El diputado del ICAM, Javier Mata, y la vicedecana, Isabel Winkels, presentaron la campaña contra las agresiones a las abogadas. Foto: EP.
Muchas abogadas viven estados de terror y violencia en su ejercicio profesional: El ICAM le hace frente con una campaña
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23/11/2023 06:30
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Actualizado: 24/11/2023 09:07
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Vídeos amenazantes con imágenes de asfixia, ruedas pinchadas, acoso virtual, trato vejatorio y micromachismos por razones culturales son algunas de las muchas situaciones de violencia que sufren cada año numerosas abogadas madrileñas bajo el ejercicio profesional.
En cifras, el 67% de las incidencias reportadas en lo que va de año al Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) por amenazas a profesionales de la abogacía, corresponde a mujeres.
Ante estas situaciones, Defensa de la Abogacía tramitará las solicitudes de amparo colegial de las que tenga conocimiento y creará un área específica de atención a las mujeres abogadas.
«Hay que tomar conciencia de que podemos estar sufriendo violencia y una vez que somos conscientes, hay que denunciarlo para que el Colegio analice estas denuncias y ponga freno a estas situaciones», subrayó ayer la vicedecana del ICAM, Isabel Winkels.
UNA CAMPAÑA PARA VISIBILIZAR ESTE ESTADO DE COSAS
Para hacer frente a esa situación, el ICAM ha iniciado una campaña para visibilizar los diez tipos de violencia que sufren las abogadas, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebrará el 25 de noviembre.
El Colegio registrará cualquiera de los 10 tipos registrados de violencia ejercida hacia las letradas durante el desempeño de su labor profesional.
Este año fueron reportados 24 casos al Departamento de Defensa de la Abogacía del ICAM de los cuales 16 correspondieron a abogadas.
Winkels aseguró que “la Junta de Gobierno del ICAM está comprometida con la defensa de las mujeres abogadas frente a cualquier tipo de trato desconsiderado y, en particular, frente a cualquier tipo de violencia. El objetivo de esta campaña que hoy lanzamos es, en primer lugar, que se reconozca que se está siendo víctima de una situación que como profesionales no debemos tolerar y, en segundo lugar, que se denuncie para que el Colegio actúe”.
También recalcó que se trata de una situación preocupante, pues estas situaciones pueden darse sin que se tenga conocimiento de ello, ya que los datos de los que disponen no lo reflejan.
LOS ABOGADOS SOMETIDOS A SITUACIONES INDIGNAS
Por su parte, Javier Mata, diputado responsable de Defensa de la Abogacía, explicó que “los profesionales de la abogacía están muy expuestos a situaciones incompatibles con la dignidad de la profesión y que, además, en muchos casos impiden y obstaculizan su trabajo. En el caso de las mujeres hay que añadir las que sufren por razón de género. Esto es gravísimo, porque no solo afecta a su dignidad personal y a sus derechos, sino que vulnera el derecho de defensa”.
El diputado señaló también que “ante estas situaciones el Colegio dispone de recursos para actuar, y que la prueba son los amparos que aprueba de forma constante. Pero que para poder actuar es necesario que primero se denuncie”.
“La visibilización es importante, y en materia de acoso es una cuestión absolutamente trascendental. Estos episodios suceden y se comentan entre las abogadas, pero muchas veces no se da el paso a denunciar porque no se conoce muy bien el cómo; o porque se pueden llegar a normalizar determinadas conductas que no tienen en absoluto nada normal. Por eso es tan importante visibilizar estas cuestiones”; ha indicado Estela Martín, presidenta de la sección de Igualdad del ICAM.
El Colegio también ha recomendado dejar constancia por escrito y comunicar la incidencia al área de Defensa de la Abogacía, donde activarían de manera inmediata el protocolo de actuación requerido para la situación.
En el documento también se ha hecho hincapié en que, en la mayoría de los casos, la amenaza para el ejercicio libre de la profesión viene dada normalmente por parte de los poderes públicos; pero que se han detectado numerosas ocasiones en las que tiene su origen en el propio cliente.
Un ejemplo de esto ha sido la reciente aprobación de un amparo para una colegiada que sufrió “trato vejatorio y de la conducta acosadora” por parte de un cliente; lo que le había impedido desarrollar su labor profesional con normalidad.
Por todo ello, el ICAM va a empezar a registrar cualquier tipo de violencia ejercida contra las letradas en su desempeño profesional, creando un área específica de atención a las mujeres abogadas.
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