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Caso Lopetegui: ¿Conflicto de intereses significa apariencia de corrupción?

Caso Lopetegui: ¿Conflicto de intereses significa apariencia de corrupción?
El exseleccionador nacional, Julen Lopetegui, fichado por el Real Madrid, y Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. EP.
18/6/2018 06:15
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Actualizado: 18/6/2018 09:11
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La noticia conmocionaba al mundo entero. A dos días del primer encuentro de la selección española en el Mundial de Rusia, Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, anunciaba en rueda de prensa la fulminante destitución de Julen Lopetegui como seleccionador nacional.

Según explicaba a través de los medios de comunicación, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tomaba esta decisión después de que el Real Madrid anunciase el fichaje del técnico vasco para la próxima temporada, sin conocimiento de la Federación.

La palabra más repetida en las explicaciones de Luis Rubiales, y al parecer el motivo de su decisión, fue la deslealtad del seleccionador nacional: “El Real Madrid busca a un entrenador y busca al mejor, es lícito, no voy a decir nada sobre eso. Pero el seleccionador mientras es trabajador de la Federación Española no puede hacer las cosas de esta manera”.

Y añadió: “Me enteré cinco minutos antes del comunicado del Real Madrid, y ésto no se puede pasar por alto. La Federación no puede permanecer al margen de una negociación de uno de sus trabajadores y enterarse cinco minutos antes de un comunicado público. Hubiera sido una irresponsabilidad”.

Por su parte Julen Lopetegui lamentó su destitución manifestando que su fichaje por el Real Madrid se hizo de «manera honesta y clara», y con la lealtad de decir la verdad a Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, en cuanto hubo algo que contar: «Lealtad es decir la verdad y Rubiales la supo en cuánto hubo algo».

De los comentarios de ambos personajes pareciera como si los dos abusaran del contexto para que se les pudiera entender, sin necesidad de dar más explicaciones, como si fuera innecesario decir la verdad para que simplemente se pueda estar de acuerdo con su decisión.

Al final, los espectadores de este rifirrafe no hemos entendido nada de lo que ha pasado, y pocos nos atrevemos siquiera a opinar públicamente sobre cuál de los dos pudiera tener la razón, o al menos parte de ella.

En lo que sí que podemos estar de acuerdo todos los demás es que tanto Luis Rubiales como Julen Lopetegui han mantenido entre sí, a través de los medios, una comunicación lo más parecida a una elipsis sobre esta cuestión.

La elipsis es aquella figura retórica que consiste en expresarse omitiendo elementos lingüísticos que forman parte de la oración, porque se puede entender su significado por el contexto.

El ejemplo literario que se utiliza en la escuela para describir una elipsis son estos famosos versos de Gustavo Adolfo Bécquer:

«Por una mirada, un mundo;

por una sonrisa, un cielo;

por un beso… ¡yo no sé

qué te diera por un beso!».

El elemento lingüístico que se ha omitido en los dos primeros versos aparece en la “pista” que se recoge en el último de la estrofa: «te diera».

Todo ello de tal manera que si recomponemos los dos primeros versos con la pista que se recoge en el último de la estrofa, el resultado sería inteligible desde luego sin necesidad del contexto:

Por una mirada (te daría) un mundo;

por una sonrisa (te daría) un cielo;

Esta misma omisión propia de la elipsis es la que parece han utilizado tanto Luis Rubiales como Julen Lopetegui en sus respectivos comunicados de prensa.

La “pista” sobre el elemento lingüístico que completaría los comentarios de ambos personajes pareciera que es la palabra que ellos mismos sugieren: lealtad.

Sin embargo, al completar las afirmaciones de cada uno de ellos con la “pista” que ellos mismos dan, el resultado no funciona. Veamos porqué: El presidente de la RFEF se queja de que no se le informó (y por eso reprocha al entonces seleccionador nacional de desleal); pero si le hubieran informado antes, ¿lo habría aceptado sin más, o aún así hubiera despedido a Lopetegui igualmente?

De la misma manera, Lopetegui replica que sí, que informó a Luis Rubiales tan pronto firmó la operación (y por tanto fue leal); pero entonces, ¿porqué no le informó antes de firmar su compromiso con el Real Madrid?

Según el artículo 258 del Reglamento de la RFEF, el seleccionador nacional tiene la exclusiva competencia para designar a los futbolistas de la Selección Absoluta, y para dirigir su preparación y actuación.

Imaginemos la situación que se hubiera provocado si Lopetegui hubiera seguido siendo el seleccionador nacional de España en el Mundial de Rusia.

El conflicto de intereses hubiera sido inevitable (el citado conflicto de intereses impide bajo severas penas a los Jueces ejercer su potestad, a los abogados la llevanza de asuntos encomendados y a los cargos públicos ejercer su cometido, por ejemplo, para entender el alcance y la entidad de tal asunto).

Habrían sido insoportables las presiones por ejemplo en el caso de que el seleccionador tuviera que tomar alguna decisión por el bajo rendimiento de cualquiera de los jugadores madridistas de la selección.

Cierto es que antes que Lopetegui fueron Louis van Gaal, quien dejó su selección para entrenar al Manchester United y Luis Aragonés, que lo hizo para entrenar al Fenerbahçe, pero ninguno de ellos era un club del país de su selección, por lo que en ese caso no existiría conflicto de intereses.

Lo de Lopetegui y el Real Madrid es único en el mundo.

Con más motivo si esa situación de incompatibilidad se produce con ocasión de un Mundial de Futbol.

Y además, finalizado el Mundial Luis Rubiales habría recibido el dinero de la cláusula de resolución del contrato de Lopetegui, bajo la sospecha de que pudiera interpretarse como el pago de una comisión previamente concertada.

Por esa razón la “pista” que permite integrar con coherencia el intercambio de palabras entre el presidente de la RFEF y su seleccionador nacional es precisamente ésta: la incompatibilidad, que además tiene mucho que ver con la corrupción.

Así podemos entender que cuando el presidente de la RFEF se quejaba de no haber sido informado antes, en realidad estaba avisando de que si le hubieran informado antes de firmarse el compromiso lo hubiera intentado evitar, por considerar la incompatibilidad manifestación de una apariencia de corrupción.

Ahora entendemos también que Lopetegui utilizara las palabras “claridad” y “honestidad” para defenderse precisamente de las acusaciones de la citada apariencia de corrupción.

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