración ilegal… 

«En definitiva, buscar un Gobierno, no ya de izquierda ni de derecha, sino que esté basado en el orden y la decencia», explicó.

Y VOX se ha presentado a las andaluzas con un programa electoral «para toda España» que sintetiza en cien medidas urgentes «atendiendo a los problemas que más preocupan a los españoles: la unidad de España, la destrucción de clase media, los elevados impuestos, la seguridad de nuestras fronteras y el recorte de las libertades».

Su discurso ha recibido críticas de otras formaciones políticas e incluso Vox ha denunciado a la presidenta de la Junta y candidata del PSOE, Susana Díaz, ante el Tribunal Supremo por decir durante sus mítines que se trata de un partido de «ultraderecha, racista, homófobo, xenófobo y que justifica la violencia contra las mujeres», según denunció su abogado, Pedro Fernández.

En su programa, VOX se marca el objetivo de «transformar el Estado autonómico en un Estado unitario» en el que haya «un solo gobierno y un solo Parlamento en toda España». Hasta alcanzar esta meta, propugna una «devolución inmediata» al Estado de las competencias de educación, sanidad, seguridad y justicia, «limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica».

También Cataluña está entre sus prioridades y defiende la suspensión de su autonomía «hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales»; además de la ilegalización de los partidos que persigan la «destrucción» de la unidad territorial.

En cuanto a inmigración, Vox quiere deportar a todos los inmigrantes ilegales a sus países de origen y también a aquellos que estén de forma legal en España, pero que hayan reincidido en la comisión de delitos leves o hayan cometido algún delito grave.

En el ámbito económico, propone un tipo único fijo de IRPF del 20% para las rentas menores de 60.000 euros, con los primeros 12.000 euros exentos. Y del 30 por ciento de IRPF a partir de los 60.000 euros.

Además, respecto al desempleo, quiere bonificar con un 10 por ciento las cotizaciones a las empresas que contraten de forma indefinida a trabajadores españoles en paro. También propone ayudas para mayores de 50 años y jóvenes menores de 24.

También defiende la derogación de la ley de violencia de género y «de toda norma que discrimine a un sexo de otro», sustituyéndolas por una ley «de violencia intrafamiliar que proteja por igual a ancianos, hombres, mujeres y niños». Y quiere suprimir todos los organismos feministas «radicales subvencionados».

Además, apuesta por la creación de un Ministerio de Familia para dar un «apoyo decidido» a las familias numerosas y a la natalidad en general.

En el apartado de libertades y justicia incluye asuntos como la desarticulación «efectiva» de ETA, el fin a las subvenciones a los partidos o leyes «antiokupación y antiusura», permitido a «los españoles» hacer uso de una «fuerza proporcional» para defender su hogar.

EL CALVARIO DEL JUEZ SERRANO

Serrano es conocido por hablar sin tapujos y por ser el azote del «lobby de género», tal como él lo define, ideología por la que denuncia que se ha sentido «acosado».

¿Su pecado? «Criticar la Biblia de género, las leyes basadas en la ideología de género que se aprobaron bajo las dos legislaturas del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y que, por cierto, ha mantenido el PP incólume», según ha relatado en Confilegal.

«Ahora mismo el que no tiene perspectiva ideológica de género es perseguido en este país», ha denunciado.

Francisco Serrano fue inhabilitado en 2011 por modificar en apenas 24 horas el régimen de visitas establecido para un menor que quería asistir con su abuelo a una procesión.

La madre del niño le denunció y fue condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a dos años de inhabilitación, que el Tribunal Supremo elevó, tras el recurso, a 10 años, más una multa.

Este magistrado en excedencia considera que el «castigo tan desproporcionado» de expulsarle de la carrera judicial «no deja de ser una represalia» por no haberse amoldado y ser objetivo y socialmente correcto.

Tras un largo calvario, en octubre de 2016 el Tribunal Constitucional revocó la decisión del Supremo. Aun así, el Consejo General del Poder Judicial se negó a reintegrarle en la carrera judicial y condicionaba su incorporación a realizar de nuevo oposiciones.

«El caso todavía está pendiente de que el Tribunal de Estrasburgo pueda anular mi condena de inhabilitación culposa por dos años», señala Serrano, y confiesa que el haber podido ejercer de nuevo le quitó la «estaca clavada en el corazón».

También ha reclamando judicialmente por la vía administrativa por los daños y perjuicios que ha sufrido.

«Tendría que haber sido magistrado otra vez en agosto de 2013, pero estuve cerca de seis años indebidamente inhabilitado», ha explicado.

SE HA SENTIDO COMPENSADO POR HABERSE VUELTO A PONER OTRA VEZ LA TOGA

Al final, el Supremo acabó rehabilitándolo el pasado abril y pudo descolgar su toga.

Con ella emprendió un viaje de 1.000 kilómetros con destino Badalona, donde ejerció como titular del Juzgado de Primera Instancia y Familia número 7 durante 40 días, en los cuales dictó casi 100 sentencias.

«No está mal», señala satisfecho, y cuenta que el Derecho de Familia catalán supone un avance envidiable con respecto al resto del territorio español. La custodia compartida está muchísimo más avanzada.

El pasado 31 de mayo concluyó esa etapa, ya que cesó por voluntad propia pidiendo la excedencia “por asuntos particulares”, y volvió al ejercicio de la abogacía en Sevilla, junto a su familia.

Su primer destino fue como juez de primera instancia en Valverde del Camino (Huelva). Allí estuvo entre 1990 y 1998, hasta que fue elevado a magistrado y ocupó un Juzgado de Familia en su tierra.

Confiesa que «al menos» se ha sentido «compensado» por haberse vuelto a poner otra vez la toga.

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