En 2017 los españoles jugaron más de 9.000 millones de euros, con un fuerte crecimiento del 30% de los juegos online
José Antonio Gómez Yáñez, profesor de la Universidad Carlos III y autor del informe patrocinado por la casa de apuestas Codere.

En 2017 los españoles jugaron más de 9.000 millones de euros, con un fuerte crecimiento del 30% de los juegos online

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04/11/2018 06:15
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Actualizado: 04/11/2018 00:58
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Al mismo tiempo, el Congreso urge al Gobierno a regular el crecimiento de las casas de apuestas y juegos de azar

La multinacional del juego Codere y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), a través de su Instituto de Política y Gobernanza (IPOLGOB), presentaron el miércoles pasado un estudio sobre el sector.

El encuentro permitió conocer la evolución de esta actividad económica  durante el último año, y contó con la presencia de Vicente Di Loreto, director general de Codere, y Juan Espinosa García, director general de Ordenación del Juego, entre otros.

En la presentación del Anuario del Juego en España 2018, se destaca que los españoles jugaron 9.408 millones de euros (juego real) en 2017 manteniendo el crecimiento por tercer año consecutivo, e incrementándose un 8% respecto a 2015.

El canal online ha experimentado el mayor incremento, más de 30%, con crecimientos relativamente similares en todos los juegos, menos los concursos y el póquer. En el segmento presencial, en los salones de juego (15,9%) y las apuestas deportivas (15,7%).

«Echas monedas en una tragaperras, por ejemplo, y ganas unas cuantas que vuelves a echar», explica José Antonio Gómez Yáñez, profesor de la Universidad Carlos III y autor del informe patrocinado por la casa de apuestas Codere.

La presentación de estos datos coincide en el tiempo con la moción aprobada en el Congreso de los Diputados, consecuencia de interpelación urgente del grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, por la que se insta al Gobierno a regular la proliferación de casas de apuestas y la orientación política sobre juegos de azar.

La moción ha salido adelante por 339 votos a favor, 0 en contra y 5 abstenciones con la incorporación de una enmienda transaccional firmada por los grupos parlamentarios Popular, Socialista, Confederal Unidos Podemos-EC-EM, Ciudadanos y Mixto.

Con esta iniciativa, el Pleno del Congreso urge al Ejecutivo de Pedro Sánchez a «otorgar máxima prioridad, en el marco de la Estrategia Nacional Sobre Drogas 2017-2024, al desarrollo de un Programa de Prevención de la ludopatía en colaboración con las comunidades autónomas y entidades locales» para la minimización de los efectos negativos que la actividad económica del juego pueda causar en la población.

Por otra parte, también se insta a la modificación, vía presupuestos, «de tal forma que se equiparen en obligaciones de cualquier tipo de apuesta deportiva» para que «una parte de su recaudación redunde en el impulso del deporte de base y deporte femenino».

Asimismo, la moción aprobada esta tarde en el Congreso, exige «dar trámite inmediato y definitivo al Real Decreto ya en tramitación» que considere el juego como «una actividad económica de especial riesgo para la salud, con el fin de que en su regulación autonómica y estatal prevalezca una orientación de salud pública así como de protección prioritaria del menor».

Distribución del juego real (margen de las empresas) según operadores, en tanto por ciento. Codere.

Una actividad que representa casi el 1% del PIB

El juego representa en España el 0,9% del PIB. El año pasado, la industria generó 84.702 empleos directos.

Sólo el juego privado aportó el 55%, y de manera indirecta contribuyó con 167.400 puestos de trabajo. El segmento de hostelería concentra 64 mil empleos.

Por otra parte, el sector aportó a las arcas públicas 1.657,4 millones de euros en impuestos específicos sobre el juego (tasa de juego), adicional a los impuestos derivados del desarrollo de su actividad económica. 450 millones recayeron sobre los ganadores de premios y 1.207 sobre las empresas, de los cuales, el sector privado presencial aportó 1.094 millones de euros y 52,9 millones, las empresas operadoras online.

Esta tasa es adicional a los impuestos y cotizaciones vigentes para el resto de actividades económicas (impuesto de sociedades, IAE, cotizaciones sociales, y otras aportaciones) a las que la industria hace frente.

