El teniente coronel que investigó el 1-O describe un clima ‘insurreccional’ entre el 20-S y el 27-O: ‘Cataluña era un polvorín’
La testifical de Daniel Baena, jefe de la policía judicial de la Guardia Civil en Cataluña y máximo responsable de la investigación sobre el 1-O, ocupará toda la mañana; declara sin que las cámaras de la televisión institucional capten su imagen.

El teniente coronel que investigó el 1-O describe un clima ‘insurreccional’ entre el 20-S y el 27-O: ‘Cataluña era un polvorín’

Dice que hubo un "cambio radical" en la actitud de la gente y se produjeron la gran mayoría de los "asedios" y "escraches" a la Guardia Civil y a la Policía Nacional
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26/3/2019 14:00
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Actualizado: 03/2/2020 12:45
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El teniente de la Guardia Civil que dirigió la investigación policial de la preparación del 1-O, Daniel Baena, ha afirmado hoy en el juicio del proceso independentista que a partir del 20 de septiembre las protestas cambiaron y se vivió un «periodo insurreccional».

«Aquello era literalmente un polvorín», ha sentenciado.

Ha incidido en la existencia de un antes y un después en el ambiente que rodeó las investigaciones que su equipo de policía judicial llevaba a cabo por orden primero de la Fiscalía de la Audiencia Nacional -desde noviembre de 2015- y después a raíz de las diligencias iniciadas en marzo de 2017 por el titular del Juzgado Número 13 de Barcelona Juan Antonio Ramírez Sunyer, fallecido el pasado noviembre.

Ha relatado que hubo tres periodos claramente diferenciados en Cataluña: El primero, antes del 19 y 20 de septiembre, cuando las concentraciones contra las fuerzas de seguridad eran puntuales y con un tono de protesta; un «periodo insurreccional», que se produjo entre esos días y la aplicación del artículo 155 de la Constitución el 27 de octubre; y otro a partir de esa fecha, cuando cesaron las protestas.

Ha detallado que ese periodo «insureccional» comenzó a partir de la actuación en Unipost, donde el Instituto Armado se incautó de miles de tarjetas censales.

«Detectamos las cartas de Unipost y ahí ya fue un golpe duro», ha señalado.

Y ha añadido que un día después, con motivo de la operación del 20 de septiembre, hubo que montar un dispositivo especial para que los registros no fueran conocidos con anterioridad y las pruebas que se buscaban pudieran ser «difícilmente obtenibles».

«A partir de ahí nos poníamos en un clima que podríamos calificar, por objetivos y por número de acciones, de insurreccional», ha explicado.

88 ACTUACIONES CONTRA LA GUARDIA CIVIL DOS DÍAS ANTES DEL 20-S, Y 84 ENTRE ESE DÍA Y LA APLICACIÓN DEL 155

Dentro de este clima de acciones hostiles a la investigación, ha señalado que se contabilizaron un total de 88 actuaciones contra la Guardia Civil, tan sólo dos antes del 20-S, 84 entre esa fecha y la aplicación del artículo 155 de la Constitución y de nuevo dos después de dicho momento.

A preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal, el teniente coronel ha situado el periodo de «máxima conflictividad» entre el 20 de septiembre y el «paro de país» del 3 de octubre de 2017.

También ha contabilizado un total de 47 «asedios»en casas cuarteles de la Guardia Civil, con «concentraciones de personas, insultando e impidiendo entrar en el acuartelamiento y actitud hostil hacia la presencia de la Guardia Civil en ese sitio».

Ha indicado que 43 de ellos fueron entre el 20-S y el 155 y ha aludido a uno en Igualada (Barcelona), donde se llegó a arrojar una prenda con líquido inflamable.

En cuanto a la Policía Nacional, ha dicho que se registraron 27: dos «antes del periodo insurreccional», 23 «durante periodo insurreccional» y dos después del 27 de octubre.

Los cortes en carreteras y vías férreas, sin embargo, fueron más numerosos a raíz de la aplicación del 155, según este testigo. Se contabilizaron un total de 193.

Ha explicado que lo que cambió radicalmente tras la intervención del Gobierno de Mariano Rajoy fue la respuesta que encontraron cuando acudían a las sedes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) o a Ómnium Cultural para ejecutar alguna diligencia, ya que entonces no se encontraban con la resistencia ciudadana que en jornadas anteriores era la tónica general.

SENSACIÓN COMPARTIDA EN LOS TRES CUERPOS

«Aquello era literalmente un polvorín, los policías con un mínimo de responsabilidad sabíamos que cualquier incidente pequeño podría derivar en una escalada incontrolable y afortunadamente no fue así», ha añadido.

«Pero los tres cuerpos policiales coincidíamos que era un polvorín, eso era incuestionable».

También ha dicho que la celebración del referéndum no era solo el objetivo, sino «la piedra angular sobre la que pivotaba todo un proceso, la condición ‘sine qua non’ para la declaración de independencia o para poner al Estado en una situación de conflicto», y que de toda su investigación se deriva la «unidad de propósito de los actores implicados».

Por otra parte, durante el interrogatorio de la Fiscalía, ha señalado que las diligencias ordenadas por Ramírez Sunyer en diferentes sedes del gobierno catalán el 20 de septiembre pudieron realizarse satisfactoriamente, si bien a costa de poner en marcha «acciones extraordinarias de seguridad».

HA REVELADO QUE TENÍA UNA ORDEN DEL JUEZ RAMÍREZ SUNYER

Entonces ha revelado una circunstancia hasta ahora desconocida. Según ha contado, tenía orden del juez de utilizar ese día la fuerza si la seguridad e integridad física de los componentes de la comisión judicial en la sede de la Consejería de Economía se hubiera visto comprometida.

«Lo valoré, pero no lo adopté porque no se llegó a entrar dentro de la Consejería», ha explicado.

LLAMADA DE PUIGDEMONT AL CENTRO DE TELECOMUNICACIONES Y TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN 

El teniente coronel ha ido corroborando todas las líneas de investigación que se han presentado ante el Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona sobre los encargos de la Generalitat para celebrar el 1-O, como el reparto de cartas certificadas para formar las mesas electorales incautadas en Unipost; la elaboración de campañas de publicidad llamando a votar; o el desarrollo de soporte informático para el recuento de votos por parte del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de Información (CTTI).

Sobre este departamento tecnológico de la Generalitat, ha relatado que el 30 de septiembre y el 1 de octubre, la Guardia Civil tumbó 15 aplicaciones vinculadas al referéndum y que eso fue lo que provocó que la Generalitat activara el censo universal.

También ha señalado que uno de sus subordinados le comentó que el mismo día 1 el director del CTTI, Joan Angulo, recibió una llamada del expresidente catalán Carles Puigdemont para pedir explicaciones por los problemas informáticos, y que éste le informó que estaba siguiendo las instrucciones de los agentes del Instituto Armado que estaban con él.

La testifical de Daniel Baena ocupará toda la mañana.

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