En la Imagen, Eva Platero (Foro Judicial Independiente); Helena Gil (Jueces para la Democracia); Lourdes Arastey (Asociación de Jueces Francisco de Vitoria); Margarita Robles, magistrada en servicios especiales y diputada del PSOE; la magistrada portuguesa Manuela Pauperio (Associaçao Sindical dos Juizes Portugueses) y Carmen Pilar Caracuel (Asociación Profesional de la Magistratura)-
Las asociaciones judiciales piden romper el «techo de cristal» en la cúpula judicial
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04/3/2017 05:59
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Actualizado: 31/3/2022 15:06
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En el marco del II Congreso Ibérico de Asociaciones Judiciales, organizado por las cuatro asociaciones judiciales españolas y la portuguesa Associaçao Sindical dos Juizes Portugueses, se analizó los principales problemas a los que se enfrentan las juezas y magistradas de ambos países: igualdad, conciliación y cargos discrecionales. Insistiendo en que hay «que romper el techo de cristal de la cúpula judicial«.
La mesa fue moderada por Margarita Robles, magistrada en servicios especiales y diputada del PSOE y contó con la participación de mujeres representantes de cada una de las asociaciones: la magistrada portuguesa Manuela Pauperio (Associaçao Sindical dos Juizes Portugueses); Carmen Pilar Caracuel (Asociación Profesional de la Magistratura); Lourdes Arastey (Asociación de Jueces Francisco de Vitoria); Helena Gil (Jueces para la Democracia) y Eva Platero (Foro Judicial Independiente).
Todas coincidieron en que hay que cambiar muchas cosas para conseguir «romper el techo de cristal en la cúpula judicial». Para ello, analizaron la situación de la mujer en la carrera y propusieron medidas para mejorar la igualdad y la conciliación, aunque este término no es algo que guste.
La primera en intervenir fue la magistrada Manuela Pauperio, primera mujer que preside la asociación de jueces portugueses, quien tras hacer un breve repaso de cómo está la situación de la mujer en distintos ámbitos, incidió en que en lo que respecta a la carrera judicial, «la situación de Portugal es muy parecida a España».
Posteriormente, la magistrada Carmen Pilar Caracuel, de la APM, centró gran parte de su ponencia en analizar la reforma del Reglamento 2/2011 de la Carrera Judicial, la ampliación de plazos en supuestos de excelencia voluntaria del cuidado por hijos, la reducción de la jornada laboral y la retribución compatible con la reducción de la carga de trabajo.
Recordó que «son innumerables los casos en los que tras la incorporación por una baja laboral -y lo digo por experiencia propia- nos encontramos con que se han despachado los asuntos urgentes y, sin embargo, quedan pendientes de resolver numerosos expedientes».
Y en este sentido, insistió en que, tras la reducción de la jornada laboral, «la reducción de nuestras retribuciones debe acompañarse siempre de la misma reducción proporcional de la carga de trabajo».
Una apuesta por el teletrabajo
Caracuel también ha propuesto una serie medidas respecto «a los que podíamos denominar teletrabajo. Una figura ya implantada en el ámbito laboral privado y que dentro de unos parámetros puede llevarse a cabo dentro de la función judicial».
Sólo sería precisa la modificación reglamentaria que integrase el concepto indeterminado de “causa justificada”, que emplea el artículo 188 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, a través de la reforma de los artículos 10, 12 y concordantes del Reglamento 1/2005, de aspectos accesorios de las actuaciones judiciales.
Para ella, sería necesario el «reconocimiento a los jueces y magistrados de la flexibilidad horaria necesaria para compatibilizar la vida laboral y familiar», para lo que se puede recurrir al aprovechamiento «de las nuevas tecnologías. Aprovechando la implantación del expediente digital con el cual podemos trabajar desde casa».
Lourdes Arastey, magistrada del Tribunal Supremo y experta en tamas de Igualdad.
Lourdes Arastey, magistrada del Tribunal Supremo y miembro de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria (AJFV), ha comenzado su intervención advirtiendo que iba a ser crítica, y ha señalado «que la diferencia entre hombres y mujeres en la carrera judicial es de calado. Es muy sutil en la superficie, en la apariencia, pero muy profunda en la esencia«.
Ha insistido en que no le gusta hablar de conciliación, porque «decimos mujeres y nos ponemos a hablar de la vida familiar, pero ¿por qué? Qué tiene que ver una cosa con la otra».
Ha contado como anécdota que cuando ella tomó posesión en el Tribunal Supremo como magistrada, «donde estoy ahí porque soy mujer», ha bromeado.
Ese día juraron 6 personas el cargo, entre ellas dos mujeres. En el vídeo sobre el acto que le regaló en Consejo, «había un fallo, se dejaron los micrófonos abiertos de la mesa de la Sala de Gobierno y se oye a un presidente de sala, del que no voy dar más datos decir: «No se dónde vamos a llegar nos invaden las mujeres». «Dos mujeres más en el Supremo eran una invasión, teniendo en cuenta que ahora hemos alcanzado las 11 mujeres«.
Permiso de paternidad y carrera judicial
Este jueves, la Comisión Permanente del Consejo, ha negado el permiso de paternidad en la carrera judicial pase de los 15 días al mes. Y me gustaría conocer el voto particular que presentará el vocal Juan Martínez Moya.
