Retos para un mundo desconocido: Las asesorías jurídicas de empresa

Retos para un mundo desconocido: Las asesorías jurídicas de empresa

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02/12/2014 00:00
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Actualizado: 08/4/2016 10:26
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Muchas de las asesorías jurídicas de empresa españolas, lo que popularmente se conoce en el argot como las “in house”, podrían situarse tanto por tamaño como por capacidades, entre los principales bufetes de España. Son grandes desconocidas obligadas a reinventarse en los próximos años para hacer frente a los desafíos más importantes en su existencia. Es lo que dice un informe de PwC.

Los retos más importantes son: mejorar la eficiencia interna y el control de riesgos y utilizar la tecnología para optimizar la calidad.

Estas son algunas de las conclusiones del informe elaborado por PwC,  “La transformación de la función jurídica: Los siete retos de las asesorías jurídicas internas”.

Ha sido realizado partiendo de una muestra de 59 directores jurídicos de empresas españolas entre mayo y julio de 2014.

De la misma queda patente que el 61 por ciento de los directores jurídicos –sumando el 38 por ciento que depende de Presidencia y el 23 por ciento que responde ante el Consejero Delegado- se encuentran muy próximos a la cúpula decisoria del poder.

Esto demuestra la importancia que tiene esta figura en la estructura organizativa de las grandes compañías a día de hoy.

El 75 por ciento de los directores encuestados dice participar en el Consejo de Administración, el 78 por ciento en el Consejo de Dirección, el 49 por ciento en el Comité de Riesgos, el 49 por ciento en el Comité de Control y Cumplimiento y el 37 por ciento en el Comité Ejecutivo.

Para todos ellos el mundo se ha empequeñecido. El campo de juego es más global y competitivo. Esto, para el 54 por ciento de los encuestados, les obligará a optimizar el nivel de calidad y eficiencia de los servicios prestados durante los próximos tres años. Traducido, tendrán que ponerse las pilas como nunca antes para ponerse al día y estar a la altura de lo que se espera de ellos.

Para ello tendrán que hacer uso a fondo de la tecnología para mejorar la calidad y los servicios que están obligados a innovar. Internet y la tecnología aparejada con ella son la herramienta más poderosa con que cuentan. Sobre todo en momentos de enorme complejidad regulatoria y la exigencia de transparencia que ello conlleva.

Junto a ello, también ven necesario mejorar la agilidad interna de respuesta. Para el 76 por ciento es uno de los grandes desafíos. Lo mismo que la necesidad de estrechar vínculos con otras áreas estratégicas de la empresa.

PwC advierte también de un frente especialmente sensible: el control de riesgos. El 52 por ciento de los encuestados reconocieron no disponer de las herramientas necesarias para obtener información de importancia de otras áreas de sus empresas. Información vital que podría prevenir riesgos legales. Para  ello, en la prevención del riesgo legal, se impone el desarrollo de la figura del “compliance officer” dentro de las compañías, con un enfoque no solo limitado a la prevención de riesgos penales, sino que abarque mayores áreas de impacto legal, todo ello con la ayuda de la tecnología más avanzada que permita mayores niveles de automatización, de control y  supervisión y en definitiva de mejora de la eficiencia y del conocimiento interno.

La globalización, por otra parte, requiere de un perfil más internacional de abogados, sobre todo cuando las empresas españolas han echado raíces en la Unión Europea, Iberoamérica y los Estados Unidos. Letrados que hablen idiomas, bien. Y no uno, sino varios, para atender a los clientes allá donde sean necesarios.

Esta internacionalización descubre otro de los retos a hacer frente a las asesorías: el modelo de gobierno con las filiales y la necesidad de diseñar un modelo de gobierno corporativo robusto con ellas, en el que se delimiten competencias, responsabilidades y procesos de toma de decisiones entre la filial y su matriz.

En lo relativo al grado de comunicación que están manteniendo con el comité de auditoría interna y el área financiera, la gran mayoría piensan que es satisfactorio. El principal punto de mejora está, precisamente, en la conexión con la función fiscal. Esta área tiene una importancia especial en el gobierno corporativo de las grandes empresas cotizadas españolas tras las nuevas obligaciones derivadas de la Ley de Sociedades de Capital.

Por último, la ayuda externa se convertirá en otro de los grandes retos de las compañías, que buscarán aquellas firmas con implantaciones locales, que tengan claro conocimiento del derecho de los países donde está presente cada compañía. Esto es, que estén formadas por abogados locales y que combinen dicha experiencia local con la capacidad de coordinación global de los proyectos, termina diciendo el informe de PwC.

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