Los tres candidatos a presidir la Sala de lo Penal del Supremo coinciden en un objetivo: eliminar las sentencias contradictorias
Los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Colmenero, Cándido Conde Pumpido y Manuel Marchena, coincidieron en que hay que eliminar las sentencias contradictorias generadas por la Sala de la que forman parte, mejorar la unificación de doctrina y facilitar el conocimiento rápido de las resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal de Justicia Europeo.
“No hay nada más descorazonador para un magistrado que encontrarse que cada una de las partes aporta una sentencia del Tribunal Supremo que dice una cosa distinta. Esto tenemos que evitarlo”, dijo el magistrado progresista, Cándido Conde Pumpido, ante una nutrida Comisión Permanente presidida por Carlos Lesmes, máxima autoridad de la Justicia.
El próximo presidente de la Sala Segunda será elegido de entre esta terna de magistrados en el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) del próximo 30 de septiembre. Tanto Colmenero como Marchena pertenecen al ala conservadora. Conde-Pumpido a la progresista.
El primero en exponer su programa fue Miguel Colmenero, quien descartó la necesidad de hacer una “revolución organizativa” en la Sala de lo Penal. Sin embargo, sí hizo hincapié en la necesidad de potenciar el Gabinete Técnico, como forma de aumentar la eficacia, y de mejorar la respuesta de la Sala en casos de corrupción. “Se invierte demasiado tiempo para decidir si hay corrupción o no. Seis meses es un tiempo adecuado”, dijo Colmenero.
Sobre la instrucción –investigación- de las causas de aforados, Colmenero afirmó que el Tribunal Supremo no tiene estructura para ello. Su exposición duró 26 minutos.
Conde-Pumpido, por su parte, expuso durante 62 minutos un exhaustivo proyecto de reforma del funcionamiento de la Sala basado en cinco puntos. El ex fiscal general del Estado se propone crear una sala, integrada por el presidente y los tres magistrados más antiguos, para evitar las contradicciones de la jurisprudencia, y mejorar el sistema de reparto para mejorar el enjuiciamiento a aforados, pese a considerar que estos asuntos son “residuales”.
Asimismo, el magistrado se propone potenciar la participación de la Sala en la gobernanza de la Sala, impulsar las relaciones de sus miembros con las universidades, los tribunales internacionales y organismos como Eurojust, germen de la futura Fiscalía Europea y promover reformas procesales necesarias para el buen funcionamiento de la justicia.
Manuel Marchena fue el último en intervenir en el Salón de Plenos del CGPJ, donde se celebraron las comparecencias. Este magistrado apuntó, a lo largo de los 32 minutos de su intervención, la necesidad de anticipar las fechas de los señalamientos de los asuntos que afecten a la unificación de doctrina, dándole la máxima prioridad, y propuso que el Gabinete Técnico se encargue de informar de forma periódica a todos los órganos jurisdiccionales de las novedades doctrinales del Supremo a través de un boletín, muy en la línea de lo expuesto por Colmenero.