Y, en este sentido, Arastey ha preguntado al auditorio ¿Por qué, queridos compañeros, hombres, no pedís nunca excedencias por cuidado de hijo?». «Estoy descubriendo que el 49 por ciento de la carrera, que sois hombres, no tenéis hijos. Esto es un problema para vosotros y para la carrera. Uno al año, como mucho, yo no sé por qué el Consejo no le da la Raimunda, directamente«, ha subrayado.
«Tenemos una ratio menor en los cargos de libre designación que los consejos de Administración de la empresas del IBEX 35, que son el colmo de la igualdad como todos bien sabéis». «Unos cargos que se dan por mérito y capacidad, frase que salió cuando empezamos a pedirlos las mujeres. Antes no se daban por mérito y capacidad. Ahora sí». «¿Y quién tiene mérito y capacidad? El que no ha ido al súper o ha estado cuidando al niño«.
Y ha concluido su intervención afirmando que «si en este país la mitad fuéramos de una raza y la otra mitad de otra, y toda la vida gobernaran siempre los de la misma raza, -porque los otros no se quieren presentar a las elecciones-, tendríamos un problema y eso es lo que nos está pasando».
Después, Helena Gil, de Jueces para la Democracia, ha centrado su ponencia en el tema de la Igualdad. Y ha recordado que «la Ley 3/2007 sobre Igualdad supuso un avance«, pero hay que seguir avanzando. «Vivimos en una sociedad con muchas desigualdades, desigualdades económicas y desigualdades de género. En esta crisis, la brecha de la desigualad se ha acentuado más todavía».
«Las mujeres juezas sufrimos desigualdades y para eso basta mirar las estadísticas relativas al cuidado de hijos o la excedencias para el cuidado de familiares«.
Techo de cristal
«Si miramos a los puestos de dirección parece que exista este techo de cristal que nos impide acceder a los puestos de mayor responsabilidad. Representamos menos del 10% de los embajadores, menos del 14% de los jueces del Tribunal Supremo, menos del 30% de los ministros, menos del 20 % de los catedráticos, menos del 0,4 % de directivos de grandes empresas…. Y todo ellos según los datos del Instituto Nacional de Estadística», señalo Gil.
Y ha señalado que en el ámbito de la judicatura «estos es especialmente criticable porque los puestos relevantes en los distintos tribunales y en la cúpula judicial siguen siendo mayoritariamente ocupados por hombres».
En este sentido también ha sido crítica con la intervención del presidente Carlos Lesmes, quien fue el encargado de inaugurar este Congreso, porque «no nos ha mencionado ni una sola vez. Nosotras no tenemos todos estos problemas a los que hemos hecho mención porque lo que no se nombra no existe».
Y ha insistido, como también han hecho el resto de las participantes en resaltar en que a pesar de que las mujeres son el 52 por ciento de la carrera judicial, en la cúpula judicial hay 82 magistrados (sin contar a los eméritos) y las mujeres solo representan el 12 por ciento.
Pantallazo de parte de la exposición de Helena Gil, sobre la carrera judicial.
No ha querido dejar pasar por alto, la crítica a los nombramientos discrecionales, y ha puesto como ejemplo el de la magistrada Angeles Vivas, candidata a presidir la Audiencia Provincial de Barcelona, que «tenía 33 años de antigüedad, puesto 159 del escalafón judicial y el hombre nombrado tenía el puesto 1359».
Por último, la magistrada Eva Platero, del Foro Judicial Independiente, ha manifestado en que ni siquiera cuando nosotros en la asociaciones nos elegimos elegimos mujeres y aquí en la primera fila están los presidentes y la única mujer es Concha Rodríguez, que es del Foro».
En su intervención, centrada en el estudio sobre el impacto de género, ha resaltado que «no es cierto que las mujeres no pidamos los cursos de formación. Los pedimos«. Y sin embargo, «no nos dan la dirección de esos cursos, ni tan siquiera para ser ponentes».
Y respecto «a los cargos de libre designación lo mismo, en el año 2014, de la totalidad de los puestos que se ofrecieron, de los 171 candidatos; 134 eran hombres y 37 mujeres. Casi un tercio de los candidatos eran mujeres y, aún así, se elige mayoritariamente a los hombres». «No es que no pidamos las cosas, es que no nos nombran».
Eva Platero, representante del Foro Judicial Independiente.
Brecha salarial
«Claro que la hay», ha subrayado Platero. Y, especialmente, en las retribuciones variables, «los jueces cobrar por sentencias». «O se quitan los módulos, como afirma el Foro, o si los hay cuando estemos de baja por maternidad, por favor, pagadnos algo durante la licencia de maternidad. Las dieciséis semanas que nos corresponden».
«Sí que tenemos que adoptar medidas para que la presencia entre hombres y mujeres sea equilibrada», ha asegurado Platero.
«Las asociaciones tenemos que luchar, el Consejo tiene que luchar y, -en este sentido alabo la labor que está haciendo la Comisión de Igualdad-, y también se tiene que incentivar desde el Gobierno, el Parlamento y el Senado para que estas diferencias dejen de existir. No somos marcianos, como decía Lourdes, somos parte integrante, a más de la mitad de la carrera judicial«, ha concluido.
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