El PP denuncia que el Belén de Colau es ‘un bodrio’ que ‘no tiene nada que ver con la Navidad’ y pide su retirada
El Belén que Ada Colau ha instalado en la Plaza de Sant Jaume./ PP

El PP denuncia que el Belén de Colau es ‘un bodrio’ que ‘no tiene nada que ver con la Navidad’ y pide su retirada

Alberto Fernández reclama su ‘inmediata sustitución por uno tradicional’
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24/11/2018 07:00
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Actualizado: 24/11/2018 10:35
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Alberto Fernández, líder del PP de Barcelona, está que trina con la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau (En Comú Podem), por el “pesebre” que ha instalado en la Plaza Sant Jaume.

El ‘popular’ lo considera “un bodrio”, y ha pedido “su retirada y sustitución inmediata por uno tradicional”.

Lo ha denunciado por Twitter y en una nota de prensa.

El Belén está formado por sillas vacías en torno a una mesa. Y de comida, nidos.

Mezcla un pesebre con una comida familiar. Una reinterpretación del escenógrafo Sebastià Brosa.

Según ha contado el artista, se ha inspirado en el acto de volverse a encontrar con la familia por Navidad. Los nidos que hay en los platos simbolizan la vuelta a los orígenes y la sensación de sentirse a gusto y recogido, ha explicado.

Una trona con un babero y una corona representa al Niño Jesús; a la Virgen María, una silla con un manto y una aureola; y a San José una silla con una corbata y tirantes.

Las de los tres Reyes Magos llevan corona; las del buey y la mula, sus pelajes; y la del ‘caganer’ lleva un agujero y está coronada por una barretina.

La primera silla sería la Virgen, en el centro el Niño Jesús, y la de la derecha San José.

Como en años anteriores, el Belén de Colau está en boca de vecinos y cibernautas. Tanta es la polémica que genera que el año pasado José Mota le dedicó un sketch:

Una muestra de las reacciones que ha cosechado el de este año en las redes:

El del año pasado incluía las figuras navideñas tradicionales, pero en un formato nada tradicional. Era un Belén aéreo y minimalista, que también provocó la indignación del líder del PP en la Ciudad Condal, vecinos y tuiteros.

Las figuras, realizadas en metacrilato, estaban situadas sobre unos altos palos de madera de unos cinco metros de altura, y se movían con el aire.

Algunos vecinos criticaron que el Niño Jesús parecía “una persona ahogándose”.

Era obra del arquitecto Jordi Darder, que ya había expuesto sus belenes minimalistas en Montcada i Reixac.

Hubo quien lo comparó con las varas de los alcaldes independentistas.

El de 2016 rindió un homenaje al poeta Josep Vicenç Foix, en el 30 aniversario de su muerte.

Era un Belén de pelotas hinchables y sin Reyes Magos, obra de Quim Domene y Toti Toronell.

Estaba formado por nueve pelotas que en su conjunto simbolizaba el poema navideño ‘Lo sabe todo el mundo y es profecía’, de Foix, y cada bola escenificaba una de las 9 estrofas de esta obra.

El Niño, la Virgen y San José estaban colocados en cajas de cartón. En otra pelota están los Reyes Magos, pero no eran Melchor, Gaspar y Baltasar, sino que estaban escenificados por Joan Miró, Pau Casals y Josep Vicenç Foix.

Éste es:

El dirigente del PP en Barcelona critica que “Colau está haciendo que Barcelona pierda el interés que siempre había tenido como visita obligada en Navidad, para ver el pesebre de Sant Jaume, la decoración navideña y el alumbrado típico de estas fechas”.

“Promueve un pesebre sin figuras, cuando debería ser un elemento de atracción ciudadana, en particular para las familias con niños pequeños, que buscan ver las figuritas de los Reyes Magos, el portal con el niño Jesús o los pastores con las ovejas”, lamenta Fernández. Le duele.

Denuncia que “el Belén de Colau está vacío de Navidad”.

“Este es el ejemplo de pesebre que nunca enseñarían ni padres ni abuelos, a sus hijos y nietos”, expresa.

Alberto Fernández reclamó ayer “conocer el coste de esta instalación laica que poco o nada tiene que ver con la tradición navideña”.

Critica que Colau “eliminó la pista de hielo de Plaza Cataluña para instalar una Feria de Navidad, donde se cantaban canciones proetarras; eliminó el pesebre tradicional por uno que parecía la portada del catálogo de IKEA”, y ahora instala “un pesebre abstracto, que requiere de interpretación adulta, y que ningún niño entenderá”.

“Ya sólo le falta eliminar a los Reyes Magos de la Cabalgata”, expresa.

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