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La educación y el uso responsable de Internet

La educación y el uso responsable de Internet
Javier Puyol es abogado y socio de ECIXGroup.
13/5/2015 12:44
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Actualizado: 24/7/2023 17:52
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En España, según afirma Jorge Flores al igual que en Europa y muchas otras partes del mundo, desde hace varios años y con intensidad creciente, se está trabajando para la información, la sensibilización y la formación en el uso sin riesgos de Internet y también, aunque con menor énfasis, de la telefonía móvil y los videojuegos.

Es claro que, en la medida en que la Red ha cobrado mayor protagonismo, por importancia e incidencia, como entorno de socialización y convivencia se hace más evidente que niños, niñas y adolescentes van a ser más autónomos y sujetos a sus propios criterios que a los consejos paternales y paternalistas de los que nos hemos venido sirviendo. Esos consejos han cumplido su misión y la siguen cumpliendo en las edades más tempranas pero van quedando insuficientes.

Por ello, además de personas informadas sobre las situaciones de riesgo y las medidas preventivas a adoptar, debemos aspirar a formar plenos ciudadanos digitales que, entre otras muchas cuestiones, sean capaces de disfrutar de sus derechos en connivencia con los derechos ajenos.

Dicho autor destaca que detrás de este planteamiento subyacen dos imperativos:

a). Focalizar la acción en las personas y sus actitudes y no tanto en las tecnologías que utilizan. Priorizar actitudes y valores frente a conceptos y procedimientos. Las personas prevalecen y las tecnologías cambian.

b). Considerar la seguridad en la red como una condición necesaria pero no suficiente. El objetivo sobre el desarrollo integral de las personas online debe ir más allá de eludir ser víctimas de determinados peligros para procurar el desarrollo de competencias ciudadanas sobre la base de valores sólidos y habilidades para la vida.

La necesidad de esta labor de protección de la infancia y la adolescencia se hace evidente no sólo por los datos que arrojan los estudios referidos a estos riesgos o por el día a día que se vive en hogares y aulas sino también y, en especial, por el llamamiento que desde varias instancias se está produciendo.

El uso de Internet favorece la comunicación, la diversidad cultural y el abordaje a un nuevo universo de conocimiento. El acceso a este nuevo escenario es una experiencia distinta y requiere que la familia, la escuela y el Estado estén preparados para guiar a las generaciones más jóvenes hacia un uso responsable, respetuoso y ético de Internet y las nuevas tecnologías en general.

La familia, los educadores y los adultos en su conjunto son los responsables de acordar con los niños, niñas y adolescentes los términos de su uso. Los especialistas aconsejan realizar un acuerdo o “contrato” sobre cuestiones básicas como tiempos, contenidos a  los que se permite acceder y condiciones para la comunicación con nuevos usuarios con los que se contactan.

Es por ello que es vital revisar de nuevo el modelo educativo en lo concerniente a la formación ciudadana, ya que los esfuerzos por implementar y desarrollar una serie de competencias, que al ser integradas a los currículos proporcionen al estudiante la adquisición de conocimientos y habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que permiten a los miembros de una comunidad participar en la construcción de una sociedad democrática, pacífica e incluyente, ahora giran en torno a las nuevas dinámicas sociales producto de la integración de la superautopista de la información a nuestro quehacer diario.

En este sentido, Álvaro Rodríguez ha señalado que debemos tener en cuenta, que en una sociedad como la actual, es difícil definir el concepto de ciudadanía, ya que factores como la interculturalidad, los intereses comunes  y las TIC, a través del uso extensivo y cada vez más integrado de las mismas, conforman un tipo de ciudadano universal o en términos postmodernos: Un ciberciudadano. El ciberespacio se ha transformado de una parcela ajena a la realidad sociopolítica, al protagonista y herramienta fundamental en estos nuevos procesos ciudadanos.

