Mercè Caso, jueza decana de Barcelona, confiesa que se hubiera ido de haberse proclamado la república
Mercedes Caso, jueza decana de Barcelona, en un momento de la entrevista. 20 minutos.

Mercè Caso, jueza decana de Barcelona, confiesa que se hubiera ido de haberse proclamado la república

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31/1/2018 12:21
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Actualizado: 07/11/2022 10:53
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Mercè Caso, jueza decana de los Juzgados de Barcelona, confiesa en una entrevista que si el llamado «procés» hubiera tenido éxito ella, catalana de nacimiento y catalano-parlante, se hubiera marchado de Cataluña.

«Si esto hubiera sido a consecuencia de un proceso unilateral, que se hubiera invitado a salir a todos mis compañeros y compañeras, que no hubieran hecho el pacto de juramento a la república, yo me hubiera ido. Sin dudarlo», reconoce abiertamente.

En la entrevista, realizada por Paula Arenas y publicada en 20 minutos, Caso desnuda su pensamiento sobre lo que está sucediendo en Cataluña y sobre la igualdad en la carrera judicial.

«A mí me importa un rábano una bandera o la otra, a mí lo que me importa es que vivamos mejor, haya educación y trabajo, viviendas adecuadas, que no se nos ahoguen los refugiados, que nos vuelva a preocupar lo que, de verdad, importa», explica.

A su entender, el conflicto catalán ha llegado hasta aquí «Porque se ha jugado con las emociones, es un proceso emocional. No hay de verdad argumentos, se ha dejado todo a las emociones».

El origen de todo, desde el punto de vista de la jueza decana, está en la crisis económica tremenda.

«Nos sentíamos solos y esto servía para unificar. En la manifestación en el Palacio de Justicia» hubo «muchos jubilados, que ya no tienen esperanza en muchas cosas, y muchos jóvenes, a los que les han llenado de ilusión en un momento de total desesperanza».

Caso tiene muy claro que parte del origen del problema está en la «dejación de la discusión política honesta» y en «colocar lo que pasa en manos de los tribunales».

«Es uno de los peores errores que se ha podido cometer».

La magistrada afirma que quiere tener esperanza, pero «esto no lo arregla ni la política ni la justicia, sino la economía. Será cuando veamos el descalabro económico que vamos a notar en Cataluña. Cuando vean que se tienen que ir. A mis hijas, tengo dos, les recomiendo que se vayan. Y el país que pierde a los jóvenes, ¿con qué se queda? No me reconozco aquí, y esta ha sido siempre mi tierra».

«Mi madre se ha vuelto independentista»

La jueza decana de Barcelona admite que quiere a los suyos pero que no los entiende.

«A mi madre la quiero, y se me ha vuelto independentista», cuenta.

«Yo he tenido discusiones como nunca y unos enfrentamientos a nivel familiar que nunca pensé que podría tener. Mis compañeros jueces han pasado por momentos de mucha alerta. Yo pediría la capacidad de volver a un debate político honesto y dejarnos de una bandera o de otra, de un nombre o de otro. Vamos preguntarnos qué queremos y si quiero ser independiente, porqué. Vayamos a los ‘qué’ más que a los envoltorios», plantea.

Y en un arranque de franqueza, afirma: «Me sentía orgullosa de mi lengua, pero ellos se creen distintos y, en ese ‘distintos’ hay mucho de ‘mejores’ y eso no me gusta. Me gusta la mezcla de romanos, fenicios y griegos que somos. Y por eso cada vez me gusta menos y me siendo muy desubicada».

Las mujeres en el Supremo

La jueza decana de Barcelona tampoco elude hablar de la reciente elección de dos hombres y una mujer para tres puestos de magistrados del Supremo.

«Esto pone en cuestión a todo el sistema. Cuando ganamos en pruebas objetivas pero en las decisiones discrecionales no ganamos, algo pasa. En el Consejo somos menos, pero no creo que sea porque nos menosprecian. Pero creo que no se tiene en consideración cómo funciona la vida en realidad y tenemos que seguir incorporando unas tareas que ellos no tienen y eso hace que en la carrera de méritos vayamos por detrás», cuenta.

«El Consejo tendría que aportar esa normativa de discriminación positiva», propone.

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