Las redes sociales y sus riesgos legales preocupan al colectivo médico
|
20/7/2017 04:58
|
Actualizado: 29/11/2017 16:50
|
“Los médicos no podemos mantenernos al margen del uso de las redes sociales porque ofrecen muchas posibilidades para relacionarnos con otros profesionales e intercambiar información pero debemos ser conscientes de los riesgos y daños que conlleva su utilización”, resataba el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, el Dr. Miguel Ángel Sánchez Chillón.
Con este objetivo el Dr. Lázaro Ochaíta organizaba en esta entidad la jornada formativa “Consecuencias jurídicas derivadas del uso de las redes sociales”, impartida por las abogadas María Suárez Pliego, experta en privacidad y vulneración del derecho al honor y Helena Suárez Jaqueti, experta en propiedad intelectual y redes sociales, ambas socias de Dutilh Abogados, en la que se han puesto de manifiesto los riesgos de usar estos medios en el ámbito de la Medicina.
Sobre este asunto Suárez Pliego indicaba que “cuando se realizan determinados comentarios éstos pueden atentar contra el derecho al honor”. Y añadía que “al compartir determinada información se puede incurrir en una vulneración del derecho a la intimidad y a la protección de datos de carácter personal; también se corre el riesgo de vulnerar la política de datos de carácter personal o de cometer un delito de injurias, calumnias o atentado a la autoridad pública”.
Evitar las polémicas entre médicos en redes
Uno de los temas planteados en el curso ha sido la forma de actuar en las redes sociales a la hora de relacionarse entre profesionales. Las expertas han recomendado “evitar las polémicas e intentar resolver las controversias a través de los canales que el Colegio de Médicos pone a disposición de los colegiados”.
Además, han especificado que “las discrepancias de opiniones entre profesionales deben manifestarse evitando siempre el daño, las descalificaciones personales, las injurias o las alusiones a aspectos privados”. Asimismo, han advertido que “los médicos deben abstenerse de criticar de manera despectiva actuaciones de sus compañeros porque hacerlo en redes sociales es un agravante”.
Sobre este asunto María Suárez Pliego recordó que “los delitos de injurias y calumnias pueden estar castigados con multas e incluso con penas de prisión”. Y, en el caso de vulneración del derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad puede tener como consecuencia “la publicación de la sentencia a costa del condenado con al menos la misma difusión pública que la intromisión e indemnización de daños y perjuicios que se extendería al daño moral”.
El Código Deontológico médico sirve de referencia en estos comportamientos
Por eso, ambas expertas insistieron en la importancia de tener en cuenta el artículo 63 del Código Deontológico del ICOMEM, que recoge las faltas disciplinarias, y de no olvidar que “lo que no podemos hacer en la vida real tampoco debemos hacerlo en las redes”.
Suárez Pliego llamó especialmente la atención en el riesgo que se corre al compartir información de pacientes con otros profesionales en medios no seguros. Así, por ejemplo, ha explicado que compartir archivos a través de Dropbox usando una red wifi gratuita es muy peligroso porque otras personas pueden llegar a acceder a ellos.
Las docentes han comentado, por otro lado, en esta jornada formativa que en la relación médico-paciente deben cumplirse las mismas premisas que a nivel convencional: respeto, confidencialidad y discreción. Y, han hecho especial hincapié en esmerar el cuidado al usar datos o imágenes que puedan permitir la identificación de la persona a la que se está tratando.
Cuidar la relación médico-paciente: Ojo al SMS o al WhatsApp
Respecto a la comunicación entre ambos Suárez Jaqueti ha explicado que al haberse extendido, en muchos casos, más allá de la consulta el uso de correo electrónico, SMS o WhatsApp “se debe tener el consentimiento expreso y por escrito del paciente”.
Por otro lado, María Suárez ha afirmado que conviene no olvidar que los datos de salud son considerados como ‘sensibles’ por la LOPD, por lo que existe un alto riesgo de que se produzcan pérdidas de información, consideradas como falta grave”.