Partiendo de lo anterior, se concluye que la educación de estos ciberciudadanos debe contar con herramientas que las tecnologías de la información y la comunicación proporcionan, logrando así la integración de un sistema de información interconectado con unas culturas juveniles diversas, que buscan reivindicar el significado de la participación virtual que los empodera como individuos capaces de tomar decisiones constructivas, autónomas y que mejoran su calidad de vida.

Pablo Garcia Mexia, en un muy reciente artículo propugnaba un ejercicio responsable en el uso de internet, al que denominaba Digital Due Diligence, o DDD, y afirmaba que su adopción tenía una urgencia ineludible.

En este sentido, hacía alusión a recomendaciones del Congreso de los Diputados y del Senado, pero también de la Unión Europea, a través de la “Estrategia europea en favor de una Internet más adecuada para los niños”, de 2 de mayo de 2012, y del Consejo de Europa, con su Guía de derechos humanos para usuarios de Internet de 16 de abril de 2014. Su versión española, recientemente publicada por la iniciativa Derechoseninternet.org (AUI, ISOC, AI, ATI) recuerda en su punto 1, dentro del apartado de Protección de la vida privada y de los datos personales:

Deberías tener en cuenta que, al utilizar Internet, tus datos personales son objeto de un tratamiento constante. Esto ocurre cuando utilizas servicios tales como navegadores, correo electrónico, mensajes instantáneos, protocolos de transmisión de voz por Internet, redes sociales, motores de búsqueda y servicios de almacenamiento de datos en la nube”.

Jorge Flores cree que es necesario en este sentido, llevar a cabo diferentes acciones, entre las que se pueden concretar las siguientes:

1.Estimular los usos socialmente positivos de la Red porque ayudan a percibir el medio como una herramienta de poder, de participación, de encuentro, de intervención enriquecedora en la sociedad. Crear dinámicas que canalicen el sentimiento de pertenencia al grupo y la colaboración en torno a estos usos puede ser un extraordinario avance.

  1. 2. Situar a los propios menores como eje y elemento activo de las dinámicas educativas. Deben ser y sentirse motores del proceso de construcción de la nueva ciudadanía, de su propio contexto online.
  2. 3. Aumentar entre los adultos el conocimiento de los usos actuales de la Red por parte de los jóvenes así como de las aplicaciones más populares. Para proteger de peligros graves a un menor en la Red no es imprescindible saber de tecnología. Sin embargo, para educar un ciberciudadano se han de conocer los usos sociales y la propia realidad digital.

Por todo ello, según se hace eco el diario Abc, se hace preciso una buena formación en medios digitales, para conocer los riesgos y ventajas de estas herramientas sin duda imprescindibles para los tiempos venideros. Por otro lado, los avanzados sistemas de seguridad que se requieren son costosos y hasta ahora son coto privado para las grandes compañías que pueden costearlos. Esto es, no basta con limitar el acceso a internet sin más, sino que hay que dar los porqués para que cada uno comprenda su papel en la cadena de la responsabilidad.

De acuerdo con la declaración final del primer Congreso ONLINE del OCS Este ejercicio ciberciudadanía debería hacerse efectivo teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

A). Una apuesta decidida de los gobiernos y los organismos internacionales para el progresivo establecimiento de las infraestructuras y medidas necesarias que brinden a todo ser humano la posibilidad de ejercer su ciberciudadanía, con lo que se vaya reduciendo primero y erradicando después, la fractura digital.

B). La creación de un marco legal que permita la existencia de un verdadero régimen de competencia comercial, sin barreras ni proteccionismos en ninguna dirección, que perjudiquen a persona o sociedad alguna.

C). El establecimiento de organizaciones que protejan legalmente la ciberciudadanía contra las prácticas abusivas de gobiernos o empresas que afecten aspectos de fondo, forma, cualitativos o cuantitativos del derecho que proclamamos.

