Los abogados del Estado escriben su historia y la publican
Fernando Bertrán Girón, Miguel Ángel Gilbert, Eugenio López Álvarez, Jaime Pérez Renovales y Javier Barnés formaron la mesa que presentó en sociedad el libro. Confilegal.

Los abogados del Estado escriben su historia y la publican

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27/1/2017 05:57
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Actualizado: 27/1/2017 01:50
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«La formación histórica del Cuerpo de Abogados del Estado». Así se llama el volumen que ayer por la tarde presentó en sociedad el autor y abogado del Estado Miguel Ángel Gilabert, en un acto presidido por el abogado general del Estado, Eugenio López Álvarez, el secretario del Consejo del Santander, Jaime Pérez Renovales, el presidente de la Asociación de Abogados del Estado, Fernando Bertrán Girón, y su editor, el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Huelva, Javier Barnés.

En total, cuatro abogados -o abogados del Estado en excedencia (Pérez Renovales)- y uno que no lo era en la mesa.

La presentación tuvo lugar en el marco incomparable de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en Madrid, ante un nutrido público formado por casi cien personas.

Si hubiera que utilizar una palabra para sintetizar las cinco intervenciones sin duda sería la de pasión.

Pérez Renovales, el segundo por la derecha, durante su intervención. Confilegal.

Porque pasión es lo que puso Pérez Renovales, cuya entidad ha patrocinado la obra, al afirmar que «la Administración Pública española está más avanzada que en otros países. Prueba de ello es el interés en España de los inversores extranjeros».

«El libro de Miguel Ángel Gilabert es una obra fantástica que te engancha. Para el Santander ha sido una satisfacción hacerla posible», añadió.

Lo mismo que Barnés, cuya editorial -Global Law Press, Editorial Derecho Global- hizo posible que la obra de Gilabert viera la luz.

Barnés, que el pasado mes de diciembre recibió el Premio Internacional de Investigación de la Fundación Humboldt, el más importante galardón que concede el mundo académico alemán, explicó que «el libro cuenta cómo a través de las oposiciones se ha ido formando el cuerpo de abogados del estado, cómo se ha ido formando la Administración General del Estado y cómo se ha formado el derecho administrativo. La obra, además, se lee como una novela».

Fernando Bertran Girón, presidente de la Asociación de Abogados del Estado, explicando porqué es tan importante la obra para el Cuerpo. Confilegal.

El presidente de la Asociación de Abogados del Estado, Fernando Bertrán Girón, contó cómo había animado a Gilabert a avanzar con el libro y la importancia que tenía para el cuerpo. Un punto que ratificó «el jefe de todos», Eugenio López Álvarez, que elogió el resultado.

«El libro está escrito desde la pasión. La pasión por la Abogacía del Estado. Gracias a esa pasión, Miguel Ángel Gilabert pudo compaginar su trabajo con la elaboración de un libro tan completo como este que hemos presentado aquí. Es un trabajo de historiador magnífico y te doy las gracias», le dijo López Álvarez.

Gilabert reconoció sentirse abrumado por el reconocimiento.

«Mi libro», dijo, «es un complemento del que escribió Sebastián Martín Retortillo, ‘La defensa del Estado de derecho'».

«Si tuviéramos que definirnos entre darwinistas o creacionistas, tendríamos que elegir por ser creacionistas. Porque el cuerpo de abogados del Estado se creó desde cero. Fue algo inédito. Nuestro cuerpo es central para el Estado de Derecho. Porque no se puede construir una Administración sin un sistema legal y la asistencia de un cuerpo como el de los abogados del Estado», agregó.

Plano general del acto; entre los asistentes estaba la anterior abogada general del Estado, Marta Lapuerta. Confilegal.

Un cuerpo, que, desde su punto de vista, aporta seguridad jurídica. «Como ocurrió con la Ley de 1877 que establecía que los ministros  podían cesar a los funcionarios de sus departamentos, funcionarios que habían hecho duras oposiciones, porque sí.  El director general, en respuesta, dictó una circular advirtiendo que nadie se atreviera a cesar a un letrado de Hacienda. Y no se cesó a nadie».

Gilabert resaltó, por encima de todos los que habían contribuido a crear el cuerpo de abogados del Estado, al gaditano Juan Francisco Camacho de Alcorta, que fue ministro de Hacienda durante el reinado de Amadeo de Saboya, la Primera República, el reinado de Alfonso XII y la regencia de la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, y que creó, en 1881, el Cuerpo de Abogados del Estado.

«Camacho acudió al camino reglamentario. No deshizo lo de antes sino que lo incorporó. Cuando hacía una reforma la ejecutaba», contó el autor.

Sin embargo, el gran cambio se produce cuando se crean las oposiciones. «Eso dio una solidez muy grande a la Dirección de lo Contencioso, que era donde estaban incorporados los abogados del estado».

Según el autor, «el libro está dividido en tres partes. Una primera, en la que cuenta la historia de los hombres que crearon el cuerpo. Una segunda etapa, que va hasta los años 50, en los que el Cuerpo se vuelve muy sólido y penetra en toda la Administración del Estado. Y una tercera que cubre el periodo entre finales de los 50 y nuestro periodo actual».

Gilabert dedicando su libro a Pérez Renovales en presencia de López Álvarez. Confilegal.

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