Raúl Ochoa llenó la discoteca Barceló en la presentación en sociedad de su candidatura
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08/11/2022 06:49
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Actualizado: 08/11/2022 01:42
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Entre 800 y 1000 personas llenaron ayer la discoteca Teatro Barceló –antiguo Pachá– en la presentación en sociedad de la candidatura que capitanea Raúl Ochoa que compite en las elecciones a la Junta de Gobierno de la Abogacía Española (ICAM) bajo el lema «Activa el cambio».
Es una de las siete candidaturas en liza.
Aunque convocada a las 20 horas, el evento no arrancó hasta las 21.20, cuando lo que es la pista de baila estaba abarrotada por completo. Un retraso que se debió a una enorme cola que se formó en el exterior esperando su turno para entrar.
El anuncio de la presentación decía «consumición incluida», aderezado con un par de jamones que diestros profesionales fueron haciendo finas lonchas durante el tiempo de espera.
El acto fue introducido por Luis Fernando Quintero, redactor jefe de fin de semana de Libertad Digital y colaborador de «Es la mañana de Federico», que describió a Ochoa como un «gladiador de la abogacía, un legionario del derecho y un apasionado de la formación». Y finalizó con la frase «hoy comienza la cuenta atrás para conquistar el ICAM».
Después de Quintero estaba previsto un vídeo muy divertido que por problemas técnicos no se pudo escuchar, lo que provocó que saltara al escenario del Barceló un candidato cargado de energía.
Ochoa comenzó recordando al que para él es un referente histórico: Antonio Pedrol Rius, decano del ICAM entre 1973 y 1992, cuando falleció. «Pedrol Rius consiguió que el Colegio fuera reconocido en la Constitución», afirmó, reivindicando su figura como inspiración.
El candidato repitió que uno de los problemas de los abogados es que se valoran poco. «Recientemente un compañero cogió un taxi. El taxista al escucharlo hablar le preguntó si era abogado y éste le respondió que sí. Durante el trayecto le hizo tres consultas, que le respondió al llegar a su destino le cobró 25 euros. ¿Sabéis cuánto le cobró por sus respuestas? Nada. Este es uno de los grandes problemas que tenemos los abogados. Nuestro trabajo no está valorado. Nos valoran poco. Y nosotros no nos valoramos».
Por eso prometió que uno de sus objetivos iba a ser recuperar «el orgullo de pertencia a la profesión, reforzando la marca abogacía», bajando, además «las cuotas».
Ochoa repitió, en modo mantra, los tres pilares en los que se basa su candiatura: cercanía, humildad y servicio.
«Este hombre bajito va a estar a vuestro servicio y al servicio de la institución. Para hacerlos la vida fácil. Para eso está el Colegio, que es vuestra casa. De una forma humilde porque solo desde la humildad se consiguen las cosas importantes en un tiempo, como este, en que hay mucho postureo», dijo.
El cabeza de cartel de esta candidatura añadió que, para él, había dos premisas que eran esenciales para conseguir los objetivos planteados: ilusión y pasión: «Sin ilusión y sin pasión no hacemos nada. Esta es una candidatura para todos los abogados».
Ochoa prometió una dedicación especial a los jóvenes, tanto en formación como en proyectos de viviendas, para los padres, con más guarderías en sedes judiciales y para los mayores, con residencias «donde los compañeros estén bien atendidos».
Después de la arenga, se realizó la presentación oficial de la mayor parte de los miembros de la candidatura. No todos, una minoría, que no pudieron asistir por obligaciones profesionales.
Como se suele decir, prueba superada en materia de convocatoria.
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