D). El estudio de las ventajas derivadas de utilizar soluciones tecnológicas de código libre en las administraciones públicas y su implantación, siempre que sea viable, en detrimento de herramientas de tipo comercial, privado o cerrado.

E). La elaboración, difusión y puesta en marcha de auténticos programas de educación, a todos los niveles, en la utilización de las TIC, que permitan que su utilización y provecho no quede limitado a los grupos social y económicamente privilegiados.

F). Una política responsable y consecuente con la libre y fluída difusión de la información y el conocimiento en formatos tecnológicos de dominio público, su catalogación y exposición pública que permitan que estos recursos sean lo más fácilmente localizables y utilizables.

G). La denuncia de incumplimiento de los puntos contenidos en este manifiesto con especial referencia de las consecuencias sociales a las que dicho incumplimiento nos lleva. Convirtiéndonos, de facto, en una voz firme que remueva las conciencias de las personas y de las administraciones públicas.

H). Dada la facilidad de hacer público todo tipo de información a través de la red, promover y asumir la precisión, adecuada elaboración y presentación de los contenidos que puedan servir de guía, referencia o información y hacerlo siempre desde un ejercicio de responsabilidad ética, que tome en consideración las posibles consecuencias de la información publicada.

En este mismo sentido, la CEAPA ha establecido una serie de reglas a los efectos de garantizar ese uso responsable de internet. Dichas reglas son las siguientes:

a). Si descubres una foto comprometedora tuya en el perfil de otra persona, ponte en contacto con el administrador del sitio Web si consideras que el contenido no es adecuado. Recuerda que tu foto es un elemento de información personal y te corresponde decidir cómo se debe utilizar.

b). No es buena idea colgar fotos atrevidas porque nunca se sabe dónde pueden ir a parar. La foto puede quedarse en línea para siempre.

c). Buena parte del material que aparece en Internet está protegido por derechos de autor. Eso significa que no está disponible de forma gratuita. Lee las reglas antes de utilizar algo que encontraste en línea.

d). Conozco a alguien que ha creado un perfil utilizando la foto de un amigo en lugar de la suya. Hacerse pasar por otra persona no es un comportamiento aceptable. Es más, puede tener consecuencias legales.

e). ¡No hay que creer todo lo que se ve en Internet! Las imágenes se pueden manipular fácilmente y frecuentemente circula información falsa en Internet.

f). No se puede publicar la foto de alguien sin su permiso. Recuerda que incluso en Internet puedes herir los sentimientos de una persona.

g). Si tienes permiso para publicar fotos, no incluyas otros datos personales como nombre, dirección, teléfono, etc.

h). Ponerse en contacto con desconocidos puede ser peligroso, no sabes con quién estás hablando.

i). Es fundamental respetar los derechos de los demás en Internet. Una forma de hacerlo es no reenviar material inadecuado y denunciarlo.

j). Los perfiles privados en las redes sociales no son infalibles. Siempre se puede copiar una imagen publicada en Internet.

Hoy la convivencia y la ciudadanía no se viven sólo cara a cara, sino también a la distancia, mediada por múltiples pantallas. En este sentido, Pantallas amigas determina que todas ellas, junto con Internet y el ciberespacio, son los nuevos escenarios de la vida hoy. Allí también nos enamoramos, trabajamos, estudiamos, viajamos, compramos, y por supuesto, nos fortalecemos o nos debilitamos como seres humanos. Lo que en estos espacios se hace, no es distinto de lo que se hace fuera de ellos. No son las tecnologías ni las herramientas las que nos dan o nos quitan bienestar. Son las relaciones humanas o inhumanas que establecemos.

Es probable, y además deseable, que de la misma manera, lo que ya existe adentro se contagie afuera del ciberespacio. Si así fuera, aprenderíamos a tumbar fronteras, a acercarnos a gente distinta y distante, a construir más poderes sin centro, a tener más facilidades para expresar la opinión propia, no sólo para escuchar la ajena. Democratizaríamos un poco más la democracia.

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