Para José Antonio Gómez Yáñez, “el desarrollo del sector es inherente a los nuevos hábitos de entretenimiento de los españoles que evolucionan conforme a la demanda de la sociedad y los distintos estados de madurez de las actividades de juego”. El autor del anuario aventura que el informe del 2019 contemplará un incremento mayor de las apuestas deportivas porque se autorizaron en Andalucía, que es la cuarta parte del mercado español.

A partir de la evolución de los datos se desprende que el sector del juego superó la crisis, y entre 2014 y 2017 creció en torno a un 19% en juego real o GGR (diferencia entre el gasto en juego menos los premios), pese a estar aún un 12,3% por debajo de los niveles de 2008. El último año, el juego siguió creciendo un 6,2% hasta alcanzar los 9.408 millones de euros (en GGR).

La salida de la crisis supuso una oportunidad de “reconversión” del sector impulsado especialmente por la regulación de la actividad  online, el crecimiento de los salones de juego y las apuestas o el acercamiento de los casinos al centro de las ciudades.

Análisis de los segmentos dentro del sector

El juego online engloba dos tipos de actividades: la modalidad ofertada por operadores autorizados privados, y la compra por Internet de participaciones en sorteos y apuestas de SELAE, ONCE y EAJA (Entitat Autònoma de Jocs i Apostes).

Esta actividad representa algo más de un 6,1% del juego total en España. En 2017 los españoles jugaron (juego real) en torno a 560 millones de euros en juego online, un 31% más que en 2016, destacando las apuestas deportivas (310,8 millones de euros), los juegos de casino (145 millones de euros) y las slots online (86,5 millones de euros), que el último año experimentaron el mayor crecimiento del segmento, más del 50% en GGR.

En 2017 más de tres millones de personas visitaron alguno de los 3.150 salones de juego que cuentan con una oferta de más de 37.300 máquinas tipo “B” y alrededor de 3 mil máquinas multipuesto. En la actualidad, el concepto de salón de juego evolucionó e incluye, desde salas con máquinas o sports cafés, a formatos de casino electrónico.

Debido a su tamaño, gran parte de estos espacios se configuran como salones independientes o pequeñas cadenas. El despliegue de este formato responde a un incremento en la rentabilidad del sector, al impulso de las apuestas deportivas y a las nuevas máquinas.

Crece el mercado apuestas deportivas

Por su parte, el mercado de las apuestas deportivas creció con regularidad desde 2012 a un ritmo del 20%, algo menos en los dos últimos años (17,4%).

En 2017 la cifra en juego real (sin considerar el efecto del “rejuego”) alcanzó los 742 millones de euros. La tendencia de esta actividad es creciente, ya que aún no alcanzó el punto de maduración en el mercado.

El 90% de las apuestas se dividen entre apuestas presenciales y online, mientras que el 10% restante corresponde a las quinielas, en claro retroceso. Esto se debe a que los principales encuentros deportivos europeos (Champions, Europa League) encajan más en los nuevos formatos y porque las apuestas enriquecen considerablemente el atractivo de cara a los clientes con su amplia oferta de deportes.

Además, las apuestas se vieron impulsadas por motivos de gestión empresarial (ubicación de máquinas en distintas tipologías de salas), por las nuevas autorizaciones en Andalucía y Baleares –el último trimestre de 2017– y el crecimiento en otras regiones, entre otras.

En relación con los casinos, pese a reducirse en un 6% el número de visitas el último año, el gasto medio se incrementó en un 7%, invirtiendo la tendencia respecto a 2016. Por otra parte, el sector del bingo supera lentamente la crisis, apoyado fundamentalmente por los nuevos conceptos de sala –que incorporan otros tipos de juego que atraen a un público más joven, aunque menos fiel (especialmente desde 2013)–.

A pesar de ello, las ventas del bingo tradicional y electrónico se incrementaron un 9,8% desde 2014.

Con respecto a las máquinas B, el parque instalado en España asciende a 199.417 unidades, pese a la caída del 23% desde 2007.

El canal de hostelería acoge el 80% del parque frente a los salones (18,7%) o los bingos (1,7%).

Las visitas y el perfil del jugador varían considerablemente en función del canal. Así, mientras las máquinas de salones registran al año casi tres millones de clientes –fundamentalmente más jóvenes–, las máquinas de hostelería registran 1,8 millones de visitas de jugadores más maduros. En cualquier caso, este segmento necesitó innovación, nuevos formatos (multipuesto o multijuego) y juegos para mantener la demanda.

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