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El futuro para la Procura española a la vista de los planes del Gobierno

El futuro para la Procura española a la vista de los planes del Gobierno
13/9/2014 09:28
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Actualizado: 06/4/2016 12:18
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Juan Carlos Estévez Fernández-Novoa, presidente del Consejo General de Procuradores de España

Comúnmente se afirma que el Gobierno y, en general, todos los Poderes del Estado, van por detrás de los acontecimientos y deseos de la sociedad. Esto no es un axioma, pero suele ser verdad con mucha frecuencia. Tampoco es de extrañar pues, en un estado democrático, las Instituciones del Estado deben perseguir, entre otras cosas, llevar a efecto lo que los ciudadanos desean. Y puestos en este planteamiento tan simple, las ideas precederán siempre a su confirmación legislativa.

La Justicia española no podía ser una excepción y, así, es difícil y lento el adaptar las estructuras existentes a los deseos de la sociedad a la que sirven.

Por ello, la Justicia española ha de estar siempre en evolución y, en los momentos actuales, parece que esos cambios habrían de ser más inminentes y en mayor profundidad.

Creo que esto es un afán común, aunque no todos queremos circular por el mismo itinerario.

Lo cierto, es que el actual equipo del Ministerio de Justicia, dirigido por el Ministro, Sr. Ruiz-Gallardón, parece que se ha puesto manos a la obra y, como ha sucedido casi siempre, a los planteamientos de cambio le suceden multitud de detractores de los mismos.

No es objeto de estas letras el valorar los cambios o propuestas de cambio que han ido sucediéndose. No obstante, y de un modo muy general, me parece que hay más acierto del que comúnmente viene proclamándose.

La Procura, no podía, en modo alguno, ser ajena a los movimientos sociales y a los cambios en la Justicia.

Por eso, desde hace ya muchos años, es objetivo prioritario del Consejo General de Procuradores el de la modernización de nuestra profesión, a fin de poder prestar un mejor servicio a la Justicia y a los ciudadanos.

Y en ese orden, mi profesión se encuentra en época de profundos cambios que pueden ser visualizados desde los siguientes planos:

– Una evolución en la profesión, con el advenimiento de muchos compañeros y, singularmente, compañeras, en los últimos años, que hace que la pirámide de población se ensanche, cada vez más, por su base.

– Un alto nivel de tecnificación, tanto de los procuradores, como de sus Colegios, que hace que seamos y, espero, vayamos a seguir siendo, líderes en el sector de las tecnologías, en el que colaboramos, ampliamente, con el Ministerio de Justicia y los Tribunales.

– En este momento, los procuradores hemos liderado el proyecto LexNet, que se ha visto complementado con la Plataforma Tecnológica de la Procura.

Esto quiere decir que, del universo de 10.000 procuradores existentes en toda España, prácticamente todos tienen ya acceso a las notificaciones electrónicas y, según datos del propio Ministerio de Justicia, la evolución y crecimiento del sistema LexNet ha adquirido una progresión geométrica, ya que, hoy en día, son más 50 millones de notificaciones las que reciben los Procuradores de los Tribunales, de las cuales 28 millones son ya telemáticas.

Además, con el advenimiento de la Plataforma Tecnológica a la que he hecho mención y que ha sido homologada por el Ministerio de Justicia, en breve espacio de tiempo, podrán presentarse escritos y demandas por este medio.

La pendiente reforma, en trámite de Anteproyecto, de la Ley de Enjuiciamiento Civil, dará nuevas y mayores competencias a los procuradores, muy especialmente en el ámbito de los actos de comunicación judiciales y de la ejecución de las sentencias.Creo que nuestra profesión ha experimentado una notable puesta al día, fruto también de las leyes Paraguas y Ómnibus. Ahora falta el tercer pie del trípode de desarrollo de la Directiva Bolkestein, que no es otro que la Ley de Servicios y Colegios Profesionales, también en trámite de Anteproyecto, y que decidirá, en gran medida, nuestro futuro, que estoy convencido de que será halagüeño.

– Ciertamente, el déficit de la Justicia española, muy especialmente en lo que se refiere a la ejecución de las sentencias, especialmente, en la jurisdicción civil, tenía que ser abordado, que es lo que ahora lleva a efecto la pendiente reforma de la LEC.

Así como, en calidad de las sentencias y duración de los procesos civiles, nos encontramos a la altura de los países más avanzados, el retraso se concentra, fundamentalmente, en el trámite de ejecución, asunto este que se encuentra totalmente resuelto en los países de nuestro entorno, a través de la profesión de agentes de ejecución, figura que no existe como tal en España pero que, la reforma legislativa en trámite aborda de alguna manera.

Los procuradores somos totalmente favorables a las reformas encaminadas a una mayor competitividad de la economía española, y en esa línea apoyamos al Ministerio de Economía, aunque, como siempre, las reformas deben ser cuidadosas, contemplando las necesidades concretas en cada caso. En el nuestro, el de llegar a un mejor funcionamiento de la Justicia española o, dicho de otro modo, avanzar sin perjudicar lo que realmente funciona bien.

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