Raul Ochoa Marco se desvincula de Martínez-Echevarria Abogados y reactiva su proyecto profesional propio
Raúl Ochoa, socio director de Ochoa-Marco & Asociado.

Raul Ochoa Marco se desvincula de Martínez-Echevarria Abogados y reactiva su proyecto profesional propio

|
17/1/2017 05:57
|
Actualizado: 02/3/2020 13:54
|

Tras un paréntesis de algo más de dos años en los que fue responsable de la oficina en Madrid de Martínez-Echevarría Abogados, Raul Ochoa Marco ha decidido recuperar su proyecto profesional propio Ochoa-Marco & Asociados donde confluyen medio centenar de profesionales entre abogados y financieros. “Un despacho de abogados debe llevar los asuntos que pueda gestionar con solvencia, lo demás es tentar a la suerte y tener problemas”, apunta.

Con una dilatada experiencia docente, Raul Ochoa Marco es profesor de los Ilustres Colegios de Abogados de Madrid, Tenerife, Ciudad Real, etc., impartiendo multitud de cursos, así como del ISDE, de cuyo consejo académico es miembro y director del Máster en Litigation. Además, es profesor del Grado en Derecho que imparte ISDE, del Máster de Acceso a la Abogacía en la UC3M y del Máster de Acceso a la Procura en la URJC.

A todo ello se suman multitud de ponencias tanto en Universidades nacionales como extranjeras, así como en Cursos y Master sobre periodismo jurídico impartidos en el Centro Superior de Especialidades Jurídicas.

Es también autor de libros como “El Derecho al alcance de todos”, “Porqué se ganan o se pierden los pleitos” y “La Herencia”, entre otros, ha colaborado con artículos jurídicos de revistas especializadas y es miembro de la Real Academia de la Jurisprudencia y Legislación. Es secretario general de la Asociación Nacional de Abogados Penalistas y vicepresidente 1º de la Asociación de Abogados por un Colegio Ético.

Ochoa-Marco &Asociados, una nueva etapa como despacho

Ahora desde finales del pasado año recupera Ochoa-Marco & Asociados, un despacho que ya se prepara para los nuevos cambios que llegan a la abogacía de los negocios. La firma acaba de estrenar nuevas oficinas en el madrileño Barrio de Salamanca “Es clave la atención personalizada a los clientes como despacho mediano multidisciplinar que somos desde una visión del negocio muy humanizada”, aclara.

La firma, en esta segunda etapa, tras el paréntesis antes citado, ha incorporado junto a la plantilla de abogados que posee otros profesionales de carácter financiero de cara a poder resolver los asuntos que vengan de esta práctica, tanto a nivel judicial como extrajudicial “En la actualidad, junto a la figura del socio director hay cuatros socios de la firma y un equipo compuesto de abogados tanto a tiempo completo como colaboradores”.

Sobre el futuro del despacho apunta que “no está previsto integrarnos en otra entidad jurídica más grande. La idea es mantener el despacho y crecer de forma sostenida. Siempre con la idea de no tener más trabajo del que podamos atender que es ahí cuando empiezan los problemas. Si te desborda el trabajo ya no puedes dar la calidad que esperan de ti los clientes”.

Poca consideración social de los abogados

A este veterano abogado le preguntamos por la imagen que tiene la sociedad de la abogacía, convulsionada este domingo tras aparecer un artículo de un escritor argentino en las páginas de un diario de información nacional donde cuestionaba a esta profesión “Somos muchos en esta actividad. A veces tenemos mala fama merecida los abogados. Un fallo en un médico o en la defensa de un letrado la trascendencia es muy grave”, destaca.

Desde su punto de vista muchas de estas situaciones surgen cuando no se le dedica al cliente el tiempo que merece “hay que asumir tus errores y asumir tus errores para evitar tener que mercantilizar esta profesión. La Asociación por un Colegio Ético de la que formo parte pretende eso, buscar la excelencia en la profesión de abogado y que nuestro trabajo sea impecable técnicamente”. A su juicio en Madrid hay una saturación de profesionales mientras que en otras capitales de provincia los abogados son personas respetadas y conocidas.

Ochoa Marco defiende como argumento que hay que “ser honesto con el cliente y llevar aquellos temas que domines. Nunca meterte en otros terrenos de los que no eres experto. Es evidente que la crisis ha pasado factura al abogado, hay muchos compañeros con problemas económicos pero eso no justifica la proletarización de esta profesión en los últimos años”. En su opinión la crisis está pasando factura a esta profesión, clave para cualquier Estado de Derecho que apuesta por la convivencia democrática.

Hablar de modernidad es hacerlo de tiempos de respuestas adecuados a la justicia

Sobre la situación de nuestra justicia, este experimentado letrado advierte que nuestros juzgados están mal y que deberían revisarse de forma urgente, sobre todo aquellos abiertos hace muchos años “Muchos juzgados se han quedado desfasados y necesitan una puesta a punto total. El Ministro de Justicia se ha metido en lo que es Lexnet y el expediente electrónico cuando no están solucionadas estas carencias del día a día”.

En su opinión, el concepto de modernidad no es el que se está “vendiendo” a la opinión pública “Lo moderno no es solo que vayan vía Lexnet todos los documentos, sino que también tiene el significado que la justicia de la respuesta adecuada a los tiempos en que vivimos, cuestión que no sucede desde hace muchos años”. A su juicio hay que evitar duplicar el trabajo con la tecnología “los jueces prefieren de momento el papel a leer en pantalla los documentos antes de dictar sentencia. Estas medidas de modernización no se han pensado mucho”.

Reforma penal pendiente en nuestro país

Secretario general de la Asociación Española de Abogados Penalistas, entidad que preside Luis Romero, se ha convertido en un lugar de estudio y reflexión de las novedades, tanto a nivel legislativo como de eventos, en la normativa nacional e internacional en esta jurisdicción que puedan ser de interés para sus socios “La ley marca plazos, pero los juzgados no los cumplen aunque eso sí se obliga a las partes a que cumplan dichos plazos. Faltan medios, junto con juzgados sobrecargados hay otros desocupados”.

Respecto al cumplimiento normativo, más centrado ahora en el parte penal, Ochoa Marco tiene la sensación que esta medida no es prioritaria para el empresario “las empresas no acaban de digerirlo, la pequeña y mediana empresa no acaba de entrar en estos temas. Habría que ver la forma de implantarlo de forma gradual. No olvidemos que las empresas están saturadas de costes; sociales, laborales de protección de datos o fiscales. Más gastos en una época de crisis no parece muy acertado”.

Sobre el cambio de la instrucción al fiscal, cuestión que parece tomará cuerpo en la próxima reforma de la Lecrim, Ley de Enjuiciamiento Criminal “tiene sus pros y sus contras. Hay que darse cuenta que el Fiscal obedece unas órdenes concretas, lo que le hace que no sea independiente. Hasta la fecha en el 90 por cien de los asuntos no suele aparecer en las instrucciones. Sería darle un papel más protagonista del que tiene. En EEU investiga el fiscal y funciona bastante bien. Habría que ver cómo funciona para saber si es efectivo”.

Desde su punto de vista, el Código Penal no se ajusta a lo que la sociedad demanda. “Hay una cierta obsesión por el delito económico. Que es reprobable pero a la ciudadanía le preocupa otras cuestiones del día a día, donde se ven penas ridículas y falta seguridad jurídica”. Y alude a la despenalización de los accidentes de tráfico que ha beneficiado a las compañías de seguro donde “las víctimas han quedado desamparadas con esta reforma”.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Áreas y sectores