Valeriano Gómez sobre la «remunicipalización»: «Ni el Estado ni el mercado son siempre la mejor solución»
Para el exministro de Trabajo socialista, Valeriano Gómez, no existe una única solución en la gestión de los servicios públicos municipales.

Valeriano Gómez sobre la «remunicipalización»: «Ni el Estado ni el mercado son siempre la mejor solución»

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11/11/2017 06:15
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Actualizado: 20/5/2019 23:46
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«Creo que existe el riesgo, efectivamente, de que se trate de un debate con un fuerte componente ideológico. Ni el Estado ni el mercado son siempre la mejor, o la única, solución. No lo es el Estado ni tampoco lo es el mercado».

De esta forma se expresa el economista y exministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, sobre el emergente debate sobre la remunicipalización de los servicios públicos de muchos ayuntamientos, ahora gestionados por empresas privadas, que defienden formaciones como Podemos, o próximas a ellas, ahora en el poder local de muchos consistorios.

«Precisamente, en estos últimos meses se ha producido una ideologización en torno al debate en el sentido de que el Estado siempre es mejor. Y en muchas ocasiones asistimos también al proceso contrario. Lo queyo  defiendo es una visión sin apriorismos. Una visión en la que los ciudadanos podamos decidir de qué formas se gestiona mejor determinado servicio público. En el ámbito municipal esto es perfectamente posible», explica Gómez, quien fuera ministro bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La remunicipalización de la prestación de servicios públicos

Desde su punto de vista, existen dos niveles de servicio público. Uno primero y principal en el que el Estado debe estar presente en aquellos servicios de carácter universal cuya prestación no dependa del pago de un precio, donde no haya posiblidad de discriminar entre unos y otros y donde esa discriminación sea nociva para el conjunto de la sociedad.

«El Estado debe estar presente en la provisión de los servicios del Estado liberal del siglo XIX: policía, justicia y defensa. Y también en los servicios públicos de carácter social del siglo XX: la sanidad, el sistema de pensiones público y la educación, sin perjuicio de que se preste también desde el ámbito privado», explica Gómez.

Esa es la almendra central en la que el Estado debe estar presente.

Tercera vía

El ámbito municipal es, sin embargo, un terreno donde la gestión privada o los instrumentos de colaboración público-privada tienen un papel para jugar, como se ha venido demostrando a lo largo de las últimas décadas en Europa y en España.

En línea con la llamada «Tercera Vía», promovida por el sociólogo socialdemócrata británico Anthony Giddens, y que tuvo como seguidores nada menos que al entonces canciller alemán Gerhard Schröder, el primer ministro holandés Win Kok, la presidenta chilena, Michelle Bachelet o el que fuera primer ministro britanico Tony Blair. 

Su objetivo es compatiblizar los valores tradicionales de centro-izquierda, como la solidaridad social, la justicia social, la responsaiblidad y las oportunidades, con los postulados económicos del libre mercado como la reducción del intervencionismo y los impuestos. Y nació del agotamiento de las políticas socialistas tradicionales, sobre todo en la Unión Europea.

De ahí que los resultados jueguen un papel fundamental a la hora de decidir cómo se afronta la prestación de un servicio público a nivel municipal, como bien indica Valeriano Gómez. 

«Los resultados de la gestión deberían ser, a estas alturas, los determinantes en la toma de decisiones públicas. Aspectos como la transparencia, el control público de la política tarifaria y de los niveles de calidad en el servicio, las condiciones laborales en que los trabajadores prestan servicios (ya sea desde la Administración local, la empresa pública o mixta o la empresa privada) son elementos clave en el balance que determina la elección entre fórmulas de gestión», cuenta.

Los trabajadores en el proceso de remunicipalización

En cualquier proceso de remunicipalización, el exministro de Trabajo recomienda a los trabajadores de las empresas que pudieran verse afectadas asesorarse legalmente.

«La subrogación por parte del poder público municipal no es siempre un proceso fácil. Y tiene dificultades para su inclusión sin más en el ámbito de la estructura laboral, en las plantillas de trabajadores y de funcionarios en el ámbito municipal. Esto no es posible. Esto exige unas pruebas de acceso para la obtención de la condición de trabajadores o de empleados públicos. Esta es la principal dificultad. Es un proceso complejo. No siempre es fácil la obtención de un nivel de estabilidad, a la que aspira cualquier trabajador», dice.

Tres obstáculos dificultan ese proceso: el Estatuto Básico del Empleado Público, que decreta la forma de acceso al puesto de trabajo, la legislación de Contratos del Sector Público, que dificulta la incorporacion de los empleados de los contratistas a las Administraciones públicas, una vez que se terminan sus contratos, y la Ley 15/2014 de Racionalización del Sector Público, que fija la congelación de las plantillas en el ámbito de las Administraciones públicas.

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