Diez consejos para realizar un uso adecuado de las redes sociales:
1.- No olvidar lo que establece el Código Deontológico del Colegio de Médicos cuando usemos las redes sociales. “En ese Código Deontológico se habla mucho del comportamiento del médico con su entorno, compañeros y pacientes. Se trata en la mayor parte de los casos de trasladar su contenido a este entorno digital, donde la inmediatez es lo que prima”, apunta Suárez Jaquetti
2.- El médico debe cuidar su actitud, lenguaje, formas, imagen y conducta para favorecer la confianza del paciente también en redes sociales. “Precisamente por lo que estamos comentando es fundamental que el médico sepa manejarse en redes y tenga cuidado con el uso de las mismas. Lo mejor es que se abstenga de hablar de su trabajo en este entorno online. Ese tipo de conversaciones pueden generar equívocos”, apunta Suárez Pliego.
3.- Los comentarios en redes sociales pueden ser considerados actos médicos. “Por ese papel del médico que le atribuye su status hay que darse cuenta que muchos de los comentarios que vierta en redes sociales pueden ser considerados actos médicos. Tienen que ser prudentes en este tipo de actividad y cerciorarse que esa comunicación online se realiza con las medidas de seguridad adecuada para que sólo el paciente reciba esa información”, indica Suárez Jaquetti.
4.- El médico que recomiende un producto debe comunicar su vinculación con la compañía farmacéutica. “Lo indica ya su Código Deontológico del que ya hemos hablado y que sirve para marcar su comportamiento. Con mayor motivo si hace alguna recomendación en redes sociales tiene que existir la transparencia de que no existe relación entre el facultativo y la propia compañía farmacéutica”, apunta Suárez Pliego.
5.- No compartir en redes sociales datos o imágenes de pacientes que puedan desvelar su identidad. “Hay que darse cuenta que los datos de salud son de nivel sensible y hay que procurar protegerlos para evitar que terceros los utilicen sin consentimiento de los titulares. El médico tiene una normativa que cumplir y no puede saltarla pese a intentar ofrecer un servicio más inmediato. Tiene que dar cuenta de su secreto profesional”, destaca Suárez Jaquetti.
La profesión médica es consciente que el uso de las redes sociales es otro reto que deben de abordar con prudencia y con ideas claras
6.- Evitar descalificaciones y/o expresiones peyorativas hacia otros médicos. “Este es uno de los temas en el que más hemos incidido. No llevar nunca un enfado con otro colega a las redes sociales. En el propio Código Deontológico se habla de cómo gestionar estos temas, pero en un espacio digital es muy posible que esa discusión se unan otras personas y la reputación de ambos médicos quede por los suelos”, apunta Suárez Pliego.
7.- Mantener la confidencialidad de los estudios realizados hasta su publicación en revistas científicas. “Es ya una práctica extendida en este sector profesional que los estudios científicos, por expreso acuerdo de las partes, no se divulguen hasta que aparezcan en las correspondientes revistas científicas. Puede ser un elemento que vaya contra la reputación del médico hacer algún avance o filtrar esa información a terceros”, indica Suárez Jaquetti.
8.- El anuncio publicitario de los servicios médicos que ofrece un profesional debe hacerse de una manera objetiva, prudente y veraz. “Muy importante ser capaz de separar lo que es la parte publicitaria que los dictámenes médicos. No es lo mismo y no se debe generar confusión con el propio paciente o terceros”, destaca Suárez Pliego.
9.- En las redes sociales todo se magnifica para bien o para mal y hay que evitar cualquier desliz. “No entremos en redes para descargar un enfado. No es el lugar adecuado para hacerlo y puede generarnos aún más problemas. Lo importante es pensar muy bien aquello que se vaya a comunicar, sabiendo que somos médicos y tenemos una capacidad de influencia importante con terceros”, indica Suárez Jaquetti.
10.- Es recomendable contar con un Protocolo de actuación. “Es la conclusión final de estas recomendaciones. Tener una forma de actuar en redes sociales. Un protocolo que nos ayude a estar en rede sociales sin demasiados problemas y contemos con un Plan B por si surge un conflicto con terceros”, señala Suárez Pliego.
Noticias Relacionadas: