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Una realidad supersónica: Las «Smart Cities»

Una realidad supersónica: Las «Smart Cities»
11/3/2017 05:58
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Actualizado: 11/3/2017 01:39
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Seguramente que si se pregunta a los habitantes de una ciudad cómo se imaginan una “Smart City”, vislumbrarían por un momento la famosa serie animada “Los Supersónicos”, situada en el año 2062 y en la cual sus protagonistas habitaban en casas suspendidas en el aire, contaban con la colaboración de robots, dispositivos digitales que en aquel momento eran totalmente impensables como por ejemplo un despertador parlante, pantallas totalmente planas, relojes inteligentes y se transportaban en aeronaves.

Podríamos decir, que al igual que los creadores de los Simpson “predijeron” la Presidencia por parte de Donald Trump en Estados Unidos, William Hana y Joseph Barbera, creadores de “Los Supersónicos” vaticinaron una realidad desarrollada en pleno siglo XXI, la cual no deja de crecer a pasos agigantados.

Una «Smart City», también conocida como ciudad inteligente es, a pesar de la inexistencia de una definición exacta, aquella que tiene como propósito final alcanzar una gestión eficiente en todas sus áreas como por ejemplo, urbanismo, infraestructuras, transporte, sanidad, educación y energía entre otros servicios, mediante la aplicación de tecnologías de la información y comunicación garantizando un desarrollo sostenible, un incremento en la calidad de vida de la ciudadanía así como una participación activa de ésta y teniendo como objetivo principal la consecución de una mayor eficiencia de los recursos humanos sin comprometer las necesidades futuras en aspectos económicos, de gobernanza, sociales y medioambientales.

Un ejemplo de la filosofía de «Smart City» es la capital cántabra que el pasado fin de semana ha sido visitada por empresarios japoneses pertenecientes al grupo NTT, considerado uno de los mayores proveedores de telecomunicaciones más grande del mundo, movidos por los desarrollos tecnológicos que han tenido lugar en la ciudad y que han hecho que Santander se sitúe como un referente en el campo de las ciudades eficientes.

En 2016 la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) publicó diversas normas tecnológicas elaboradas por el Comité Técnico de Normalización y promovido por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Energía y Turismo (SETSI) acerca de esta modalidad de ciudades y las cuales se basan en lo siguiente:

UNE 178501: establece los requisitos necesarios para establecer un sistema de gestión de los Destinos Turísticos Inteligentes. Con ésta, pionera en su sector a nivel mundial, se pretende la conversión de destinos turísticos tradicionales en inteligentes. Se prevé un importante impulso de la competitividad en el sector así como mejorará la sostenibilidad, objetivo principal de la creación de éstas ciudades, en el campo económico, social y ambiental, incrementando a su vez la calidad de vida de los ciudadanos.

UNE 178201:ofrece una definición tanto de los requisitos como atributos necesarios para poder considerar una ciudad de la categoría de inteligentes. Esta norma es de especial relevancia no sólo para conocer las características que deben tener estas modalidades urbanas sino también para fijar la base de una semántica común así como un elemento de relación entre las infraestructuras TIC, métricas y políticas de las Ciudades Inteligentes.

UNE 178202:define una serie de indicadores de gestión para creación de un cuadro de mando de gestión que guíe y mida el desempeño de os servicios urbanos y la calidad de vida en la ciudad.

UNE 178101-3: ofrece una definición de las métricas que han de aplicarse a las redes de transporte y se indica que tanto para la consecución y mejora de los valores que se fijan en la misma, deben de estar soportados por un medio avanzado tecnológicamente en que se promueva y realice un uso intensivo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

UNE 178107-6 IN: sobre radioenlaces. Se denomina radio enlace a cualquier interconexión entre los terminales de telecomunicaciones efectuados por ondas electromagnéticas. Esta norma tiene por objeto describir y aplicar el uso de los enlaces descritos para comunicar diferentes instancias en la ciudad, ofreciendo recursos rápidos y sencillos para establecer una comunicación directa entre dos puntos frente a otras alternativas como la fibra.

Su utilización se lleva a cabo cuando se requiere establecer una comunicación entre dos instalaciones que no disponen de conexión mediante cable o fibra o bien cuando es necesario el establecimiento de una segunda alternativa para ofrecer una redundancia adicional a la conexión existente.

Plan Nacional

Según el Foro de Inteligencia y Sostenibilidad Urbana “Greencities”, el plan nacional de Ciudades Inteligentes tienen como finalidad la consecución de los tres objetivos siguientes:

  1. Impulsar el sector industrial, favoreciendo el crecimiento del sector, el tamaño de las empresas así como la capacidad de exportación de las mismas, involucrando en este tipo de proyectos al PIB.
  2. Impulsar la transformación digital de las Entidades Locales, ayudando a éstas en su proceso de transformación y ubicación dentro de ciudades eficientes, impulsando la demanda y uso de soluciones tecnológicas sostenibles como elemento transformador así como atender las necesidades de los ciudadanos mediante un marco de gobernanza nacional con trabajadores, organizaciones sociales, accionistas y proveedores, entre otros sujetos clave que intervienen en el ámbito de la empresa. A día de hoy este conjunto de actores se denominan “stakeholders”, término que se popularizó al ser utilizado por R.E Freeman y que según éste deben ser considerados como un elemento esencial en la planificación estratégica de las actividades negociales.
  3. Por último, promover la reutilización, los estándares y la interoperabilidad, intentando promover un compromiso de inversión sostenida en soluciones de código abierto y un portal de publicación de datos abiertos compatible con el marco europeo.

En consecuencia, los avances tecnológicos no solamente ofrecerán nuevos modelos y dispositivos encaminados a facilitarnos la comunicación o facilitar entre otras las tareas del hogar o de la vida profesional sino que, mediante ésta innovación se podrán desarrollar programas cuya finalidad sea la optimización de la gestión energética, residual, vial o cualquier otra expectativa inherente al círculo urbano.

Una vez matizadas las características de las normas y principales objetivos, debe hacerse mención al principal problema que implica que el desarrollo sea diferente para todo el territorio español y no es otro matiz que el presupuesto.

Según la consultoría tecnológica Innopro, para un Ayuntamiento de 50.000 habitantes, con un presupuesto de 40 millones de euros, los servicios urbanos básicos, como el mantenimiento de infraestructuras viarias, jardines, edificios, el gasto energético de éstas así como la gestión del agua y el saneamiento podrían suponer una gasto de unos 12 millones de euros.

Trasponiendo esto al panorama nacional, la cifra alcanzaría aproximadamente los 20.000 millones de euros.

Se considera que para que los pequeños municipios puedan lograr tales objetivos, será necesaria la asociación de unos con otros, lo que dará lugar a amplios beneficios para todos ellos así como la compartición de diversos servicios, como por ejemplo transporte o centros sanitarios, alcanzando economías de escala a través de la centralización de los servicios dentro del ámbito municipal y sin perder de vista un elemento esencial, la calidad que deben ofrecer tales servicios a la ciudadanía.

En último lugar, destacar el importante papel que desempeñan los habitantes en el desarrollo de estas ciudades tecnológicas puesto que su participación en la toma de decisiones supone un elemento esencial en la labor política y en la ejecución de propuestas o iniciativas, logrando de este modo un marco de transparencia y credibilidad hacia los ciudadanos, intentando generar confianza , algo tan perdido en los últimos años.

Las herramientas que ofrece la Administración electrónica son claves para fomentar esa participación así como para agilizar los trámites y facilitarnos éstos, evitando desplazamientos.

En conclusión, nuestra vida mejorará con las ciudades inteligentes, dado que habrá una mayor participación de la ciudadanía mejorando la comunicación entre habitantes y gobernantes, se agilizarán los trámites relacionados con la administración pública, se reducirán los niveles de contaminación a través de la utilización de transportes públicos o mediante el uso generalizado de vehículos eléctricos, se utilizará la geolocalización junto con las nuevas tecnologías para saber dónde y cuando llegará cualquier transporte urbano así como la información extraída de esta geolocalización implicará la obtención de beneficios para la coordinación de las rutas, paradas y destinos entre otras cosas.

Algunos de estos objetivos ya han visto la luz, como por ejemplo, la instalación de contenedores de basura en Sevilla, que en caso de encontrarse repletos o que produzcan un fuerte hedor, informan de tal circunstancia en tiempo real y de forma remota gracias a sensores.

En Alicante “La Marjal”, un parque urbano inundable situado a escasos metros de la playa de San Juan, que ha sido creado específicamente para evitar las inundaciones urbanas en la playa y todo ello gracias a la instalación de sensores y otros dispositivos relacionados con el Internet de las Cosas, como por ejemplo pantallas o señales acústicas que alertan para el desalojo en caso de inundación.

En consecuencia, estos sensores y dispositivos generan un gran volumen de información a través de los datos extraídos de los mismos, información que en ocasiones puede ser pública y en otras se utiliza como medio de financiación para la realización de proyectos de “Smart City”.

Mediante la utilización de herramientas de Big Data estas ciudades inteligentes podrán adelantarse al comportamiento de sus ciudadanos, podrán alcanzar una ventaja competitiva mediante la optimización de sistemas y mejoras en las tomas de decisiones, lo que implica una importante reducción de costes y en consecuencia un aumento de los beneficios.

Destacar que en el panorama nacional, Barcelona encabeza el ranking español y ocupa los puestos número 34 y 21 en el marco mundial y europeo respectivamente, siendo en 2014 nombrada primera capital europea de la innovación.

Destacan también en este contexto, ciudades como Bilbao, Málaga. A Coruña y Madrid, las cuales han presentado proyectos cuya finalidad es lograr una transformación de la misma , valiéndose del uso de las nuevas tecnología que sitúen a estas ciudades como un referente, gracias a la transformación de una localidad tradicional en una que alcance un mayor nivel de sostenibilidad, eficiencia y accesibilidad.

En palabras de Virginia Moreno, el gran peligro es mirar el futuro con el sentido común del pasado y no debemos olvidar que estas nuevas técnicas disruptivas no se basan en la adaptación de los procesos con los que contamos a día de hoy utilizando la tecnología, sino que debe consistir en la transformación de los procesos al hilo del cambio tecnológico.

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