Borrell considera a Cataluña una ‘nación’ y preferiría que los separatistas presos estuviesen libres
El Ayuntamiento de la Pobla de Segur (Lérida), pueblo natal del ministro de Exteriores, decidió el pasado viernes celebrar una consulta ciudadana para determinar si el Paseo Josep Borrell mantiene ese nombre o se rebautiza como "1 de octubre". / El Heraldo.

Borrell considera a Cataluña una ‘nación’ y preferiría que los separatistas presos estuviesen libres

'Hay otras formas de velar por que no huyan', afirma el ministro
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11/9/2018 16:53
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Actualizado: 11/9/2018 18:08
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El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dice que «personalmente» él preferiría que los políticos separatistas presos estuvieran «libres condicionalmente», porque considera que «hay otras formas de velar porque no huyan».

Borrel ha hecho estas declaraciones en un entrevista emitida hoy por la BBC, en la que ha dejado claro que es su «opinión personal», y en la que, ademas, ha calificado a la región de Cataluña como «nación».

No obstante, ha señalado que «en el Derecho Internacional no hay nada que dé a Cataluña un derecho a la secesión». «Aunque lo diga Quim Torra todos los días es perfectamente falso», ha señalado.

El ministro ha llamado a «utilizar las palabras correctas, porque no es autodeterminación, es secesión», y eso no lo autoriza ni la Constitución española ni ninguna otra, salvo casos muy puntuales como Etiopía.

Preguntado por la posibilidad de autorizar un referéndum, ha recordado que la Constitución española no lo permite. Ha añadido que hay una sentencia del Tribunal Constitucional que autoriza a preguntar, «pero en el marco de una reforma constitucional».

Respecto a por qué el Gobierno no ha logrado cambiar la dinámica con Cataluña, el ministro ha manifestado que «la crisis es estructural» y «va a durar», después de haber permanecido muchos años sin que el Gobierno anterior hiciese más que «esperar y ver».

Ha contado que analiza la prensa todos los días y que aprecia que se ha «empezado a cambiar la tendencia» en lo que él mismo había reconocido como éxito del independentismo ante la opinión pública internacional, una especie de resurrección de la ‘leyenda negra’ española.

A su juico, «está claro que cuando la gente oye a Torra diciendo que los catalanes sufren la misma situación que los kurdos en Turquía, los marroquíes en el Rif o que quieren ser el nuevo Kosovo, empiezan a pensar que no es serio».

Durante la entrevista también ha subrayado que él no percibe a los independentistas como gente no democrática y de extrema derecha, en relación a unas declaraciones que hizo el pasado diciembre durante un mitin del PSC en Sabadell, y ha pedido que se utilice bien lo que él afirmó, no lo que los independentistas reflejaron de sus palabras.

Ha insistido en que no dijo que el presidente catalán, Quim Torra, fuese peor que la líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, sino que «Torra no podría formar parte de una lista de Marine Le Pen porque ésta echó de su lista a gente por decir cosas menores que las que había dicho Torra».

También ha recalcado que expresó que para «curar» las heridas de Cataluña había que «desinfectarlas», no que hubiese que «desinfectar Cataluña».

Hoy el ministro también ha acusado al separatismo de tergiversar las declaraciones hechas esta entrevista de la BBC.

Por otra parte, en declaraciones a la prensa en Estrasburgo (Francia), ha criticado que la Diada esté «secuestrada» por el separatismo, y ha lamentado que esta conmemoración ya no sea una celebración de la que participe una «colectividad unida, cohesionada», como ocurría en el pasado.

CONSIDERA QUE 34.000 LLEGADAS DE INMIGRANTES ‘NO ES TANTO’

El ministro también se ha pronunciado en la entrevista de la BBC sobre inmigración ilegal. Considera que los alrededor de 34.000 inmigrantes irregulares que han llegado por mar a España este año «no es tanto».

Ha reconocido que la cifra supone un aumento considerable desde los 22.400 de 2017, pero ha llamado a mirar las cifras en términos absolutos, y ha señalado que, tras el «pico» registrado en verano, como suele suceder en esa época, «ahora las cosas parecen volver a una situación estable».

Borrell ha rechazado que la política migratoria se vuelva contra el Gobierno, como le sucedió a la canciller alemana, Angela Merkel, en 2015. «Ella tuvo 1,5 millones, nosotros estamos hablando de 34.000», ha apostillado.

El ministro ha defendido que lo que hay que hacer es una «distinción clara y rápida» entre los solicitantes de asilo y los inmigrantes irregulares, y «enviar de vuelta a quienes no tienen derecho de asilo».

A su modo de ver, la gente tiene que entender que con la demografía actual los inmigrantes son necesarios, pero «de manera regular y organizada».

Ha descartado que las decisiones del Gobierno de recibir en España buques que habían salvado inmigrantes del mar y que fueron rechazados por Italia vayan a crear un efecto llamada. En todo caso, ha asegurado que si el Gobierno termina enfrentándose a algún problema político por su política de inmigración, lo afrontará. «Podemos cometer errores, pero nuestra idea está clara», ha señalado.

‘EL ANUNCIO DE LA RETIRADA DE LAS CONCERTINAS HA PROVOCADO UN EFECTO LLAMADA’

No opinan que no haya habido un efecto llamado sindicatos de la guardia civil, como, por ejemplo, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que el pasado 30 de agosto entregó más de 52.000 firmas a Interior pidiendo más medios en Ceuta.

José Cobo, secretario nacional de prensa de la AEGC, ha denunciado en Confilegal que el anuncio de Interior de sus planes de cambiar las concertinas situadas en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos “por medios menos cruentos”, del que aún no hay fecha para su eliminación, “ha habido más asaltos, aunque se empeñen en decir que no hay efecto llamada”.

Reprocha al ministro la “irresponsabilidad” de comunicar que se van a retirar “sin tener en cuenta medidas de seguridad adicionales, tanto para las fronteras como para los agentes que custodian” esta zona caliente de nuestro país.

El portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, también ha advertido recientemente al Gobierno que los últimos asaltos a la valla demuestran que sería “una gran irresponsabilidad” retirarlas.

“Si eliminamos determinados elementos que fundamentalmente ejercen una función para garantizar la seguridad también de policías y guardias civiles y hacemos además gestos que dan a entender que estamos en una política de puertas abiertas, con una situación además como la que lamentablemente se vive en África, estamos generando un problema de grandes dimensiones”, ha manifestado quien fuera director de la Policía con el Gobierno de Mariano Rajoy.

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